¿Cómo volver una PyME escalable? El desafío del crecimiento

Las pymes representan una de las fuentes más importantes de empleo formal en Latinoamérica, por lo que su permanencia permite activar la economía a través de la producción. No obstante, esta denominación debe involucrar un estadio del ciclo de vida de una empresa promedio antes de comenzar su crecimiento. Ser una pyme no es una categoría de empresa sino una etapa temporal que atraviesa en sus inicios, en donde buscará sostener un modelo de negocio replicable que acompañe ese crecimiento hacia el desarrollo de una empresa más escalable.

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Según las estadísticas, la mayoría de las pymes después de 5 años deberían estar preparadas para convertirse en empresas grandes, si reúnen las condiciones favorables del mercado. El problema es que muchas pymes latinoamericanas no son escalables porque las políticas y condiciones sociales limitan su capacidad de escalabilidad. Las cifras indican que solo el 45% de las pymes sobreviven en sus primeros dos años de actividad, a pesar de que constituyen el 60% del trabajo formal de la población activa y aportan el 25% del PBI en Latinoamérica.

Del mismo modo, son las pymes latinoamericanas las organizaciones que más dificultades presentan a la hora de hacer escalable su negocio, porque se enfocan mucho en el día a día y no en el futuro, por lo que es fundamental revertir esa situación para que la economía de LATAM no se vea más afectada. En este artículo, te contamos cómo volver una pyme escalable mostrándote 3 desafíos típicos que enfrentan hoy en día las pymes. 

Principales desafíos de las pymes latinoamericanas

La escalabilidad, como su nombre lo indica, es la capacidad de que una pequeña empresa pueda cambiar de escala o tamaño para adquirir una mayor dimensión. Una empresa es escalable cuando puede aumentar su volumen de trabajo, las ganancias y los recursos sin comprometer los costos. Hemos recopilado 4 desafíos que tienen en común las pymes durante los primeros años y que son las principales razones que les impiden escalar y permanecer en el tiempo.

1. Planificación estratégica deficiente.

Todo modelo escalable debería ser planteado desde el inicio de un negocio, ya que de lo contrario su crecimiento será desordenado y poco sostenible a largo plazo. Ahí es cuando entra en juego la planificación estratégica. Planificar implica proyectar a dónde la empresa quiere llegar en el futuro. Sin embargo, la mayoría de las pymes a menudo se rehúsan a planificar porque suponen que la planificación es para las grandes empresas y que mientras están en la etapa de pyme el precio a pagar es vivir al límite, es decir, saturados de trabajo.

Muchas de estas empresas que viven al límite y sin planificar son pymes familiares con menos de 10 colaboradores, varios de ellos incluso pueden ser los hijos o hermanos de los dueños. El hecho de ser familia disuaden más las ganas de planificar, y en su lugar prefieren trabajar las tareas sobre la marcha porque de todas formas “se van a seguir viendo más tarde”. 

La necesidad de planificar reside en que permite acceder a los datos del mercado, las acciones de la competencia, los comportamientos de los clientes y todo aquello que podría influir en el alcance de los objetivos. La planificación te ayuda a ordenar las acciones que te llevarán a cumplir con tus objetivos, como así también brindarte herramientas prácticas de resolución de problemas para enfrentar cualquier cambio o evento inesperado. 

Una planeación estratégica efectiva proporciona una hoja de ruta para elegir estrategias y acciones más efectivas que permitirán tomar decisiones más acertadas y alineadas con los objetivos estratégicos. Lo recomendable es realizar una planificación anual con revisiones mensuales en todas las áreas y luego obtener indicadores.

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2. Formalización de procesos.

Tener procesos formalizados es uno de los principales caminos hacia la escalabilidad en tu pyme. Sin embargo, muchas pequeñas empresas no cuentan con procesos formalizados ni están pensando en ello. Pero antes de pensar en formalizar procesos, es sumamente importante primero identificarlos y conocerlos. A partir de ese momento, se los debe dejar sistematizado en un documento, con todas sus características y funcionamiento.

Gestionar por procesos te permite realizar las tareas de manera homogénea, por lo que cada persona puede seguir una estructura preestablecida para basarse en la ejecución de sus tareas. De esta forma, se da prioridad a lo que sucede en cada área priorizando a la vez los procesos más importantes en función de los objetivos estratégicos que plantea la organización. Estos procesos que requieren mauro prioridad son lo que se conocen como procesos críticos. 

Cabe recalcar que el know how de los procesos es de las organizaciones y no de las personas. Esto evita que el conocimiento de un proceso permanezca solo con una persona y no con el resto de los colaboradores, a fin de evitar que si un colaborador abandona la empresa nadie pueda replicar su rol en una sucesión de actividades y tareas.

3. Financiamiento de pyme. 

Para toda pyme suele ser un gran desafío obtener financiamiento para iniciar su negocios. Las estadísticas muestran que el 65% de las pymes de Latinoamérica necesitan apoyo bancario para su financiamiento. Sin embargo, al depender de la disposición del sistema bancario para acreditar estos planes de financiamiento, muchas veces las pymes cuentan con recursos limitados para solventar su negocio.

Otra forma de financiamiento de las pymes es acceder a una incubadora de empresas y fondos de inversión para las startups. Una incubadora ayudará justamente a una empresa en su fase temprana de pyme para acelerar su crecimiento. Así, las pymes obtienen apoyo bancario de estas organizaciones, a través de capital, asesoría, infraestructura y contactos.

4. Acceso a la tecnología.

Una vez que una pyme adoptó el hábito de la planificación, formalizó los procesos y encontró financiamiento para impulsar su negocio, es momento de pensar en implementar tecnología a través de alguna herramienta de automatización. Tecnologizar los procesos es una decisión que generalmente toman las empresas para mejorar la productividad agilizando las tareas manuales y repetitivas, optimizar el tiempo de los colaboradores y reducir el error humano. 

La tecnología bien implementada permite a las pymes ser escalables con una inversión mínima, pero siempre teniendo los procesos formalizados. De lo contrario, la automatización o el uso de la inteligencia artificial se convertirán más en una pérdida de tiempo y sobrecostos que en una solución rentable a largo plazo. Las herramientas más valoradas en la actualidad son las soluciones en la nube, como Saas, que no requiere de un equipo especializado de IT para su instalación, como sí lo necesitan las soluciones de escritorio. 

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En resumen, si bien no se trata de una fórmula mágica, si quieres entender cómo volver una pyme escalable, tienes que tener en cuenta estos 4 desafíos a superar: incorporar la planificación estratégica anual, formalizar los procesos, obtener financiamiento adecuado para impulsar tu negocio y, finalmente, implementar la tecnología. Sabemos que el camino no es fácil, pero ya tienes la información para dar el primer paso para escalar al siguiente nivel.