Mantener un hábito existente es más fácil que cambiar. Probar algo nuevo significa que existe la posibilidad de fallar. La mayoría de la gente prefiere quedarse en su zona de confort que aventurarse en el el territorio de la gestión del cambio.
<<<Lo que debes saber para enfrentar todo tipo de cambio en tu empresa>>>
Incluso las personas que afirman disfrutar del cambio pueden encontrarlo desafiante en el lugar de trabajo. Después de todo, elegir hacer un cambio en la vida personal de uno es muy diferente a aceptar un cambio organizacional de arriba hacia abajo
En el mundo de hoy, el cambio es la única constante que nos rodea. En el mundo de los negocios, no es diferente. Para los colaboradores, esto puede resultar difícil de manejar y molesto. Cuando nos esforzamos por lograr una transformación exitosa, debemos considerar las diferentes percepciones de quienes inician el cambio, lo implementan y se ven afectados por él.
En este artículo, encontrarás técnicas para manejar la resistencia al cambio de manera más efectiva. Exploramos los tipos de cambio, problematizamos qué hace que las personas reaccionen de la manera en que lo hacen ante los esfuerzos de transformación y describimos enfoques estratégicos para superar la resistencia al cambio en las empresas.
¿Por qué se produce la resistencia al cambio?
En las empresas modernas de estructuras jerárquicas más planas, los equipos de alto desempeño son más pequeños, más ágiles y ellos mismos estructurados para beneficiarse de la especialización individual sin tener en cuenta el orden jerárquico.
Aunque estos equipos están diseñados para proporcionar la máxima flexibilidad posible en un entorno de constante cambio, es probable que una empresa aún experimente resistencia al cambio.
La resistencia al cambio en las empresas se produce porque la mayoría de las veces los colaboradores no tienen otra opción. Esto desencadena una sensación de pérdida de control e incertidumbre.
Imagínate la implementación de un nuevo software en toda la compañía. El colaborador es competente en el uso de la plataforma anterior y no necesariamente comprende la necesidad de un nuevo sistema. Lo que sí entiende es: esto requerirá esfuerzo para volver a aprender las funciones básicas. Consciente o inconscientemente, puede temer que el cambio perjudique su desempeño laboral.
La gente, por lo general, le tiene miedo a lo desconocido, y con el cambio viene la incertidumbre. Esta es una reacción humana natural fuera del lugar de trabajo, pero dentro de una empresa, el miedo a lo desconocido puede significar incertidumbre e imprevisibilidad en el trabajo.
Como dice el refrán, "Si no está roto, no lo arregles", por lo que los colaboradores que no pueden entender el motivo del cambio lo verán como una forma de amenaza a la seguridad de su trabajo y, por lo tanto, lo resistirán.
De manera similar, la sensación de pérdida de control invitará a la resistencia al cambio entre los colaboradores. Si sienten que los cambios que se están produciendo se les imponen, en contra de su voluntad, se resistirán. Asegurarse de que haya una comunicación bidireccional entre los gerentes de cambio y el personal fomentará un sentimiento de aceptación y les hará saber que no solo importan sus opiniones, sino que están "al tanto".
Por otro lado, una mala comunicación conducirá también a la resistencia al cambio. Si los colaboradores no se sienten parte del proceso o no piensan que están siendo actualizados o incluidos en el progreso de un proyecto, entonces se resistirán al cambio o se volverán indiferentes hacia él.
Ninguna de estas reacciones es deseable cuando se intenta generar un cambio, ya que se necesita cooperación en todos los niveles. Si el proceso de cambio se comunica de manera eficaz y los colaboradores comprenden no solo por qué está ocurriendo el cambio, sino también cómo mejorará su día a día, no sentirán la necesidad de resistirse.
Finalmente, todos somos criaturas de nuestra experiencia. Si los colaboradores han tenido malas experiencias en lo que respecta al cambio organizacional, proyectarán esos temores en el cambio actual.
Los gerentes de cambio deben tener cuidado y escuchar las experiencias de los colaboradores para asegurarse de que no se repitan errores similares. Cuando estos sientan que se escuchan sus voces, serán más receptivos al cambio y será menos probable que se resistan.
¿Cómo identificar la resistencia al cambio?
La resistencia al cambio puede manifestarse de varias formas diferentes. Podría presentarse en forma de plazos incumplidos, compromisos fallidos, ausencias de las reuniones y una sensación general de apatía, todos indicadores de que el personal no está satisfecho con los lineamientos que sigue la empresa.
Pero también puede manifestarse la resistencia al cambio de parte de los ejecutivos y líderes, que revelan una actitud de reticencia frente, por ejemplo, a implementar tecnologías de automatización para facilitarles la vida a los colaboradores que todavía realizan tareas manuales y repetitivas. O por ejemplo, la resistencia de algunos superiores a permitir el home office de manera efectiva y permanente, tras la pandemia, para los trabajadores que así lo requiriesen.
Superar la resistencia al cambio en las empresas no tiene que ser una batalla constante en un entorno de mercado en donde las empresas están en constante cambio. Con una estrategia proactiva y visión de futuro, la resistencia primero se reduce y luego se elimina.
Estrategias para vencer la resistencia al cambio.
A continuación, te presentamos estas 8 estrategias o enfoques que puedes considerar para superar la resistencia al cambio en tu empresa.
1. Escucha primero, habla después.
La primera estrategia para superar la resistencia al cambio es la comunicación. La comunicación es clave, ya lo sabías. Sin embargo, deja que tus colaboradores inicien la conversación. Las personas quieren ser escuchadas y darles la oportunidad de expresar sus opiniones ayudará a aliviar la frustración que sienten por la situación.
Además, los pensamientos, inquietudes y sugerencias de tus colaboradores resultarán tremendamente valiosos para dirigir tu proyecto de cambio. Como mínimo, comprenderlos te ayudará a identificar la raíz de la resistencia al cambio.
2. Comunicar las razones del cambio.
La siguiente estrategia para superar la resistencia al cambio es comunicar el por qué, el qué y el cómo. Desarrolla un plan de comunicación que sea más que decirle a tus colaboradores lo que quieres que hagan. La comunicación eficaz segmenta y se dirige a cada audiencia, centrándose en lo que les importa y necesitan saber. Subraya por qué este cambio los beneficiará.
3. Demostrar interés en el cambio.
La forma en que comuniques el cambio tiene un gran impacto en la cantidad de resistencia al cambio que se producirá. Si comunicas de todo corazón las razones del cambio, tu convicción será contagiosa. Cualquier vacilación socavará la operación, porque antes que nada, tú debes estar seguro de implementar el cambio para que los demás se convenzan y lo acepten.
4. Adapta el cambio al resto de tu personal.
El cambio solo es posible si tus recursos humanos están a bordo, así que asegúrate de que los cambios se aborden en términos de tu equipo. Si estás implementando un nuevo sistema de software, planifica tu proyecto desde el punto de vista de la adopción por parte del usuario en lugar de centrarte en la tecnología.
No se trata de lo que puede hacer la tecnología, se trata de lo que el usuario puede hacer con la ayuda de esta nueva tecnología.
5. Cambio de delegado.
Una gran estrategia para superar la resistencia al cambio es: Combatir la resistencia con cultura. Primero, capacita a los miembros del equipo que son líderes naturales. Servirán como modelos a seguir e influenciadores para el resto de tus colaboradores. Esto tiene un efecto dominó.
6. Muéstrales los datos.
Si bien la resistencia al cambio suele ser más emocional que lógica, puede resultar útil utilizar algunos hechos concretos como estrategia complementaria. Deja que tus colaboradores vean los datos por sí mismos. Esta es una excelente manera de mostrar transparencia y demostrar al mismo tiempo la necesidad de mejorar.
7. Implementar en etapas.
Ya sea digital u otro, cualquier tipo de transformación no puede ocurrir de la noche a la mañana. Tenía que haber una preparación adecuada antes del cambio, con mucha anticipación y participación de los colaboradores en todos los niveles. La implementación del plan por etapas les permitirá abordar el cambio paso a paso, aprendiendo las habilidades nuevas y relevantes a medida que avanzan.
Esta es una forma mucho más fácil de digerir el cambio y se sentirá menos drástica para aquellos que están aprendiendo nuevas habilidades e información, lo que significa que es menos probable que se resistan a los cambios que se avecinan.
8. Practica ejercicios de gestión del cambio
La resistencia al cambio suele estar impulsada por emociones como el miedo y el sentimiento de amenaza. Para ayudar a combatir esto, hay una serie de ejercicios simples que todo el personal de la empresa puede hacer para simular la sensación de cambio.
Estos ejercicios, que incluyen cruzar los brazos en un sentido y luego cambiarlos o hacer rebotar pelotas para mostrar a las empresas que “se recuperan”, también son un poco divertidos y no son amenazantes, a diferencia de lo que puede ser el cambio genuino. El objetivo de estos ejercicios es mostrar que, aunque el cambio puede resultar incómodo al principio, uno se acostumbra a la nueva realidad con bastante rapidez.
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En conclusión, la resistencia al cambio se manifiesta en gran medida en los colaboradores cuando va a impulsarse un cambio significativo desde la dirección y ellos no estaban preparados para enfrentarlo. Pero asimismo, la misma resistencia puede arremeter en los perfiles ejecutivos más conservadores que miran de reojo el avance tecnológico tan acelerado de los últimos años y los desafíos que plantea el teletrabajo.
En definitiva, para vencer la resistencia al cambio, primero debes amigarte con la tecnología digital actual, haciendo de ella tu mejor herramienta de transformación empresarial y luego enseñarles a tus colaboradores el camino.
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