Cuando pensábamos que por fin estábamos superando la pandemia y de a poco volvíamos a la normalidad o nueva normalidad post COVID, irrumpió, como en los peores pronósticos de una saga de terror biológico, Ómicron, la nueva mutación de COVID que amenaza con poner en jaque nuevamente al mundo entero.
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No hace mucho que la campaña extensiva de vacunación contra la COVID lentamente estaba surtiendo el efecto esperado disminuyendo considerablemente los casos positivos y activos de la infección.
Asimismo, las hospitalizaciones y muertes por la enfermedad habían producido una notable reducción a nivel global, que comenzaba a sembrar la esperanza de una pronta vuelta a la libertad, a las reuniones, los espectáculos masivos, los abrazos y la eliminación de las mascarillas. Lamentablemente, nos estábamos autoengañando, porque al cabo de unas pocas semanas, Ómicron se cierne como una nueva amenaza a la economía de LATAM.
Pero, ¿qué es realmente Ómicron, la nueva variante del coronavirus? En este artículo te lo contamos todo, sus orígenes y penetración en los países más vulnerables y los efectos que amenaza a la economía de LATAM.
¿Qué es Ómicron? La nueva variante del coronavirus que preocupa a la OMS tras la peligrosa Delta
Ómicron es el nombre acuñado por los científicos para personalizar a la nueva variante del coronavirus. Tiene la particularidad de tener una gran cantidad de mutaciones que aún no habían sido identificadas por los expertos que estaban siguiendo la evolución genética del virus.
La cepa Ómicron fue descubierta en África, a finales de noviembre de 2021, es decir, hace menos de un mes, y ya está circulando en un número elevado de países en todo el mundo.
Según la teoría más barajada por los especialistas, Ómicron habría evolucionado silenciosamente en una sola persona con un sistema inmunológico debilitado, perteneciente a la región subsahariana de África. Dicha persona podría haber padecido una enfermedad autoinmune sin tratamiento, cuyo resultado habría generado la nueva mutación del virus del coronavirus, desarrollada en aquel escenario con baja calidad de los anticuerpos.
Los orígenes propiamente dicho de Ómicron son inciertos, más allá de la detección el 24 de noviembre pasado en Sudáfrica y la teoría más aceptada mencionada que la respalda.
Según la comunidad científica que estudia la evolución de las cepas virales del coronavirus, la variante Ómicron se diferencia sustancialmente de las variantes existentes, ya que el análisis genético ha demostrado que esta cepa no pertenece al árbol genealógico del virus corona.
Con esto podemos inferir el por qué no solo es muy contagioso, sino que además burla tan fácilmente las barreras de inmunidad proporcionadas por las vacunas y los anticuerpos generados por la infección de COVID. A esto hay que agregar el hecho de que África es el continente más pobre del mundo y posee un bajo seguimiento de las enfermedades crónicas severas como VIH y cáncer.
En estos países las personas que enferman de una patología crónica grave o autoinmune rara vez curan por la falta de tratamiento efectivo, lo cual es un caldo de cultivo para que todos las las variantes del COVID o de cualquier otro virus encuentren el escenario ideal para evolucionar en mutaciones difícilmente controlables sin un plan de acción orientado a atacar estas variantes.
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Una amenaza a la economía de LATAM
Por otro lado, la variante Ómicron supone una amenaza no solo para los países pobres africanos sino para Latinoamérica, que no se caracteriza por ser un continente del primer mundo, a excepción de los países de Norteamérica como Estados Unidos.
Imagina que si puede mutar muchas veces en personas con el sistema inmunológico tan deteriorado como el de los africanos, también lo hará en los países más vulnerables de Latinoamérica. Luego, el resultado es más que obvio: la crisis sanitaria generada por la presencia de una nueva cepa preocupante tocará la alarma de las economías que están todavía muy lejos de ser prósperas. Todo como en un efecto dominó.
En este escenario, ya estamos advirtiendo el avance de la variante Ómicron en diversos países de LATAM y, como ya hicieron en Europa, los gobiernos latinoamericanos se están viendo forzados nuevamente a implementar restricciones en la circulación, a dos años del inicio de la pandemia, ya que ha quedado demostrado que esta variante es mucho más contagiosa que las anteriores y además es capaz de atravesar la barrera de las vacunas contra la COVID.
De implementarse más restricciones, los primeros perjudicados serán los comercios y luego la actividad industrial que podría llegar a detenerse debido a la imposibilidad de mantener una presencia física, propensa a expandir el contagio de la nueva variante.
Recordemos que ya numerosos países latinoamericanos entraron en crisis tras las repetidas olas que sacudieron a la población y la última hasta la fecha que estamos presenciando se está esparciendo muy rápidamente a lo largo del continente, aunque con menos impacto visible sobre la salud de las personas.
El desarrollo de las vacunas se había convertido en la gran esperanza para el fin de la pandemia o al menos para poder controlarla sin lamentar una adaptación forzada que impidiera una vida plena realizando las actividades necesarias que requieren la circulación. Pero ahora con Ómicron recuperar la libertad tendrá que esperar, y, de ser necesario, acatar las nuevas medidas por la seguridad de las personas en primer lugar.
Cómo frenar la expansión de Ómicron
Las autoridades de la OMS revelaron que esta nueva variante es menos letal que las anteriores y que apenas si produce síntomas, por lo que, si bien por un lado es positivo con respecto a la reducción de la mortalidad y hospitalizaciones, por otro lado, es preocupante la rapidez con que se propaga el contagio, hasta el punto que todos podemos ser posibles portadores del virus, lo que puede permitir que continúe mutando.
Ante el avance de esta nueva cepa, los gobiernos deben priorizar las actividades por orden de importancia y hacer cumplir más que nunca los protocolos en el entorno laboral. En tanto que las actividades de masiva concurrencia deberán ser suspendidas momentáneamente mientras el virus tenga circulación comunitaria.
Nuevamente el teletrabajo parece ser la mejor opción para las empresas que manejan caudales de información en la nube y no dependen de la presencia del personal más que lo estrictamente necesario.
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En definitiva, COVID se resiste a alejarse de nuestras vidas y nuevamente se está convirtiendo no solo en un riesgo sanitario a considerar, sino también en una amenaza a la economía de LATAM, propiciada por el miedo a la incertidumbre que nos sigue generando este virus tan desconcertante.
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