Estructura de un área de mantenimiento: ¿Cómo definirla correctamente?

Generalmente, hablar del área de mantenimiento de una empresa es aludir a una organización no tan pequeña que se permite tener un equipo técnico dedicado exclusivamente a revisar instalaciones y equipos de trabajo para asegurar un máximo rendimiento y productividad en planta. En lo esencial, mantenimiento es el “médico de cabecera” de todas las áreas de la empresa donde su dominio llegue a generar una mejora parcial o significativa.

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Conviene destacar que no todas las empresas cuentan con la oportuna intervención, dentro de su estructura, de este médico de cabecera que representa el área de mantenimiento. De hecho, es muy común que muchas empresas de menor tamaño decidan tercerizar este servicio para ahorrar costos en personal, lo que les evita pagar sueldos por una actividad discontinuada y que básicamente sobrevive a partir de los errores humanos y los desperfectos debido a la falta de revisiones periódicas. 

Sin embargo, el mantenimiento no debería considerarse un gasto cuando lo que se obtiene es la garantía del funcionamiento permanente en planta, lo que asegura una producción ininterrumpida, una comercialización en tiempo y forma, y una correcta entrega de productos o servicios. En este artículo, te contamos cómo se compone la estructura de un área de mantenimiento, qué tener en cuenta y cómo sacarle el máximo provecho sin invertir demasiado. 

¿Cómo es la estructura de un área de mantenimiento?

La manera de estructurar un área de mantenimiento depende, en gran medida, del tamaño de la empresa, pero también de los cambios del mercado en relación con la aplicación de nuevas tecnologías y su impacto en la manera de facilitar el trabajo humano. Según este criterio de clasificación, el área de mantenimiento puede estructurarse del siguiente modo.

Mantenimiento anexado al área de producción

En las empresas más pequeñas o en crecimiento suelen anexar el mantenimiento al área de producción. Al ser organizaciones con pocos colaboradores, van a ser pocas las áreas, por lo que los líderes van a centrar los esfuerzos en el agregado de valor que pueden aportar las áreas. En el caso de mantenimiento, al ser un sector que se encarga de auditar y resolver problemas vinculados a la actividad de la planta de producción, es muy frecuente que integre el área de producción.

Esto les permite contar con los servicios de mantenimiento con bastante inmediatez y establecer una comunicación más fluida con las necesidades de producción, por lo que la integración de las dos áreas representa una ventaja. A la vez, ayuda a ahorrar costos de personal y de infraestructura, pero las decisiones van a depender no del jefe de mantenimiento sino del responsable de producción, en función de los requerimientos que realice.

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Mantenimiento separado del área de producción

En las empresas medianas, el mantenimiento está separado del área de producción, constituyendo un departamento autónomo. Ahora, mantenimiento responde a su propio líder y no al líder de producción. Sin embargo, otro líder mayor se erige sobre estas dos áreas al que deberán rendir cuentas. Al estar separadas las áreas, la necesidad de incorporar más máquinas es mayor, por lo que se necesitará más personal capacitado de mantenimiento.

De esta manera, el área de mantenimiento es independiente de producción tomando sus propias decisiones y objetivos, pero mantiene el vínculo para atender sus necesidades y establecer una comunicación efectiva. Como ya se trata de una empresa más grande con más colaboradores, el desafío será mantenerse activos. 

Mantenimiento totalmente independiente de producción

En el caso de las grandes empresas, la independencia de las áreas de mantenimiento y producción es total, por lo que estas directamente dependen de la gerencia. A medida que una organización aumenta en escala, los objetivos y también las necesidades van cambiando. 

Entonces, el departamento de mantenimiento tendrá que enfrentar desafíos que involucran a su propia área porque la carga de trabajo de la empresa será mayor y los plazos de tolerancia más exigentes para requerir supervisión de los equipos y máquinas, y asegurar que funcionen correctamente.

¿Cómo influye la tecnología en la estructura del área de mantenimiento?

Aunque la norma considera el mantenimiento como un área lo bastante independiente de producción, el avance de la tecnología está impulsando justamente lo contrario, es decir, eliminar las fronteras entre mantenimiento y producción, y vincularlas en el día a día. Estas tendencias se apoyan en la desaparición de stocks, rentabilizar las inversiones en máquinas más complejas y avanzadas e incorporar la automatización al proceso de producción.

En este sentido, la inversión en máquinas automatizadas ayuda a las empresas a tener una mayor producción sin pérdidas. Además, permite a los operarios agilizar el tiempo y aprender de mantenimiento requisitos básicos para el correcto cuidado de las máquinas. De esta forma, los técnicos de mantenimiento se liberan de tareas rutinarias y de poco valor y en cambio reciben más apoyo de producción. Las máquinas, al ser mejor controladas, cualquier pequeño desperfecto que evidencien será comunicado y corregido a la brevedad. 

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En líneas generales, no hay una estructura de un área de mantenimiento estándar que se aplique a cada organización porque cada una es diferente y tiene necesidades, objetivos y tamaños diferente. Quizá solo las empresas muy grandes mantengan un área de mantenimiento totalmente independiente de producción, pero en las pequeñas y medianas van a tener que involucrarse mucho más para que mantenimiento brinde soporte a producción y producción mejore su rendimiento para facilitarle el trabajo a mantenimiento.