El sector energético incluye todas esas actividades primarias, secundarias y terciarias vinculadas con la producción, el transporte y la comercialización de productos energéticos. Su importancia radica en que integra a todas las actividades económicas que participan del uso y gestión de energía. Combustibles como el petróleo, el carbón o el gas natural están entre los más utilizados en la industria y operan en todo el planeta.
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Dado que dependemos en gran medida de estos productos energéticos para vivir y llevar adelante la economía de un país, gestionar una adecuada planificación de mantenimiento en el sector energético es uno de los principales desafíos que hoy por hoy podemos identificar en las empresas que se dedican a este rubro. Sin la planificación necesaria, las máquinas encargadas de transformar la energía en productos de consumo, no podrían funcionar y las empresas energéticas no podrían brindar un servicio eficiente a sus clientes.
La propuesta para este artículo consiste en identificar los riesgos y variables externas de no contar con un plan de mantenimiento en el sector energético y cómo evitar que se produzcan.
Principales variables externas en el sector energético
Las variables externas o a nivel macro son aquellas que no podemos controlar directamente. Pueden ser ambientales, tecnológicas, sociales, económicas y políticas, y si bien las empresas y personas están sujetas a su impacto, cuando se planifica la actividad a realizar durante el año contemplando estas variables existentes, se pueden reducir notablemente los efectos.
Variable sociopolítica: conflicto bélico entre Rusia y Ucrania
Uno de los principales desafíos en el sector energético es identificar cómo el nivel macro o variables externas afectan el funcionamiento de las máquinas que operan con distintos combustibles. El 2022 es un año donde algunas empresas van a tener mucho despacho de combustibles líquidos por cuestiones no menores como la guerra en Ucrania y los resabios que aún quedan de la pandemia que hacen que el panorama a largo plazo sea un tanto incierto.
Rusia es uno de los mayores proveedores de gas en Europa, pero desde que tiene lugar su conflicto armado con Ucrania, prefiere preservar su recurso energético hasta nuevo aviso, y ya ha cortado el suministro de gas a por lo menos tres países europeos que dependen de esta fuente: Alemania, Dinamarca y Países Bajos. No obstante, es posible que este cese de suministro repercuta a nivel global y muchos países se perjudiquen de estas políticas.
Para estas empresas, no tener previsibilidad del combustible que necesitan para el desarrollo de un gasoducto puede convertirse en una tarea no exenta de dificultades. Toda esta incertidumbre genera que las variables externas afecten a su operación, ya que no se pueden controlar. Así, lo macro impone desafíos que impulsan a las empresas a ser muy dinámicas a la hora de tomar decisiones.
Variable ambiental y económica: restricciones a la importación de gas
Según Rodolfo Barrón, gerente de mantenimiento de la empresa, en el contexto actual, no se cuenta con reservas rotantes en el país y eso produce que cualquier diferencia entre las estimaciones energéticas provoque cambios en el modo de despacho de las unidades o en el tipo de combustible que se despacha. Entonces, desde el punto de vista de mantenimiento, está reduciendo la vida útil de la máquina a la mitad.
Por tratarse el gas de un combustible limpio y la generalidad de las turbinas de gas es ser duales, ya que pueden quemar tanto gas como líquido, en función de las restricciones de gas que imponen en algunos países, cuando queman líquido, utilizan agua para reducir las emisiones de metano y cumplir con las normas ambientales. Por otro lado, al impregnarse en las máquinas el azufre que arrastra el líquido, la degradación del equipo es mucho mayor.
Esto significa que una máquina que ingresa a mantenimiento para un cambio de partes calientes, que son las que primero se desgastan a las 25 mil horas de funcionamiento, o 3 años y medio, si una empresa energética quema permanentemente combustible líquido, termina yendo a mantenimiento casi con la misma frecuencia para cambiar esas partes calientes afectadas. Por ende, el costo de mantenimiento termina siendo mucho mayor por utilizar el líquido.
Barrón también asegura que este año habrá muchas retenciones de gas en Argentina por la situación con el GNL (gas natural licuado), ya que probablemente el país no tenga mucha exportación de Diesel, lo que desencadenará un fuerte aumento de precios. Eso afecta a la planificación, porque cuando una empresa intenta estimar a 10 años, todo lo que se puede tener armado inevitablemente se va modificando.
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Por qué es importante aplicar un plan de mantenimiento en el sector energético
Todas las empresas quieren tener una planta confiable, entregar al mercado lo que el mercado necesita. Pero para lograr esto, tienen que seguir las políticas de un plan de mantenimiento. Por ejemplo, para mantener la vida útil de las máquinas de turbina de gas es necesario realizar los mantenimientos en fecha.
De no cumplir con esos mantenimientos, ya sea porque el cliente no autoriza a salir de servicio, porque necesita la energía para poder producir o no está el capital para realizar esa renovación, o bien, existe una restricción que no permite girar una divisa hacia el exterior, será muy difícil evitar que las máquinas presenten fallas con el tiempo. Si los materiales no ingresan al país, se deberá cancelar el mantenimiento como consecuencia directa de esa restricción.
Esto ocasiona que las empresas operen con ciertos riesgos. Estos riesgos pueden terminar aplicando a futuro; por ejemplo, causar la destrucción de una unidad o que el próximo mantenimiento se extienda en el tiempo.
¿Cómo un plan de mantenimiento en el sector energético puede evitar reducir el impacto de variables externas?
Los mantenimientos se llevan adelante cuando se deben efectuar, y las cuestiones que influyen en que eso no pueda ocurrir tienen que ver más con la inversión a realizar, asociadas al mantenimiento o restricciones, sean cambiarias o de importación de partes. Estos equipos son tan complejos que solo hay tres proveedores en el mundo que están muy enfocados en su distribución: Suiza, Alemania y EEUU.
La importación de esas partes en el contexto actual casi siempre viene de proveedores. Si una empresa tiene contemplado el contrato de mantenimiento, este permite que uno pague en función de una deuda para estar preparados cuando llegue el momento de la inspección, a fin de que tenga financiadas todas las partes que necesita para hacer funcionar las máquinas. Cuando las partes llegan al país, sin giros de divisas al exterior, se puede acceder a ellas.
Existen diversos riesgos que pueden generarse en el plan de mantenimiento, y cómo impacta esto en los generadores es algo con lo que conviven la mayoría de las empresas del sector energético, por lo cual toda empresa genera contrato de mantenimiento con los proveedores para asegurarse de tener ese riesgo amortizado.
Dentro del mercado energético, debemos planificar las próximas inspecciones programadas de mantenimiento en un margen de 3 años, de modo tal que se pueda realizar algún corrimiento de fecha, si surge la necesidad, pero que no represente un riesgo tanto para la máquina como para la producción.
Por ejemplo, podría suceder que no lleguen los técnicos especialistas desde Alemania porque tuvieron un compromiso. En ese caso, se deberá dar aviso de que se está postergando la inspección 15 días para reprogramar la fecha de mantenimiento.
Finalmente, la planificación de mantenimiento se realiza con visitas 24 horas de despacho. Entonces, uno puede saber cuántas máquinas están en servicio o si hay alguna necesidad de generación de recursos. Asimismo, puede existir una rectificación de despacho, donde algo puede cambiar o no.
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En síntesis, un plan de mantenimiento en el sector energético se orienta a identificar los posibles riesgos para las empresas preservando el funcionamiento de las máquinas productoras de energía, a fin de que variables externas como las restricciones de importación, debido a la invasión a Ucrania o la pandemia misma no representen un problema severo en la producción a largo plazo.
Al detectar a tiempo una variable externa (restricción de importaciones, pandemia, guerra, etc.), es posible mapearla con anticipación antes de que impacte directamente sobre la empresa, en este caso, elaborar un plan de contingencia para asegurar un mantenimiento eficiente, seguro y periódico de las máquinas. La clave de esto es entender que las amenazas siempre van a estar, pero debemos identificarlas, analizar el riesgo de que se manifiesten y generar las acciones predictivas para evitar que ocurra un mal mayor.
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