¿Cómo afecta tu vida profesional en tu vida personal?

El 67% de los profesionales de recursos humanos piensan que a sus colaboradores les influye menos su vida profesional sobre su vida personal que a ellos. Esta inferencia se desprende a partir del hecho de que los líderes empresariales o ejecutivos han asumido la normalidad de sus vidas personales en medio de sus vidas profesionales. 

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Además, no es de extrañar que los empresarios sientan su empresa y vida empresarial como su vida misma, y que fuera de ese ámbito se sientan vacíos o extraños.

No así los colaboradores que ya tenían una vida personal mucho antes de trabajar en una empresa, y que generalmente distinguen entre su trabajo y la vida personal, ya que prefieren no mezclarla y sí disfrutar del tiempo que tienen con su familia y amigos para hacer otras actividades.

En cambio, los líderes empresariales no pueden hacer esa escisión porque hay demasiadas cosas que dependen de ellos como para desconectarse muchas horas con sus familias y amigos.

A esto hay que agregar que esas familias ya aceptan esa realidad porque se acostumbraron, o bien porque pertenecen al mismo círculo empresarial, por lo cual tomar decisiones que atañen a la empresa es para estas personas cuestiones personales.

El objetivo de este artículo es mostrarte cómo afecta tu vida profesional en tu vida personal, si es que existe tal división para los directores y gerentes de empresas. A continuación, te proponemos un listado de señales que pueden revelarlo.

1. Tu empresa es parte de tu vida personal.

Te costó mucho esfuerzo, años de estudio y sacrificio fundar tu empresa. La consideras como si fuera una hija, y por lo tanto, debes cuidarla y dedicarle tiempo para hacerla crecer fuerte.

No es simplemente un trabajo porque al trabajo no le dedicas todo tu tiempo, recursos y energías, en cambio, tu empresa es tu creación personal, por eso, es muy difícil delimitar lo profesional de lo personal cuando volcaste en tu vida profesional toda tu persona. 

2. No te tomas vacaciones sin llevarte la notebook.

Raras veces decides tomarte vacaciones, pero cuando lo haces mantienes una inevitable conexión con la actividad empresarial teniendo activo tu perfil trabajo, consultando la actividad de tu empresa en la notebook o tablet, al menos en los ratos en que te encuentras en el hotel. además de hacer eso, a menudo dedicas tiempo para pensar nuevas ideas a implementar en tu empresa. 

Tus vacaciones en compañía de tu familia, si la tienes, son escasas, y siempre buscas esos espacios de tranquilidad para dedicarle a tu vida empresarial , ya sea resolviendo problemas puntuales o pensando nuevas estrategias.

Te gusta inspirarte viendo videos y programas televisivos u online sobre negocios y actualidad para evaluar tus oportunidades de crecimiento y generar negocios rentables. 

3. Tus temas de conversación casi no salen del ámbito profesional y empresarial.

Te cuesta hablar de otra cosa que no sea de tu empresa o de negocios porque sabes de eso y deseas que tus interlocutores hablen el mismo lenguaje que tú para aprender o capacitar. Cuando no es así, la conversación puede perder relevancia para ti, aunque no lo demuestras y te esfuerzas por comprender de buen grado los intereses del otro.

4. Vives pendiente de los números de tu empresa y de los cambios en la economía. 

La mejor forma de conocer el estado de tu empresa es obteniendo indicadores de rentabilidad, del rendimiento de tus colaboradores, etc., pero en ocasiones la necesidad de conocer esos números se vuelve casi una obsesión como si tu vida dependiera de ello. En parte es así, pero lo que no necesitas es consultar estos números todo el tiempo porque estas métricas no se van a ir a ninguna parte.

Asimismo, como los números son importantes para ti, es posible que en función de esas cifras te preocupen los cambios económicos en el mercado para evitar tomar malas decisiones que perjudiquen tus negocios. Como sabrás, vivir pendiente de los movimientos financieros de tu empresa puede ocasionar que afecte tu vida profesional en tu vida personal.

5. Educas a tus hijos en la formación empresarial.

No es muy común que en las escuelas se enseñe educación financiera, pero en una familia de base empresarial seguramente estará muy presente en la crianza de los hijos para que, o bien sigan los pasos de los padres o al menos sepan administrar con inteligencia sus finanzas. 

La parte positiva es que tus hijos crecerán con más herramientas para enfrentar la vida y tener criterio e intuición para generar negocios rentables. La parte negativa es que la exigente educación que recibirán acortará significativamente su niñez porque tendrán que asumir responsabilidades desde muy jóvenes. 

6. Nunca tienes tiempo libre y tampoco te importa tenerlo.

La falta de tiempo libre se convierte en una elección para algunas personas, básicamente, para quienes tienen una actividad empresarial muy intensa teniendo equipos a cargo o roles clave al momento de tomar decisiones.

Reza una frase: “si amas tu trabajo, no tendrás que trabajar un solo día de tu vida”. Y ciertamente los líderes empresariales aman su empresa y la actividad que desempeñan en ella. Por eso no lo consideran un trabajo en sí mismo, sino un proyecto de vida, como una familia o cambiar los hábitos de salud.

7. Fuera de tu mundo empresarial te sientes perdido.

Es probable que no te sientas tan a gusto en otras actividades que no se relacionen con la administración y los negocios, si le has dedicado muchos años y no has desarrollado otras inclinaciones.

Como eventualmente alguien te puede incentivar para realizar algún deporte, aprender alguna disciplina nueva o ciencia que en nada tenga que ver con lo que haces, puede ser interesante permitir el acercamiento a intereses nuevos para desestresar la mente.

8. Te cuesta delegar actividades porque exiges y te exiges demasiado. 

Uno de los rasgos más desesperantes de las personas perfeccionistas que se dedican al mundo de los negocios es la incapacidad de delegar responsabilidades por creer erróneamente que nadie mejor que ellos pueden hacer las cosas como se deben. 

Esto permite que influya la vida profesional en la vida personal porque asumen demasiadas responsabilidades que restan tiempo para enfocarse en otras actividades y proyectos. En consecuencia, nadie llega a estar a la altura de tus expectativas y exigencias y asumes que enseñarles a hacer lo que tú obstinadamente haces constituye una pérdida de tiempo, tanto para ti como para tus colaboradores.

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Estas señales que identificamos revelan hasta qué punto afecta tu vida profesional en tu vida personal y no te has dado cuenta. Si bien es cierto que los líderes empresariales tienen una rutina diferente a los trabajadores y que es casi inevitable que lo profesional y lo personal se entrecrucen, se puede mejorar esta confluencia otorgando equilibrio para disfrutar más de la vida y de lo que nos apasiona, en compañía de nuestros seres queridos.