Para conformar el equipo de trabajo adecuado que requiere tu empresa, es necesario tener definido el perfil profesional ideal que refleja sus valores y elegir a conciencia entre los candidatos que recursos humanos reclute a aquellos que coincidan con dicho perfil. Sin embargo, la dirección no siempre puede especificar qué perfiles de colaboradores son los indicados para conducir la empresa hacia el éxito y además que estos sean compatibles entre sí para establecer una sinergia apropiada.
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Existen distintas maneras de encontrar esos perfiles ideales, pero para llegar a eso es necesario realizar un análisis previo de las diferentes personalidades que desfilan por tu empresa. Por supuesto que no es una tarea sencilla, pero hay diversas metodologías que pueden ayudarte en el trayecto de conocer la personalidad de cada candidato y colaborador actual. Una de ellas es la metodología DISC, que básicamente reúne las 4 personalidades típicas de colaboradores empresariales con los que te puedes encontrar.
Decisión (D), Influencia (I), Serenidad (S) y Cumplimiento C) representan las 4 personalidades de la sigla DISC. En este artículo, te contamos qué significan cada una de las personalidades de la metodología DISC y cómo esta herramienta puede ayudarte a conocer mejor a tus colaboradores para liderarlos con éxito.
¿Qué es la metodología DISC?
Comprender las diferencias entre las personas es una habilidad crítica de liderazgo, lo cual incluye un profundo entendimiento de cómo las personas procesan la información, cómo influyen las experiencias en la forma de percibir el entorno y cómo desarrollan filtros para elegir qué tipo de información incorporan y cuál queda excluida. El método DISC se basa en cuatro estilos básicos de comportamientos, cada uno representado por una letra que conforma la sigla.
Estos 4 rasgos integran la metodología y hacen referencia a las distintas características motivacionales inherentes a cada persona. Se utiliza en una variedad de contextos, incluidos la educación, el comportamiento organizacional y la dinámica de equipos de trabajo, entre otros. A continuación, describimos cada uno.
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1. Decisión.
Las personas con poder de decisión tienden a ser más dominantes en las acciones que el resto. Esto no es una mala característica, puesto que les facilita la toma de decisiones, la confianza, la asertividad y la competitividad. Son propensas a tener el control sobre las situaciones y se manifiestan cómodas tomando decisiones. Los rasgos dominantes altos están vinculados con la franqueza, la independencia y las habilidades para resolver problemas.
Una persona con esta personalidad asumirá riesgos con firmeza y también será muy consistente y responsable en sus decisiones, buscando promover el máximo beneficio orientado a los resultados para quienes dependen de ella. Tener un porcentaje alto de esta característica en la persona le da mayores posibilidades de desempeñar con eficacia un rol de liderazgo.
2. Influencia.
Las personas influyentes suelen ser persuasivas, sociales y enérgicas. Tienen una predisposición especial para conectarse con la gente y prosperar en la interacción social. La persona que tiene este talento sabe cómo crear vínculos con los demás, además de lograr que todo el equipo se una por una causa en común y se esfuerce por alcanzar el éxito..
3. Serenidad.
Las personas que son serenas desarrollan más la constancia en lo que hacen y en la forma de tomar decisiones cuando la situación lo requiere. Este rasgo es una característica de las personalidades estables y leales. Generalmente, desarrollan cualidades como la escucha activa, la empatía y es posible contar con ellos no solo para las responsabilidades laborales sino también como buenos consejeros en la vida personal.
4. Cumplimiento.
Las personas cumplidoras tienden a ser más organizadas y orientadas a apreciar los detalles, por lo que serán más minuciosas en el enfoque de las tareas. Buscan el orden en todos los aspectos de la vida, tanto en el trabajo como en el hogar, y también esperarán recibir de los demás el mismo compromiso.
Normalmente, todos incorporamos una parte de cada uno de estos cuatro comportamientos. En la práctica, uno o dos de dichos comportamientos tienden a ser más dominantes que los demás. Por este motivo, es útil comprender cuáles de estos rasgos son los más dominantes en las personas para aprovechar este potencial en beneficio de tu empresa y de su desarrollo personal.
Aporte de la metodología DISC a los recursos humanos
Una contribución significativa de la metodología DISC a los responsables de recursos humanos de cualquier organización es determinar y analizar el potencial humano durante los procesos de contratación. Las diferentes formas en que cada candidato reacciona a los nuevos desafíos que se le presenten ayudarán a tu equipo de reclutamiento a analizar la forma adecuada de resaltar las mejores cualidades individuales de estas 4 personalidades para el bien de tu empresa.
Hoy en día, las organizaciones están utilizando la metodología DISC principalmente por su practicidad. Los cuatro componentes básicos de la herramienta hacen que sea fácil de aprender y aplicar, sobre todo para usuarios con una familiaridad mínima con las pruebas psicométricas y poco tiempo para comprometerse e investigar un modelo integral de comportamiento y personalidad.
Para aprovechar al máximo el valor de DISC, es recomendable utilizarlo en los candidatos seleccionados antes de la entrevista presencial. Los conocimientos de esta herramienta pueden ayudar a facilitar el diálogo, particularmente en aspectos como la modalidad de trabajo preferida del candidato, las fortalezas y las áreas de mejora. La correcta aplicación de la metodología DISC permite descubrir ciertas tendencias conductuales que no se habrían manifestado hasta que el individuo sea parte efectiva de la empresa.
Si bien es una metodología muy práctica y sencilla de manejar en un entorno empresarial dinámico, es un poco limitada para conocer las distintas personalidades de los colaboradores, puesto que cada ser humano es diferente y tiene muchos matices, por lo que solo cuatro personalidades no podría englobar ni definir cómo es una persona ni por qué actúa de la forma que lo hace. En sucesivos artículos, explicaremos otras metodologías de análisis de personalidades para ampliar tus herramientas de liderazgo.
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En pocas palabras, la metodología DISC es una excelente herramienta de análisis para conocer rasgos de personalidad de un ser humano en cualquier ámbito de la vida social, desde el entorno laboral hasta en lo familiar. Incluye cuatro comportamientos: decisión, influencia, serenidad y cumplimiento.
Estos rasgos generalmente no se encuentran en un 100% en una persona sino que una personalidad es el resultado de un rasgo dominante y uno recesivo o de varios rasgos dominantes y varios recesivos. Por consiguiente, se necesita un profundo análisis de cada individuo para establecer un criterio válido sobre el cual trabajar para potenciar esas habilidades blandas que impulsan el éxito empresarial.
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