Desarrollo de equipo: Principales acciones para gerentes

La actividad de un gerente no es nada fácil y muchas veces no se le da el crédito que merece porque se piensa erróneamente que se encuentran en una posición de privilegio cuando nada más lejos de la realidad. Una de las principales funciones del rol de liderazgo en los gerentes es el desarrollo de equipo. Construir equipos de alto rendimiento es el sueño de toda organización, pero no puede ser el único propósito si se deja de lado el aspecto humano, la única cualidad que nos distingue de una IA.

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La capacitación constante es una de las principales prácticas que todo líder implementa para llevar la eficiencia y productividad de los equipos a un nivel superior. Sin embargo, la transmisión de conocimientos sin un enfoque humano no es diferente del aprendizaje automático que desarrolla una tecnología para replicar una tarea inicialmente ejecutada por personas. El desarrollo de equipo apunta no solo a formar profesionalmente a los colaboradores para que sean mejores en lo que hacen sino para que sean mejores en todo sentido.

Un desarrollo de equipo efectivo brinda seguridad a las personas, le aporta herramientas de liderazgo que también puede aplicar en el futuro desde su experiencia con sus semejantes y les ayuda a ser más empáticos, intuitivos y prácticos en la resolución de problemas. En pocas palabras, es una herramienta muy eficaz para la vida, tanto para el líder como para el liderado, porque ambos se nutren con un aprendizaje más allá de cualquier manual de gestión. Aquí en este artículo exponemos las principales acciones de desarrollo de equipo para gerentes.

Principales prácticas efectivas de desarrollo de equipo

Ya sea que estés contratando nuevas personas a tu equipo o formando un nuevo equipo de cero, a continuación, te compartimos una serie de buenas prácticas para gerentes con el fin de romper el status quo respecto al desarrollo de equipo para lograr mayor productividad y perspectivas de crecimiento profesional.

1. Establecer funciones, responsabilidades y expectativas claras.

En todo equipo de trabajo, ya sea estable o recién formado, es necesario aplicar claridad en las funciones, roles y responsabilidades que deberá desempeñar cada profesional. Luego, como líder debes comunicar tus expectativas concernientes a los objetivos del equipo, es decir, a donde quieres llegar trabajando en conjunto y de qué modo el aporte de cada uno moverá el engranaje de la gran maquinaria empresarial. 

Al establecer funciones y responsabilidades claras, te permitirá potenciar la propiedad sobre el equipo. Con expectativas definidas y objetivos claramente comunicados, tu equipo tiene más chances de ser exitoso cuando las personas comprenden perfectamente cuál es el rol de cada uno y cómo pueden mejorar para colmar esas expectativas de los gerentes.

2. Empoderar a tu equipo para tomar decisiones inteligentes.

La palabra “empoderamiento” no es solo un término de moda referido a la conquista de los derechos de las mujeres y de otros colectivos, sino que representa la adquisición merecida de un poder o una habilidad para tomar decisiones importantes que impacten en los resultados de la empresa. Empoderar a tus colaboradores implica saber delegar responsabilidades que quizá en otras circunstancias las harías tú mismo y desarrollar la confianza necesaria para garantizar el cumplimiento de la responsabilidad delegada.

3. Fomentar la escucha activa y la retroalimentación.

Escuchar es un aspecto clave tanto para un equipo como para su líder. Los líderes que escuchan, especialmente en esta era digital, presentan equipos mejor desarrollados. La escucha activa debe estar presente tanto dentro de la oficina como en remoto, y especialmente en remoto porque la gente está trabajando a la distancia, por lo que debes prestar atención a lo que necesiten, en términos de colaboración, ayuda o apoyo emocional.

Cultivar la empatía en tu equipo es fundamental para que todas las personas entiendan que deben trabajar en conjunto para obtener mejores resultados en el logro de los objetivos diarios. Por su parte, la retroalimentación aumenta la confianza y madurez, generando una cultura en la que los comentarios son  bienvenidos y aceptados. Abrir un diálogo y una comunicación amena puede eliminar esa sensación de miedo e inhibición que llega a provocar el ambiente de la oficina.

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4. Promover un liderazgo inclusivo y generador de sentido de pertenencia.

Los equipos con integrantes que tienen sentido de pertenencia superan a los que no lo tienen. Cuando los líderes promueven la inclusión, está demostrado que los colaboradores son un 50% más productivos, un 90% más innovadores y un 150% más comprometidos. El liderazgo inclusivo genera como resultado un 54% menos de rotación de personal. Ser inclusivo implica aceptar que las personas son diferentes y eso es totalmente normal y positivo para la integración del trabajo.

Cuando en un equipo las personas sienten que se respeta sus diferencias, ya sean ideológicas, religiosas, culturales o sociales, se crean vínculos más sólidos y se cortan de raíz los prejuicios o condicionamientos con los que muchas personas nacen y mantienen sin una buena orientación hacia la tolerancia y empatía hacia la realidad del otro.

5. Crear rituales en el equipo. 

Una de las claves de desarrollar un equipo exitoso y colaborativo es creando rituales que logren unirlos como personas, como por ejemplo, juntarse una vez al mes para celebrar un after office y compartir un encuentro fuera de la oficina y el ambiente laboral, a fin de conocerse desde el lado más humano, que muchas veces aporta más elementos para llevarse bien y tratar con las personas que solo interactuando desde el ámbito de trabajo.

Hay personas que fuera del espacio de trabajo son más auténticos y comunicativos. Si promovemos esta práctica, generarás más confianza entre los colaboradores más cerrados, introvertidos o tímidos del equipo, lo que te dará un panorama más amplio y enriquecedor de su propia visión del mundo. Integrar a los “desintegrados” te permitirá fidelizarlos y aumentar su compromiso con la empresa.

6. Proporcionar entrenamiento.

Cuando las personas tienen acceso a un entrenamiento personalizado, es increíble cómo aumenta su motivación y las ideas fluyen como agua. Brindar capacitación no solo en habilidades duras sino principalmente en el desarrollo de habilidades blandas facilitará en los colaboradores la resolución de problemas y la eficacia en la toma de decisiones. Esto reducirá la frustración frente al fracaso o los errores, y evitará la ansiedad a la hora de asumir nuevos desafíos.

7. Desarrollar en las personas una mentalidad de crecimiento.

Finalmente, y relacionado con el punto anterior, la mentalidad de crecimiento contribuye al entrenamiento de la autoestima y el desarrollo de habilidades emocionales y cognitivas para promover la superación personal. 

Es importante convencer a las personas de que no hay un límite ni tiempo para aprender una habilidad o competencia nueva y que todos necesitamos el apoyo de un líder o guía que ya transitó antes el mismo camino, por lo que ya tiene la experiencia para brindar consejos a quien se está preparando para dar un nuevo paso importante en su carrera profesional.

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Un desarrollo de equipo efectivo permite mediar entre lo que necesita la organización y lo que necesitan los seres humanos que conforman tu equipo de trabajo. Construir un equipo sirve para poder desarrollar un músculo de trabajo eficiente, una metodología de aprendizaje, una unión de perspectivas y miradas en las cuales maximizar la productividad, apalancado en procesos formalizados que permiten hacerlo replicable y flexible en el tiempo.