Nada como un cliente satisfecho con el producto que con tanta expectativa adquirió. Nada como el reconocimiento de ese mismo cliente a la empresa que le proveyó el producto o servicio que le ayudó a resolver un problema, y por ende, que le facilitó la vida. El final feliz de un proceso comercial que finalizó en un cierre de ventas siempre genera satisfacciones indescriptibles en todos los departamentos de una empresa.
Ahora bien, no hay que dormirse en los laureles dando por hecho que nuestro producto ofrece todas las garantías de calidad que el cliente espera, puesto que es en los descuidos que ocurren los inconvenientes y es mejor evitar que existan clientes insatisfechos, asegurando establecer un procedimiento para el control de calidad de los productos.
Por este motivo, toda empresa que entregue un producto o servicio debe asegurarse de que cumple los estándares de calidad establecidos por la organización. De lo contrario, puedes estar seguro que en el momento menos esperado le caerá un reclamo por algún producto defectuoso que no pasó debidamente por el procedimiento para el control de calidad.
Hablemos de control de calidad…
Un control de calidad es una inspección al que sometemos un producto o servicio para determinar si cumple los estándares previamente fijados por la organización. Esos estándares están basados en atributos y variables del producto o servicio.
Los atributos son cualidades que tienen los productos y servicios. Por ejemplo, para un producto un atributo puede ser: un color, una muesca realizada en el producto, una leyenda o sello en un impreso, un componente inserto en una pieza, etc.
Las variables son las cuantificaciones de las cualidades que tienen los productos y servicios. Siguiendo con el ejemplo para un producto, las variables de éste podrían ser: el pantone de un color, el tamaño de la muesca realizada en el producto, el contenido de la leyenda, el tamaño de la casilla o del sello en un impreso, el tamaño del componente inserto en la pieza.
En este sentido, todo producto o servicio tiene una serie de estándares que marcan la calidad del mismo.
Entre los beneficios que obtienes por establecer un procedimiento para el control de calidad de tus productos se destacan los siguientes:
- Genera confianza en el cliente hacia el producto.
- Optimiza la imagen de la empresa al mantener un estándar de calidad de tu producto.
- Ahorra costos en devoluciones de productos para tu empresa.
- Conduce a la especialización y mejora continua.
Ahora que comprendes la importancia de efectuar un procedimiento para el control de calidad de los productos, vamos con el procedimiento propiamente dicho.
Procedimiento para el control de calidad de productos
A continuación, te explicamos punto por punto los pasos que debes seguir para efectuar el control de calidad de tus productos de una manera dinámica.
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Paso previo: Proceso productivo correctamente
Estar al pendiente durante el proceso de producción de los productos te permitirá obtener un mejor control de lo que ingresa en materia prima y el producto terminado que sale para la distribución en el mercado.
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Definir el estándar
Aquí lo que defines es qué atributos y variables vas a medir, que determinan que su fabricación esté dentro del estándar de calidad que hayas asignado. Evalúa las diferencias entre tu estándar objetivo y el estándar real.
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Definir lote y muestra
De toda tu producción diaria debes definir qué lote vas a inspeccionar. Y dentro del lote, qué muestras vas a seleccionar como un número de unidades representativas que te permiten extrapolar los resultados para toda la producción.
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Recolectar las unidades de la muestra
Recolecta las unidades que vas a inspeccionar y analizar si cumplen o no con los estándares en relación a los atributos y variables que definiste previamente. Esta recolección de unidades la puedes efectuar durante la producción, a lo largo de los distintos pasos de la producción; o bien al finalizar la producción.
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Realizar el control de calidad
Aquí debes analizar la unidad recolectada según los estándares de calidad de atributos y variables, y en función de los resultados obtenidos marcarla como aceptada o rechazada.
Si la unidad que analizaste posee defectos, puedes reprocesarla o rechazarla. En caso de que se puedan subsanar los defectos, se puede convertir en una unidad que tenga la calidad requerida. En el caso de que no se puedan subsanar los defectos, se procede a rechazarla porque no cumple con los estándares de calidad exigidos.
En ocasiones y dependiendo del número de unidades desechadas podrás tomar la decisión de desechar el lote completo producido ya que el riesgo de que existan más unidades defectuosas que quedaron fuera de la muestra es alto.
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Analizar desviaciones o unidades desechadas
¿Por qué tuviste que desechar unidades? ¿Qué circunstancias lo produjeron? Averigua si hubo una causa común para que se produjera la degradación de la calidad, y por lo mismo, el incumplimiento del estándar definido.
Las unidades desechadas son las que representan una pérdida financiera para la empresa; por lo tanto, sé lo suficientemente estricto en los controles de calidad de todo tu lote para que a partir de ahora no tengas que lamentar más unidades perdidas.
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Tomar decisiones
En función de los pasos anteriores, y principalmente en los defectos que puedes haber notado en el procedimiento para el control de calidad de tus productos, determina si puedes modificar alguna instancia del proceso productivo: ajustes de equipos, formación al personal, modificación de la materia prima utilizada, etc.
La toma de decisiones en relación con el procedimiento para el control de calidad te ayudará no solamente a terminar el proceso, sino que te proporcionará herramientas para poder generar cambios que contribuyan a la mejora de la calidad de tus productos.
Resumiendo, para establecer un procedimiento para el control de calidad de tus productos debes comenzar a partir del proceso de producción mismo, luego ya conociendo los insumos con los que has trabajado para elaborar el producto final, define el estándar de calidad, el lote y la muestra, efectúa los controles de calidad correspondientes con esa muestra para detectar posibles desviaciones que obliguen a desechar unidades y, teniendo el resultado de esos controles, toma decisiones sobre qué mejorar.
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