Soft landing: Estrategias para aplicarlo efectivamente

Faltando poco más de un mes, el año está en su momento cúlmine y muchas personas ya comienzan a planear sus vacaciones, teniendo en cuenta el receso de actividad típico que experimentan numerosas empresas para esta época. Ya sea que tus colaboradores se tomen unos días o cerca de un mes de vacaciones, el verdadero desafío es volver al trabajo tras un largo período de inactividad y no sufrir el síndrome postvacacional, o por lo menos que su impacto sea reducido. Los responsables de recursos humanos deberán aplicar estrategias para evitar esto.

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El período vacacional generalmente rompe con la rutina que la mayoría de las personas en edad productiva realiza diariamente cuando trabaja, porque implica realizar otras actividades. Al principio, incluso, la persona sufre una inercia del trabajo, por lo que es normal que durante los primeros días de vacaciones esté pensando en lo que debería estar haciendo en la oficina, o el mail que debería redactar, pero luego se relaja tanto que hasta le cuesta retomar el ritmo al regreso.

Para hacer la transición al retorno al trabajo más llevadera evitando los síntomas de síndrome postvacacional, implementar el soft landing en los colaboradores puede ser de gran ayuda, lo que permitirá mantener la productividad y asegurar una reincorporación exitosa y placentera. En este artículo, te contamos en qué consiste el soft landing y qué estrategias incluye para ayudar a las organizaciones a mejorar la vuelta al trabajo tras las vacaciones.

¿Qué es el soft landing?

El soft landing, también conocido como aterrizaje suave, es una técnica integrada de acciones que buscan combatir la reducción de la productividad de un colaborador después de pasar varias semanas fuera de la rutina laboral, ya sea por vacaciones, embarazo, enfermedad o cualquier otra circunstancia relevante que implique una licencia de las actividades. Esta técnica ofrece a las empresas diversas estrategias para que los colaboradores retornen al trabajo de manera gradual y sin tanta presión.

Volver a la rutina tras las vacaciones genera muchas veces estados de ansiedad y síntomas que pueden derivar en una baja en el rendimiento. Esto sucede porque tanto la mente como el cuerpo se han desacostumbrado a la rutina que venían llevando desde antes de entrar en vacaciones y la adopción de una nueva rutina de vacaciones prolongada puede extenderse más allá del retorno, llegando a provocar ciertas dificultades en retomar el ritmo de trabajo habitual.

Algunos de los síntomas que suelen presentar las personas al retornar a sus trabajos tras un largo período vacacional o de receso son: cansancio, ansiedad, apatía, depresión, angustia, y hasta casos más severos que llegan a producir taquicardia y problemas estomacales, sensación de ahogo y contracturas musculares. 

Si bien estos síntomas desaparecen a la larga, mientras duran es una sensación muy molesta para las personas, por lo que es necesario que las empresas tomen medidas para ayudar a reducir estos efectos. Estas son algunas de las estrategias de soft landing que pueden ayudar a reducir el síndrome postvacacional.

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1. Reducir la jornada laboral los primeros días.

Hasta que los trabajadores se adapten al ritmo de trabajo nuevamente puede ayudar acortar la jornada laboral una o dos horas durante los primeros días para darle tiempo a las personas a organizar su rutina y adaptarse a los cambios que se hayan generado durante su ausencia. Es necesario ir gradualmente aumentando la carga de trabajo y la carga horaria para probar la tolerancia de los colaboradores y ver cómo van respondiendo a las distintas consignas de trabajo y si alcanzan los objetivos establecidos por la empresa.

2. Implementar el trabajo remoto.

Ahora que el trabajo remoto es una alternativa efectiva para realizar tareas operativas, los colaboradores pueden gozar de este beneficio y pasar los primeros días tras la vuelta de las vacaciones cómodamente instalados en sus casas. Esto les permitirá ponerse al día en sus actividades hogareñas, si es que estuvieron de viaje, sin descuidar las tareas y objetivos del trabajo. La modalidad híbrida combina días de oficina con días de home office, buscando mantener el equilibrio entre la vida personal y la vida laboral,

3. Realizar actividades más relajadas y entretenidas.

Otra estrategia de soft landing consiste en realizar actividades del trabajo de forma más relajada y que resulte entretenida. Esto hará más amigable el retorno a la vida laboral. Aquí puedes organizar tareas creativas en equipo, tanto para fomentar la socialización y trabajo colaborativo como para estimular el ingenio y dar paso a las nuevas ideas. Abrir un espacio lúdico para repensar la manera de trabajar aportando el valor de todas las personas que integran tu empresa puede volver la rutina mucho más interesante y productiva.

4. Organizar un festejo de retorno a la actividad con algún refrigerio.

Además de trabajar menos horas y/o trabajar en remoto y realizar actividades más entretenidas, la vuelta a la oficina puede convertirse en una experiencia realmente gratificante y deseable, al proponer actividades que no requieran tanta concentración ni desgaste mental o físico. Puedes organizar un desayuno o almuerzo especial de retorno a la actividad, como así también proponer un after office donde invites a tus colaboradores reincorporados a la actividad a que narren sus experiencias y anécdotas vacacionales.

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En conclusión, el soft landing, en el dominio de los recursos humanos, es una técnica que permite amortiguar el impacto del síndrome postvacacional en la productividad de los colaboradores, buscando una suerte de “aterrizaje suave” en la rutina de trabajo, lo que ayudará a una mejor y más rápida asimilación de las actividades diarias, evitando los molestos síntomas del retorno.