El acceso que nos brinda la globalización en la actualidad, ha afectado a muchos de los aspectos de nuestra vida y el trabajo no ha quedado fuera de esto. Vivimos en un mundo interconectado, donde el concepto de trabajo tradicional ha quedado arcaico, es más, hay muchos equipos que trabajan desde distintos lugares, e incluso desde diferentes países.
No vamos a negar que trabajar en un equipo remoto es todo un reto. Pero si podemos afirmar que es posible hacerlo de forma eficiente y lo cierto es que cuando se consigue que funcione de manera correcta, la productividad aumenta de manera exponencial.
Muchas empresas emergentes se han fundado con varios socios trabajando desde lugares distintos y han logrado facturaciones de grandes cifras. También sabemos que cada vez son más los nómadas digitales que viajan por el mundo mientras realizan su trabajo desde una computadora. Hay muchos y distintos ejemplos que nos dicen que trabajar en remoto no solo es posible sino que, de hecho, es mucho más beneficioso para ambas partes.
Beneficios para la empresa
- Reducción de costos por empleado en un espacio físico de trabajo.
- Disminución de los permisos por enfermedad o asuntos propios.
- Mayor compromiso (o engagement) con la empresa de parte de los empleados.
- Mayor productividad de los empleados.
- Los trabajadores se quedan más tiempo en la empresa, disminuyendo la rotación.
- Más posibilidades en la selección del personal ya que con el trabajo remoto la distancia ya no supone un problema. Se puede contratar a los mejores profesionales freelance, ya sea que vivan en la ciudad donde está establecida la empresa o no.
Beneficios para el trabajador
- Importante ahorro en costos de transporte, ropa y otros gastos (con lo que tienen una mejor percepción del salario recibido).
- Ahorro en tiempo, en las grandes ciudades los desplazamientos pueden suponer hasta un 20% de la jornada laboral efectiva diaria.
- Mejor conciliación familiar.
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Queda claro que uno de los grandes retos de trabajar en remoto con un equipo es cómo organizarse. Aquí te dejamos las 9 mejores prácticas para manejar un equipo de trabajo remoto.
1) Comunicación, mucha comunicación.
Aunque pueda parecer que el trabajo remoto es solitario porque no existe contacto físico lo cierto es que la comunicación es vital. Un equipo remoto tiene que poder comunicarse de forma muy fluida y directa para conseguir que el trabajo sea productivo.
2) Hablar “Cara a Cara”
Si bien la posibilidad de chatear en un entorno adecuado de comunicación interna es lo más directo e inmediato, hay ocasiones en las que realizar una videoconferencia o videollamada de unos minutos puede ser mucho más efectiva. La comunicación “cara a cara” suele ser el método más eficaz de resolver algunas cuestiones. Está demostrado que una gran parte de la comunicación en la vida real se basa en el lenguaje no verbal, por lo que una conversación de audio solo no establecerá un adecuado canal de comunicación con tu equipo.
3) No olvides tu vida social
Cuando trabajamos con un equipo remoto, muchas veces podemos tender a descuidar nuestra vida social. No caigas en este error, todos necesitamos el contacto de persona a persona con nuestros semejantes así que queda con tus amigos regularmente.
4) Establece tus horarios
Cuando compartes espacio para tu vida laboral y tu vida personal es muy importante mantener cada cosa en su sitio. Es fácil que acabes mezclando todo y poniendo el lavarropas mientras contestas una llamada. Por eso es de suma importancia que delimites tus horas de trabajo y una vez que termines des por finalizada la jornada hasta el día siguiente.
5) Si utilizas un celular para el trabajo, ten un número que sea solo para el trabajo.
Si necesitas usar el teléfono móvil te recomendamos tener un número exclusivo para el trabajo separado de tu número personal, aunque trabajes desde casa. Esto te permitirá que una vez terminada la jornada puedas apagar el teléfono celular, allí podrás dejar un mensaje, en el contestador automático, con el horario en el que te encontrarán disponible al día siguiente.
6) Aprende a delegar
No pretendas hacerlo absolutamente todo. Delega y comparte tareas para que tu trabajo continúe siendo productivo.
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7) Cuida tu aspecto y el de tu espacio de trabajo
Si vas a realizar una videollamada con un cliente o con un socio, ten presente que tanto el entorno como tu aspecto y vestimenta deberán ser adecuados. Esto no quiere decir que tengas que vestirte con traje y corbata todos los días si no es necesario.
8) Usa las herramientas adecuadas para mantener a tu equipo cohesionado
Las herramientas colaborativas como Monday.com, Trello o Google Drive son fundamentales si vas a trabajar en equipo de forma remota. Es esencial que los proyectos en los que intervienen varias personas se encuentren en plataformas que permitan a cada integrante ver quién está trabajando, en qué y cuál es el estado.
9) Establece un espacio para la distensión con el equipo
Si vivís en la misma ciudad puedes realizar una reunión una vez al mes, en caso contrario quizás una distendida charla por Skype los viernes puede ser una buena idea. Es muy importante que el contacto no se restrinja solo al trabajo y que se deje un espacio para el ocio aunque sea remoto.
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