Transformación empresarial: desafíos en los modelos de negocios

En las últimas décadas, los cambios en el entorno empresarial se han acelerado drásticamente, obligando a las empresas a innovar su modelo de negocio para mantenerse a la vanguardia. Estos cambios por supuesto que no vinieron solos, ya que están concatenados a nuevos paradigmas de pensamiento, a medida que el ser humano evoluciona hacia la transformación digital. A esto hay que agregar que las operaciones se fueron digitalizando para cubrir las necesidades de clientes cada vez más exigentes y un mercado mucho más competitivo.

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Por si esto fuera poco, la época de la pandemia aceleró aún más la necesidad de implementar tecnologías para hacer viable el modelo remoto y no frenar la actividad. Muchas empresas lograron adaptarse con éxito a esta modalidad, manteniéndola hasta el presente, pero otras no lo lograron, lo que repercutió en el destino de su modelo de negocio. Este tipo de actitudes frente a una crisis se conoce como reactiva y generalmente las empresas reactivas son las que más desafíos en los modelos de negocio deben enfrentar.

Luego están las empresas que adquieren una actitud adaptativa frente a los cambios, por lo que pueden mejorar, ajustar o mantener su modelo de negocio actual; las expansivas, que buscan innovar constantemente incorporando nuevas tecnologías y las proactivas, que fijan objetivos a largo plazo. Ya sea que tu empresa sea muy adaptable y busques permanentemente salir de la zona de confort o que mantengas una postura reactiva, la consigna de este artículo es identificar los principales desafíos en los modelos de negocio.

Principales desafíos en los modelos de negocio

Un modelo de negocio puede partir de cero o transformar un modelo de negocio ya existente. En cualquiera de los dos casos, es posible que debas enfrentarte a ciertos desafíos o retos antes de obtener éxito. Quizá las empresas más tradicionales y resistentes al cambio tengan más dificultades para superar estos desafíos, pero incluso la rigidez se puede transformar o flexibilizar, si hay intención clara de mejorar. A continuación, enumeramos los 6 desafíos más comunes.

1. Expandir la visión.

Es importante que tu empresa comprenda las necesidades de las personas involucradas, desde los colaboradores y clientes hasta los proveedores y socios estratégicos. Para lograr esto, debes identificar los factores de cambio que más pueden generar un impacto en tu modelo de negocio actual, ya sea expansión internacional, transformación digital, economía circular, etc. También es necesario ampliar la mente permitiendo perspectivas diferentes sobre una misma problemática, lo que permitirá plantear escenarios y soluciones más diversas.

2. Vencer la inercia organizacional.

La imposibilidad de superar o derribar la lógica dominante de la organización limita la  capacidad de construir buenas ideas de crecimiento que pongan en jaque los convencionalismos que sustentan un modelo de negocio tradicional. La mejor forma de superar este desafío es cuestionar la manera en que se hacen las cosas, no dormirse en los laureles y simplemente preguntarse con honesta autocrítica si realmente se está haciendo lo necesario para alcanzar los objetivos y cómo se puede mejorar el día a día.

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3. Enfocarse en el cliente.

Generalmente, las empresas suelen tener un enfoque muy centrado en el producto, lo que puede dificultar pensar en términos de las necesidades del cliente para desarrollar productos o servicios pensados para satisfacer esas necesidades. Incorporar la idea de que toda empresa es un sistema y el producto una parte importante de ese sistema, pero no la única, puede ayudar a construir una visión más integral de la organización, donde las personas estén en el centro y sean los productos o servicios los que se adapten a las necesidades de las personas y no al revés.

4. Abandonar un modelo de negocio obsoleto.

A menudo, un nuevo modelo de negocio exige abandonar alguna práctica o fuente de ingresos actual para reemplazarla por otra que se adapte mejor a las necesidades de la empresa, pero también y principalmente a las necesidades del mercado y de los consumidores. Esto se ve con mucha frecuencia en la industria electrónica, donde la tecnología demuestra tener fecha de obsolescencia mucho antes de lo esperado, porque ya un nuevo producto mucho más sofisticado y avanzado ya fue creado para reemplazar al anterior.

5. Resistirse al cambio.

Toda transformación empresarial implica necesariamente un cambio, pero muchas veces las personas que forman parte de la organización manifiestan cierta resistencia al cambio, hasta el punto de oponerse terminantemente a hacer las cosas de manera diferente. Este es uno de los principales motivos por los cuales llevar adelante un nuevo modelo de negocio puede fracasar. Antes de tomar la decisión definitiva hacia el cambio, incorporar la empatía, comunicación efectiva y respuestas personalizadas es la mejor forma de asegurar una transición exitosa.

6. No arriesgarse a adoptar un camino diferente.

Es normal que una vez tomada la decisión de innovar o cambiar experimentemos la sensación de que estamos expuestos a un riesgo demasiado grande, más si se trata de implementar un nuevo modelo de negocio. Una alternativa acertada frente a este desafío puede ser implementar el cambio hacia un nuevo modelo de negocio de manera escalonada, a fin de evitar dañar la imagen de la organización, en el caso de que no se consigan los resultados esperados. 

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Estos fueron los desafíos en los modelos de negocio más comunes a los que se enfrentan la mayoría de las empresas al menos una vez en su ciclo de vida. Normalmente, la resistencia al cambio es uno de los desafíos más difíciles de superar, porque implica romper viejas estructuras para operar de manera diferente, buscando el éxito pero considerando también la posibilidad del fracaso. Asimismo, una visión sesgada de la realidad empresarial, anclarse en el pasado, el enfoque en el producto y los modelos de negocio obsoletos son otros de los desafíos clave que debes identificar antes de iniciar cualquier transformación empresarial.