¿En qué situaciones se justifica realizar un estudio de mercado?

Un estudio de mercado es una herramienta del marketing que posibilita conocer de antemano cómo está compuesto el nicho donde se quiere insertar un negocio, conociendo aspectos que permitan saber cómo llevar a cabo la iniciativa y si es viable.

Sin embargo, hay varias consideraciones a tener en cuenta. Cuando se habla de estudio de mercado, podemos mencionar diferentes tipos y finalidades.

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¿Qué magnitud tiene mi investigación?

A grandes rasgos, existen tres clasificaciones de estudio de mercado:

• Exploratorio, cuyo fin es descubrir tendencias.
• Descriptivo, que analiza y describe ciertas características.
• Experimental, el cual se lleva a cabo con el fin de probar hipótesis específicas sobre un determinado aspecto del mercado.

La finalidad siempre es obtener información acerca del público objetivo, los competidores, el comportamiento de compra de los consumidores y los segmentos que los componen. 

Es importante destacar que un estudio de mercado puede delimitarse a un simple aspecto o puede ser profundo y abarcativo. Por lo tanto, no sirve malgastar recursos, tiempo y dinero en hacer un estudio de mercado demasiado abarcativo cuando se trata por ejemplo, de un comercio que solo vende en el perímetro de su barrio. Por ende, mientras más se complejiza la empresa más estará justificado su estudio de mercado. 

Un momento donde es completamente justificable hacer un estudio de mercado es cuando se inicia el negocio o ante el lanzamiento de un nuevo producto: se estima que, del total de productos que salen al mercado, solo 20% de éstos se posicionan. Por eso es tan importante que de forma previa se analice el mercado previsto para obtener una radiografía del panorama.

En las pequeñas empresas, es justificable aplicar un estudio exploratorio, donde por ejemplo, se lleven a cabo testeo de identidad de marca para reemprender campañas de marketing para nuevos lanzamientos. 

En una pyme, es viable un estudio de tipo descriptivo, en el cual se necesitan recopilar datos para obtener información sobre los hábitos de compra de los consumidores, para compararlos con la base de datos históricos de la empresa .

Cuando se lleva a cabo un estudio de mercado experimental, los esfuerzos destinados son más, por lo que la empresa debe contar con los recursos necesarios para ver si las acciones emprendidas pueden causar cambios que influyan en la estabilidad del producto o servicio, ya sea de forma positiva o negativa. 

El estudio de mercado experimental es aconsejable, por ejemplo, cuando se hace un cambio radical en cuanto al branding o slogan de la empresa, permitiendo saber así si estos cambios repercutirán con ventas favorables, si cambiará la perspectiva de los clientes, cómo se verá afectado su consumo.

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Conclusión 

Según la complejidad que requiera el estudio de mercado, se adaptará a los fines de una u otra empresa. Siempre lo importante es trazar un objetivo y elegir los aspectos a analizar según una metodología (cualitativos o cuantitativos). Se trata de un análisis tanto de los clientes como de la competencia que permitirá saber “dónde estamos parados”.