El marketing estratégico es un sector del marketing, el cual se encarga de analizar el mercado con el objetivo principal de detectar las necesidades de los usuarios y así generar acciones tendientes a conseguir resultados específicos.
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Básicamente, la finalidad del marketing estratégico es conocer y entender las necesidades de los clientes para crear productos o servicios que sean de su interés y que lleguen a satisfacer sus expectativas, partiendo del conocimiento que la marca ha asimilado de su interacción con estos.
Muchas veces las empresas construyen un marketing no estratégico y no se dan cuenta, pero luego se preguntan por qué no obtienen los mismos resultados que otras empresas, si hicieron una gran inversión y lanzaron campañas publicitarias ambiciosas para generar impacto en el público objetivo.
Probablemente la respuesta sea que esas campañas de marketing no siguen un plan estratégico, sino que más bien se tratan de acciones que obedecen a un impulso desesperado de vender. En consecuencia, sin acciones destinadas a lograr un resultado específico, por más bien ejecutadas que estén, no será un marketing estratégico.
Para arrojar un poco de luz sobre este aspecto del marketing, es que elaboramos este artículo identificando las 7 señales de un marketing no estratégico, a fin de que puedas conocer si este es o no tu caso.
1. Realizar acciones aisladas por falta de un plan de marketing.
Siguiendo el planteamiento anterior, cuando no se efectúan las acciones concatenadas de un plan estratégico de marketing, se terminan generando acciones aisladas que conllevan inversiones elevadas y sin resultados o con resultados mediocres que no aumentan el retorno de la inversión. En este sentido, es fundamental poder definir en primer lugar el plan de marketing sobre el cual se van a realizar las acciones enfocadas a cumplir con el objetivo de este plan.
El plan de marketing debe dirigirse hacia un objetivo realizable. Las acciones aisladas que no responden a ningún esquema de planificación están destinadas a fracasar y convertirse en un costo importante para la empresa que atenta contra su rentabilidad.
2. No generar resultados.
El marketing estratégico está orientado a generar resultados medibles. Si tu empresa no obtiene dichos resultados pactados previamente, significa que implementas un marketing no estratégico, el cual no está correctamente enfocado en obtener clientes potenciales que se conviertan, luego de un proceso comercial, en clientes.
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3. No construir un buyer persona.
Un buyer persona es una representación semificticia de tu cliente ideal, por lo tanto, todas las empresas deben o deberían construir su propio buyer persona, porque a través de esta figura de cliente ideal, pueden segmentar el público hacia el cual va dirigida la marca.
Está basado en datos reales sobre el comportamiento y las características demográficas de tus clientes, así como en una creación de sus historias personales, motivaciones, objetivos, retos y preocupaciones.
Definir acertadamente tu buyer persona se logra en función del contacto con tu público objetivo, de modo tal que a través de un rápido análisis puedas identificar características comunes entre los compradores potenciales de tu marca. Cuando no defines a esta persona ideal, diriges tus esfuerzos de marketing a ciegas y probablemente tus productos o servicios no generen tanto interés en un público genérico.
4. No tener objetivos claros.
De nada sirve tener un plan de marketing con objetivos que no están claros. En primer lugar, debes definir objetivos SMART. Estos son objetivos inteligentes, los cuales deben ser:
Específicos: concretos en sí mismos y apuntar a un fin determinado a lograr. Medibles: deben poder medirse a través de indicadores para comprobar su progreso. Realizables o realistas: deben adecuarse a las circunstancias socioeconómicas de la empresa para que sea posible cumplirlos. Relevantes: es el objetivo que está alineado con los objetivos generales. Temporales: están limitados a ser cumplidos en un plazo de tiempo determinado.
Para que un objetivo genere métricas, debe ser específico. De otra forma, no es posible interpretar si los resultados están dentro de lo esperado. Además, es necesario proveerse de herramientas de medición, como algún software o metodología de análisis que facilite saber en qué medida se alcanzó el resultado previsto.
5. No tener bien claro la diferencia entre branding y marketing estratégico.
Los dos pilares clave del marketing son el branding y el marketing estratégico, pero hay que comprender cuáles son sus principales diferencias. Mientras que el branding es el conjunto de acciones orientadas a construir reconocimiento de marca, el marketing estratégico es el conjunto de acciones orientadas a generar resultados, como obtener más clientes potenciales que se conviertan en clientes reales que compran tus productos o servicios.
Cuando no se tiene bien definida la diferencia entre branding y marketing estratégico, se corre el riesgo de enfocar todos los esfuerzos, o la mayoría, a lograr que las personas conozcan tu marca pero sin ir más allá. Entonces, estás haciendo branding y no marketing estratégico porque no estás generando resultados.
No obstante la importancia del branding para fomentar el reconocimiento de marca, el marketing estratégico, además, ayuda a que los clientes potenciales no solo conozcan la marca sino que también compren tus productos. De ahí que a esta arista del marketing se le llame asimismo “marketing de resultados”, porque incluye acciones enfocadas a generar resultados de ventas.
6. No contar con un canal de comunicación adecuado.
Es muy importante que los clientes potenciales puedan encontrar un canal adecuado con el cual poder interactuar con tu marca. Si esto no es posible, la interacción se cortará en seco al no hallar respuestas de parte de tu empresa porque los consumidores pierden interés en cuanto no son tenidos en cuenta o escuchados. La comunicación con los clientes es uno de los puntos clave del marketing estratégico para establecer relaciones duraderas.
7. No contar con un canal de distribución adecuado.
De la misma forma que no tener un canal adecuado para comunicarse con tus clientes potenciales es una señal de marketing no estratégico, lo mismo es no contar con un canal de distribución, es decir, un canal por el cual tu empresa pueda distribuir eficientemente tus productos a los clientes.
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En conclusión, todas estas señales de un marketing no estratégico ponen en evidencia la importancia de generar resultados, porque sin estrategia, sin plan no se pueden establecer objetivos realizables, y de nada sirve invertir en nutrir tu marca si los consumidores no pasan al segundo nivel (la compra), que es el que realmente nos interesa para obtener un éxito comercial a largo plazo.
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