¿Cómo mantener la cultura ante un crecimiento acelerado?

Lanzar cualquier tipo de negocio requiere de un gran esfuerzo. Implantar una innovadora cultura en el trabajo supone una enorme ventaja para las organizaciones que buscan afianzar su liderazgo al duplicar las posibilidades de obtener un crecimiento empresarial positivo. La cultura empresarial es uno de los conceptos más importantes en la gestión de personas dentro de las organizaciones. 

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El secreto reside en que no se ajusta a lo que la empresa en cuestión ponga en sus documentos de estrategia, en su web o en sus memorias, sino que responde a los hábitos y comportamientos que todas las personas que conforman la empresa adquieren en el día a día.

Fomentar la cultura empresarial en tiempos de rápido crecimiento puede ser especialmente difícil. Implementar una cultura empresarial innovadora en el trabajo implica una interesante ventaja competitiva para las empresas y las posiciona hacia el éxito, llegando a multiplicar las oportunidades de obtener un crecimiento empresarial positivo. La propuesta para este artículo es compartir buenas prácticas sobre cómo mantener la cultura en empresas de crecimiento acelerado.

Mejores prácticas para mantener la cultura empresarial

Si bien no existen modelos o fórmulas mágicas para garantizar que una cultura perdure en el tiempo pese a un rápido crecimiento, hay ciertas prácticas que conviene tenerlas en cuenta si deseas que la visión, misión y valores que hicieron grande a tu empresa continúen por la misma senda. A continuación, te contamos cómo mantener la cultura en tu organización.

1. Contacto real entre colaboradores. 

Sobre todo en esta época pospandemia en que ya son cada vez más las empresas que eligen trabajar en remoto e híbrido o permiten a sus colaboradores cierta flexibilidad de horarios no lineales, es necesario asegurarse de que todos los trabajadores, aunque estén en diferentes lugares, se conozcan personalmente y mantengan un vínculo de persona a persona. 

El contacto entre las personas que trabajan en una organización es crucial para garantizar que la cultura empresarial se difunda y sea absorbida por cada integrante. Puedes organizar unas jornadas anuales con todos los colaboradores fuera del espacio de oficina para que se conozcan y se creen vínculos más genuinos y duraderos. 

2. Mantener la transparencia. 

Es importante que los colaboradores conozcan la situación de la compañía, que nunca tengan que preguntarse cuáles son los objetivos de la empresa o sus logros. Los trabajadores son siempre los mejores embajadores de la marca y es fundamental que estén informados sobre todo lo que ocurre en tu empresa. 

Una manera efectiva de asegurar la transparencia es trabajar con indicadores de rendimiento (KPI), a fin de obtener un control y seguimiento más preciso de todos los procesos y actividades que se desarrollan dentro de la empresa. También se puede realizar reuniones mensuales y aprovechar para comentar las novedades más importantes de la compañía y permitir un espacio dentro de las mismas reuniones para que las personas expresen sus inquietudes y sugerencias. 

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3. Crear equipos diversos y sólidos. 

Debes poner especial atención en las personas que forman parte de tu empresa, porque ellos son el motor que la impulsan. Inspira día a día a tus colaboradores para que tus colaboradores crezcan profesionalmente y así aumente su compromiso con la cultura de la compañía. La buena relación entre departamentos es una de las tareas más necesarias de lograr a partir de la colaboración en conjunto entre la gerencia y el área de recursos humanos. 

Por ejemplo, puedes implementar una o dos veces al año jornadas de team building con tus equipos directivos, no solo para hablar de los objetivos y logros de la empresa sino para fomentar las relaciones interpersonales y capacitar a los gerentes de equipo en sus funciones diarias para alcanzar una mayor sinergia entre líderes departamentales y equipos.

4. Oficinas que fomenten la interacción entre departamentos. 

Si buscas que el trabajo presencial permanente o híbrido se convierta en una elección de tus colaboradores y no en una obligación impuesta, haz que el espacio de oficina sea más que eso: un espacio coworking donde el personal pueda relajarse y tomarse un break tras una larga reunión con un cliente o de una actividad individual que requería de mucha concentración. 

Los colaboradores no deben estar pegados a sus computadoras todo el día, ya que es importante que la cultura empresarial promueva la vinculación interpersonal, por lo que es fundamental que cuenten con un lugar donde interrelacionarse y conversar con sus compañeros sin que involucre un asunto laboral. Un break en el trabajo puede incluir desde una pausa para tomar un café en la cocina con un colega o un almuerzo con sobremesa, hasta jugar una partida de pool o ping pong en la sala de juegos, si la hubiere.

5. Saber cuándo y en quién delegar. 

Es fundamental saber identificar correctamente cuál es el momento de delegar en tus colaboradores. Confiar en ellos los hará crecer y mejorar profesionalmente. Aunque probablemente sea uno de los mayores desafíos para los líderes de equipos acostumbrados a realizar la mayor parte de las tareas críticas, delegar tareas no solo les permitirá crecer en habilidades sino que menos actividades dependerán directamente de ti. 

Si tienes a las personas correctas para los distintos puestos de tu área y te demuestran día a día que saben cómo hacer bien su trabajo y además los resultados son óptimos, deja atrás las dudas y confía en que podrán con las nuevas tareas como si se tratara de tú quien las está ejecutando.

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Para concluir, para entender cómo mantener la cultura empresarial, debes asumir un liderazgo saludable que promueva valores importantes como el trabajo colaborativo, la flexibilidad, libertad de expresión e ideas, la transparencia, interactuar entre departamentos pero también lograr que las personas que forman parte de la organización se conozcan humanamente y tú, como líder, los conozcas a ellos y estés para ellos, tanto en los momentos de éxitos como en los de fracaso, infundiendo seguridad, demostrando respeto y empatía hacia cada colaborador, porque es solo tratándolos como personas más que como trabajadores que una empresa construye una cultura saludable y robusta.