Las empresas administradas por la gestión por resultados, generalmente comienzan un proceso de planificación teniendo en cuenta su visión, misión y valores. Recién cuando la misión organizacional se traduce en un plan estratégico, la alta dirección puede guiar ese plan a través de la creación de objetivos estratégicos para que el nivel operativo lo lleve a cabo, siguiendo las tácticas de los líderes departamentales para hacer cumplir el plan, aunado a los propios objetivos operativos.
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Para definir un objetivo estratégico, toda empresa debe tener un norte hacia dónde ir, saber qué quiere lograr, de qué manera y cuándo lo hará. Sin esta perspectiva clara, será difícil elaborar un plan estratégico a la medida que incluya dicho objetivo.
A raíz de esto, lo más probable es que no se cumplan las metas de ese plan y el objetivo tampoco llegue a realizarse, porque las acciones contenidas dentro de los procesos y proyectos que deben ejecutar el plan estratégico no estarán correctamente organizadas por los responsables de áreas. Entonces, aunque los objetivos operativos de cada área se cumplan, estos no estarán alineados con los objetivos estratégicos.
Entender con claridad cómo funciona un objetivo estratégico y cómo definirlo ayudará a elaborar un plan estratégico alcanzable para el nivel operativo. En este artículo, explicamos qué es y en qué se diferencia de un objetivo operativo y cuáles son los principales errores en la definición de objetivos estratégicos
¿Qué es un objetivo estratégico?
Los objetivos estratégicos son metas organizacionales a largo plazo que ayudan a convertir una declaración de misión de una visión general en planes y proyectos más específicos. Establecen los principales puntos de referencia para el éxito y están diseñados para generar resultados medibles, específicos y realistas de la declaración de la misión que la alta dirección puede utilizar para conducir la toma de decisiones.
Los objetivos estratégicos normalmente se desarrollan como parte de un plan que abarca de dos a cuatro años, en el que se detectan las fortalezas y debilidades clave de la empresa y se determinan las expectativas específicas que permitirán que la organización alcance su objetivo general o declaración de misión.
¿Qué es un objetivo operativo?
Los objetivos operativos son metas de referencia trimestrales o incluso anuales de un proceso o proyecto que integran objetivos estratégicos más amplios. Estos objetivos operativos se definen junto a los objetivos estratégicos de un plan y brindan un medio para que la dirección y el personal dividan una meta estratégica más amplia en tareas factibles. La principal diferencia radica en que estos corresponden a un área de la empresa en particular.
Por ejemplo, en el caso de que el objetivo estratégico de una empresa de productos electrónicos busque lograr un aumento del 50% de las ventas de tablets, requerirá completar el objetivo operativo para desarrollar y ejecutar una estrategia de marketing efectiva, alineada con otros objetivos operativos. Del mismo modo que con los objetivos estratégicos, los objetivos operativos también deben ser medibles y específicos, aunque su enfoque es más limitado.
¿En qué se diferencia un objetivo estratégico de un objetivo operativo?
La diferencia más relevante entre un objetivo estratégico y operativo es su marco temporal. Mientras que los objetivos operativos son metas a corto plazo, los objetivos estratégicos apuntan a metas de mediano y largo plazo.
Los objetivos estratégicos y operativos también funcionan de manera diferente en la práctica, ya que los estratégicos suelen ser demasiado amplios para ser ejecutados en un proceso específico de tareas diarias o proyectos semanales. Por otro lado, los objetivos operativos son lo suficientemente específicos para ser considerados realizables en la asignación diaria de tiempo y activos.
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¿Cómo se alinean los objetivos estratégicos y operativos?
Aunque los objetivos estratégicos y operativos son esencialmente diferentes, es importante reconocer que se encuentran intrínsecamente vinculados. Es improbable que una empresa alcance un objetivo estratégico si no lo traduce de manera efectiva en objetivos operativos viables. Asimismo, los objetivos operativos carecerán de integración entre sí y con el objetivo general de la organización si no están diseñados para promover el logro de los objetivos estratégicos.
En pocas palabras, los objetivos estratégicos solo se vuelven relevantes cuando se traducen en objetivos operativos y los objetivos operativos solo son efectivos cuando están diseñados para apalancar a un objetivo estratégico.
Errores comunes en la definición de un objetivo estratégico
Hemos definido qué se entiende por objetivo estratégico y establecimos diferencias con respecto a lo que es un objetivo operativo. Ahora estamos en condiciones de identificar aquellos errores usuales que podemos llegar a cometer en la definición de objetivos estratégicos.
1. Establecer objetivos poco realistas.
Según la teoría de aplicación para los objetivos SMART, todo objetivo debe ser realista y alcanzable, por lo que deberás tener en cuenta recursos como el presupuesto, tiempo y personal humano para llevarlo a cabo. A menudo, en la ilusión y ambición de abarcar demasiado pretendiendo lograr resultados inmediatos y exitosos, se pierde el norte hacia el que buscas encaminar tu empresa.
Analiza el estado actual de tu empresa y en función de ello define los objetivos, ya que de esa forma podrás trazar objetivos realizables y realistas enfocados en mejorar algún aspecto del estado de tu organización para hacerla más fuerte y competitiva en el mercado.
2. No tener en cuenta referencias históricas.
Si no revisas de forma detallada los objetivos planteados anteriormente por tu empresa y cuáles fueron los resultados, no tendrás la referencia histórica que te brinde una base sobre la cual iniciar la definición de objetivos estratégicos. Consulta planes estratégicos antiguos. De esta manera, evitarás volver a cometer los mismos errores del pasado en el plan estratégico y te ayudará a entender dónde centrar tus esfuerzos para establecer un objetivo estratégico alcanzable.
3. No alinear el objetivo estratégico con los procesos y proyectos de cada área.
Si tu objetivo estratégico no está alineado con los procesos y proyectos de cada departamento, es probable que no se realice de manera correcta, y los procesos y proyectos realicen tareas que no se orientan hacia ningún fin. Al mismo tiempo, es fundamental que objetivo estratégico y capital humano estén alineados adecuadamente para que los esfuerzos de la empresa en su conjunto vayan hacia una misma dirección.
4. No documentar el plan estratégico con los objetivos.
Nunca es conveniente dejar las ideas en el aire cuando pueden ser documentadas o registradas, en especial si se trata de fijar un objetivo estratégico, ya que a través de un plan se le puede brindar seguimiento a medida que se avanza en la ejecución de este y se pueden visualizar los resultados.
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A modo de síntesis, un objetivo estratégico es una meta organizacional a largo plazo que busca alcanzar un fin general que encamine las acciones de tu organización. El objetivo operativo es aquel que se conecta con el objetivo estratégico implementando los procesos y proyectos necesarios para cumplirlo en el plazo establecido. Ambos son importantes y se complementan: el objetivo estratégico son las ideas y el objetivo operativo las acciones para darles forma y sentido práctico en el mundo de los negocios.
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