Disparadores de creatividad: ¿Cómo potenciar el trabajo?

Muchas personas sufren problemas de bloqueo creativo, lo que puede ser un gran inconveniente para aquellas personas cuyo trabajo se basa en la creatividad, ya sean diseñadores, redactores o analistas de marketing. A esto hay que agregar, un ambiente laboral bullicioso que constantemente genera distracciones y ruidos molestos. Hay que entender que lo que puede ser sano o necesario para cierto grupo de personas con puestos orientados a la interacción social, para otras personas puede llegar a ser un suplicio.

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El panorama puede empeorar si tenemos en cuenta los plazos límites para finalizar una tarea y claramente no llegamos con las fechas porque tardamos más de la cuenta en despertar esa creatividad tan deseada para deslumbrar a nuestro público objetivo. Por tratarse de una habilidad marcadamente subjetiva, que responde más a un brote de inspiración que a una operación mecánica, las personas dedicadas a ese tipo de actividades requieren procesos más flexibles y entornos de trabajo más tranquilos que promuevan la concentración. 

Independientemente de la actividad creativa que desempeñen tus colaboradores en tu empresa, durante el proceso lo último que necesitan es sentirse presionados por los tiempos de entrega si no están dadas las condiciones para generar esas piezas de exposición. En este artículo, te revelamos los 7 mejores disparadores de creatividad para destrabar esos bloqueos y potenciar el trabajo. 

Cuáles son los principales disparadores de la creatividad

A la hora de despertar esa creatividad tan deseada para agregar eficiencia a la originalidad de tu trabajo, aquí te compartimos una serie de tips que pueden ayudarte a marcar la diferencia.

1. Aislamiento del ruido. 

Algunas veces, el exceso de presión social puede ser un factor inhibidor para la creatividad que disminuye la concentración. Retirarse por un momento del bullicio y el estrés social puede ayudar al ordenamiento de las ideas y centrarse con mayor precisión en la tarea que hay que desarrollar. Las oficinas privadas permiten esos espacios de tranquilidad con uno mismo para llevar a cabo actividades que ameritan apelar a las emociones. Cuando hay silencio, es más fácil concentrarse en las propias ideas y realizar una selección más rigurosa y sin distracciones del ambiente. 

Pero cuando no hay oficinas privadas, bueno es el trabajo remoto, más comúnmente llamado home office. Tener la posibilidad de trabajar desde la comodidad de tu casa, al menos en esos días de la semana en que necesitas mayor concentración y que nadie te moleste es una bendición, y probablemente esta paz mental se traducirá en resultados que deleitarán a la audiencia.

2. Respiración adecuada. 

Muchas veces, tenemos tantas tareas diferentes encima que olvidamos tomar esos fragmentos de tiempo para hacer respiraciones profundas que oxigenen todo nuestro organismo y relajen nuestros nervios en momentos de estrés. Por muy extraño que parezca, una buena respiración influye bastante en la creatividad de las personas porque regula la tensión mental aportando serenidad y equilibrio emocional, así como reducir las palpitaciones cardíacas provocadas por alguna situación estresante que genera miedo o incertidumbre. 

Cuando te acostumbras a realizar respiraciones profundas, tu metabolismo mejora su funcionamiento porque las células están mejor nutridas con oxígeno. Además, la calidad de tu sueño también mejora, ya que favorece la limpieza de toxinas en el cerebro y permite reducir los niveles de cortisol, normaliza la presión arterial y estabiliza los ritmos circadianos de los humanos.

3. Realizar ejercicio físico. 

Está comprobado que el ejercicio físico contribuye a mejorar la productividad. Las personas mayores de 18 años deben hacer ejercicios aeróbicos (correr, nadar, montar en bicicleta) por al menos 30 minutos por día, lo que favorece la irrigación sanguínea para potenciar el metabolismo. Si tenemos un metabolismo más rápido, el organismo funcionará mejor porque la sangre estará más oxigenada y libre de toxinas, las cuales son las principales generadoras de fatiga y embotamiento mental.

4. Meditación. 

La meditación es una práctica milenaria que permite alcanzar una mejor conciencia de la propia mente. Ayuda a enfocarse en mejorar la calidad de los pensamientos y establecer un estado mental más receptivo a las ideas y los estímulos creativos. Realizar sesiones de meditación de unos minutos antes de iniciar una actividad intelectual creativa puede mejorar notablemente la conexión con los pensamientos, a la vez que facilita la elaboración ordenada de ideas bien enfocadas en los objetivos de la actividad. Esto evitará que se filtren sentimientos de inseguridades que interrumpan el correcto desarrollo del proceso creativo.

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5. Organización. 

Muchas veces el desorden puede ser una barrera para la creatividad intelectual. Por eso, que no te extrañe que la frase “tu mundo exterior refleja tu mundo interior” diga mucho de la realidad de muchas personas. Organizar el entorno de trabajo ayuda a liberar el espacio visual o el arreglo espacial para obtener mejores resultados. Ninguna persona puede sentirse inspirada en medio del desorden, con el agravante de que será más proclive a extraviar cosas.

Procura tener solo lo indispensable para trabajar en tu escritorio limpio y ordenado, como una computadora con conexión a internet banda ancha, tu celular, una libreta para anotar ideas y datos importantes, una taza de café, una botella con agua y nada más. Mientras más minimalista sea el espacio de trabajo más rápido fluirán las ideas.

6. Descanso. 

El descanso es fundamental para rendir a un nivel alto. Dedicar algunas horas al día para descansar ayuda a la mente a recargar energías y sentirse preparada/o para trabajar. Dormir 8 horas sería lo ideal para un funcionamiento activo del cerebro y el físico, pero el ritmo de vida no siempre permite obtener tal libertad. Sin embargo, dormir al menos 7 horas por las noches no debería ser un problema si se combina con intervalos de descanso y relajación durante el día en donde no estés trabajando ni pensando en el trabajo.

7. Desconexión del trabajo cuando termina la jornada. 

Desconectarse durante cierto tiempo de todo el ruido externo da como resultado una mejor concentración interna. Días sin teléfonos móviles, internet y televisión, podrían contribuir a estar mejor conectado/a con la propia creatividad. No obstante, sabemos que evitar el uso del celular es prácticamente imposible en este mundo moderno, pero al menos podemos desconectarnos de las notificaciones del trabajo mientras no estamos trabajando, es decir, durante el tiempo libre que nos queda. 

Emplear este tiempo en familia, amistades y actividades recreativas es uno de los mejores estímulos para impulsar la creatividad cuando desarrollamos nuestras actividades laborales porque nos conecta con lo que somos interiormente y nos hace sentir vivos. Si estamos en equilibrio con nosotros mismos, utilizando el tiempo libre en actividades agradables que nos desconectan del trabajo, cuando estemos trabajando ese bienestar integral se reflejará en lo que produzcamos.

8. Escuchar música.

La música es uno de los mayores placeres del ser humano y prácticamente no podemos vivir sin ella. Ya sea que te guste la música instrumental para relajarte o prefieras las bandas con vocalistas, escuchar la música que más nos gusta se ha convertido en parte de nuestra rutina diaria, desde que podemos acceder a plataformas como Spotify, YouTube y otras con acceso a internet y contenidos casi ilimitados de artistas.

En momentos en que no hay opciones de estar fuera de la oficina pero debes realizar una actividad que demanda cierto grado de concentración, la música puede despertar las fibras más sensibles de tu creatividad, ya que también es el resultado de un proceso creativo tanto en composición musical como en escritura poética.

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En conclusión, con estos disparadores de creatividad es posible destrabar esos bloqueos que están evitando que tu equipo rinda el máximo de su potencial. Recuerda que para potenciar el trabajo creativo, es importante establecer un entorno libre de bloqueos o presión para que los pensamientos fuera de la caja fluyan como pájaros, y así descubrir ideas innovadoras que cautiven a las audiencias.