El mundo nuevamente está en jaque debido a la irrupción de una nueva guerra que involucra a dos frentes que históricamente ya han estado enfrentados desde 1948: Israel y Palestina. Después de 75 años, octubre arrancaba teñido de sangre con el abrupto ataque ofensivo a gran escala de Hamás al sur de Israel, que constituyó la mayor pérdida de vidas humanas en un solo día en la historia de Israel, superando en número de víctimas civiles al total de la Segunda Intifada, transcurrida entre 2000 y 2005.
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A raíz del conflicto bélico en Israel, las empresas tanto extranjeras como locales han suspendido sus operaciones o bien han enviado a sus colaboradores a trabajar desde sus casas, mientras se disputa la guerra en el país contra Hamás en la Franja de Gaza. Esta ofensiva iniciada por Hamás impone un quiebre a los intentos de negociaciones entre Arabia Saudita e Israel para resolver, entre otras cuestiones, el tema de los refugiados palestinos.
Es de suponer que los bombardeos perpetrados contra Israel van a traer consigo no solo pérdidas de vidas humanas sino también un freno al plan de normalización de las relaciones entre israelíes y árabes, impulsado por los Estados Unidos. En este artículo, analizamos el contexto que desencadenó el ataque al pueblo israelí y el impacto de este conflicto bélico en Israel en las empresas locales.
¿Qué desencadenó el conflicto entre Hamás e Israel?
Los atentados producidos contra Israel el sábado 7 de octubre conmocionaron al mundo entero, y si bien es conocido el historial bélico entre Israel y Palestina desde hace 75 años, el ataque masivo tomó desprevenidos a los israelíes, que en unas horas miles de ellos murieron y cientos resultaron con heridas de gravedad y se están recuperando lentamente. Pero el daño moral a todo el pueblo es infinitamente mayor, porque muchas familias pagaron con sus vidas la culpa de quienes originaron el conflicto en 1948.
Ahora bien, ¿qué desencadenó este feroz ataque? Paradójicamente, el bombardeo se produjo un sábado, que representa un día festivo para Israel, aprovechando que las personas estaban celebrando y las defensas militares estaban potencialmente debilitadas. Sin embargo, Israel y Palestina ya tenían un historial bélico desde la fundación del estado de Israel en Palestina.
Según la ONU, el territorio debía dividirse entre israelíes y palestinos, pero a un día de la fundación el nuevo estado fue invadido por Egipto, Jordania, Siria e Irak, dando inicio a la primera guerra árabe-israelí, rebautizada por los judíos como guerra de la independencia. Al final de este conflicto, las tierras que debían ocupar los árabes se habían reducido a la mitad, por lo que 750.000 palestinos debieron abandonar el territorio.
Diecinueve años después, en 1967, Israel en apenas 6 días, conquistó la Franja de Gaza y la Península de Sinaí a Egipto; Cisjordania y Jerusalén Este a Jordania; y los Altos del Golán a Siria. En consecuencia, 500.000 palestinos más tuvieron que exiliarse de la región. La ocupación israelí en Jordania se extendió hasta 1993 con los acuerdos de Oslo. El líder palestino Yasir Arafat, por aquella época, fundó la Organización de Liberación Palestina y buscó negociar con Israel aceptando el derecho del estado israelí de existir. Así se creó la Autoridad Nacional Palestina.
¿Y dónde entra Hamás en esta historia? Hamás es una fracción palestina que se fundó en 1987 durante la primera Intifada, en respuesta a la ocupación israelí en Gaza y Cisjordania, que rechaza rotundamente a Israel como estado legítimo y propone la creación de un estado palestino y que Israel forme parte de este estado. Esta organización fue calificada como terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea, Japón e Israel.
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¿Qué impacto tiene el conflicto bélico de Israel en las empresas locales?
En pleno escenario bélico entre estas dos fuerzas, cabe preguntarse qué consecuencias dejará para las empresas y organizaciones del país. En un principio, varias aerolíneas asiáticas, europeas y estadounidenses han suspendido los vuelos directos a Tel Aviv. La aerolínea insignia de Israel, El Al está operando vuelos adicionales para transportar a los reservistas israelíes a casa, como parte de la mayor movilización histórica del país.
Por otra parte, el Ministerio de Energía de Israel ordenó a Chevron, el segundo mayor productor de petróleo y gas de EE.UU, cerrar el campo de gas natural Tamar frente a la costa norte del país. En tanto que en el sector bancario, diversas entidades financieras les pidieron a sus colaboradores con oficinas en Tel Aviv que trabajen desde sus casas, mientras persiste el conflicto.
En el sector tecnológico, Nvidia canceló una cumbre de inteligencia artificial en Tel Aviv, en donde iba a participar el director ejecutivo Jensen Huang. Finalmente, las tiendas de consumo que normalmente están operando en Tel Aviv, como H&M y Zara, cerraron sus puertas temporalmente en Israel, lo que obligó a ampliar los plazos para las devoluciones.
En cuanto a las farmacéuticas, que son de vital importancia para el suministro de medicina de las personas, la compañía farmacéutica Ely Lilly and Co aseguró que tomará todas las medidas necesarias para garantizar el suministro ininterrumpido de medicamentos y la seguridad de los trabajadores farmacéuticos. Las demás industrias también se vieron seriamente afectadas, pero muchas organizaciones, como el sector educativo, decidieron ser cautas y esperar a que el conflicto finalice para retomar sus actividades.
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Este es el panorama general actual que se vive en pleno conflicto bélico de Israel en empresas locales y que también repercute internacionalmente. No sabemos a ciencia cierta cuánto tiempo más se extenderán los enfrentamientos. Son días y horas aciagos para la humanidad por las vidas humanas que se pierden, pero los principales líderes de ambas facciones, israelíes y palestinos seguramente retomarán las negociaciones por el bien de su país.
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