Lo que debes saber para enfrentar todo tipo de cambio en tu empresa

En momentos de crisis surgen cambios dentro de las empresas, estos cambios afectan de acuerdo a su magnitud y el momento en que se aplican. Ten en cuenta que todo cambio tiene diferentes etapas por las que atraviesa. De acuerdo a la escuela de negocios EALDE Business School, estas etapas son las siguientes:

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• Etapa 1. Ansiedad, conmoción y emoción. Primeras reacciones generadas: “Es increíble que me hagan esto, ¿cómo me va a afectar?”, “no lo necesitamos” o “es injusto y no me gusta”.
  
  
• Etapa 2. Resistencia, frustración y enfado. La gente no entiende el cambio porque no se comunicó bien, cree que puede perder algo importante o no está de acuerdo con la premisa del cambio o la información. Otras razones pueden ser que no se confía en los líderes y se desconfía del cambio, o que este produce una fuerte incomodidad personal.
  
  
• Etapa 3. Cambio de rumbo, desesperación y depresión. Pensamientos como “no va a salir bien”, “no puedo hacerlo” o “supongo que tendrá que pasar, mejor lo acepto”.
  
  
• Etapa 4. Exploración, curiosidad y abertura. “¿De qué se trata?”, “espero que funcione”.
  
  
• Etapa 5. Tolerancia, aceptación y emoción. “Va a funcionar”, “va a ser un buen cambio”.
  
  
• Etapa 6. Resultado y emoción. “Lo conseguimos”, “¿cómo se hacía antes?”.

Es importante saber que dentro de las empresas los cambios son inevitables y la mayoría de las veces totalmente necesarios ya que ayudan a mejorar la productividad. Sin embargo, cuando estos cambios se aproximan o, más aún, cuando suceden el miedo a lo desconocido surge.

La mayoría de las veces hay una gran resistencia al cambio, estas causas pueden variar dependiendo del tipo de empresa y de cada persona, dependiendo de su personalidad y de su rol dentro del organigrama. Algunos motivos son:

• Miedo a lo desconocido; incertidumbre.
• Falta de información.
• Factores históricos.
• Percepción de amenazas (pagos, beneficios, etc).
• Clima de baja confianza administrativa.
• Miedo al fracaso.
• Resistencia a experimentar.
• Poca flexibilidad organizativa.
• Aumento de las  responsabilidades laborales.
• Temor a no poder aprender las nuevas destrezas requeridas.
• Falta de tacto en quien introduce el cambio

Es natural sentirse angustiado frente a lo desconocido, lo imprescindible es reconocer el miedo, lograr una comunicación efectiva en el equipo de trabajo y asumir el cambio. Si bien, como hemos dicho antes, los procesos de cambio son distintos en cada empresa y requieren soluciones propias, existen ciertas directrices generales que te pueden ayudar a vencer la resistencia al cambio. A continuación te brindamos una lista de recomendaciones que te servirán a la hora de enfrentar cambios dentro de tu empresa:

• Reconocer el cambio.

  Aceptar que se está pasando por un proceso de cambio es lo principal ya que será el primer paso para lograr controlarse a uno mismo.
  
  

• Reconocer tus temores.

  Muchas veces es muy útil elaborar una lista de cuáles son los miedos que nos da transitar un cambio en lo laboral. Esto te servirá para poder prepararse y saber cómo actuar frente al momento que ese temor se haga realidad permitiéndote dejar de lado la angustia emocional.
  
  

• Aceptar tus sentimientos y buscar apoyo.

  Es muy importante aceptar que estás sufriendo distintas emociones debido a los cambios en tu empresa y buscar apoyo en tus colegas, pareja y amigos para poder compartir experiencias, reacciones y emociones.
  
  

• Administrar el tiempo.

  Cuando estamos preocupados en muchas ocasiones afecta a la productividad, al estado de ánimo. Por lo tanto, si tú estás transitando un cambio dentro de la empresa administra bien el tiempo para que puedas dejar de lado las angustias y afrontar los cambios.
  
  

• Comunicar.

  Los períodos de grandes cambios requieren un mayor esfuerzo por parte de los dirigentes y empleados para enfocarse en la comunicación, esto se debe a que la falta de comunicación genera rumores y es lo que debe evitarse.

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• Capacidad de adaptarse.

  No te sentirás cómodo de un momento a otro, todo cambio lleva su tiempo pero todos los seres humanos tienen la capacidad de hacerlo.
  
  

• Ser flexible.

  Abordar los cambios con una actitud abierta al aprendizaje es la mejor manera. Siempre se debe estar disponible para asumir una nueva tarea.
  
  

• Participar del cambio.

  En la medida que a ti te sea posible participa de reuniones y juntas relacionadas al cambio que está por venir. Esto te permitirá entender el porqué de este cambio.
  
  

• Valorarse.

  Busca y reconoce el valor que aportas a la empresa y busca la manera de serlo aún más para ella.

En conclusión, para enfrentar todo tipo de cambio en tu empresa será muy importante llevar a cabo una comunicación eficaz que servirá para no crear falsas expectativas y así definir, de la mejor manera posible, cuál será el escenario al que se quiere llegar una vez que se ha realizado el cambio. Otra clave estará en la capacidad de negociar de la gerencia, sobre todo en aquellos casos en los que la resistencia es demasiado fuerte, y ante la cual se hace más que necesario llegar a un acuerdo conjunto.