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Chile, es el líder en la explotación de recurso natural estratégico y busca mantener esa posición beneficiándose de que tiene las mayores reservas explotables del mineral. Que es fundamental en la industria electrónica y de almacenamiento de energía.
El presidente chileno Gabriel Boric comunicó una política nacional con respecto al sector del litio. En la búsqueda de expandir ese campo para que el Estado sostenga una posición dominante enfocada en la industrialización, el desarrollo tecnológico y científico para fomentar el avance de su país. Será una alianza público-privada en la que el control lo maneja el Estado Chileno. Respaldado bajo el motivo de impulsar la economía y tiene el afán de minimizar el impacto en los ecosistemas con nuevas tecnologías de extracción. Lo que forma parte de las promesas de campaña del presidente con el objetivo de ejercer una explotación sostenible y duradera del mineral, estrategia que se llevará a cabo en los próximos años.
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El rol de Chile con su tesoro mineral: el litio.
Chile tiene bajo su dominio una de las reservas más importantes de litio en el mercado global, junto a Argentina y Bolivia y, el mayor productor mundial; Australia.
No obstante, el país chileno tiene más de 50 salares y solo explota uno; el Salar de Atacama, en el norte del país, representando más del 30% del mercado de alcance mundial. Por el cual el Estado recibió más de 5.000 millones de dólares por la explotación del litio en el año 2022, lo que equivale al 1,6% del PIB.
Actualmente, dos empresas privadas extraen el elemento químico en Chile, SQM y Albemarle, pero el Estado conserva el poder. Ambas firmas tienen licencias para explotar las reservas chilenas hasta 2043 y 2030. Sin embargo, las acciones de las compañías involucradas cayeron después de que se dieron a conocer los planes.
La política nombró principal promotora y controladora de la industria a la cuprífera Codelco. Será capaz de asociarse con diferentes empresas, tanto nacionales como internacionales, que estén interesadas en participar del crecimiento de la industria minera-metalúrgica del país.
También, se creará un Instituto Nacional del Litio y de la Empresa Nacional del Litio, que serán absolutamente estatales, pero podrán relacionarse con empresas privadas con el propósito de desarrollar futuros proyectos.
El anuncio sobre la intención de nacionalizar la cadena de valor del litio refleja la ideología izquierda que lucha por establecer como propiedad estatal sus propios recursos vitales, pero esto podría tener repercusiones que cambien el panorama en los próximos meses, no solo a su país, sino a la economía en la industria minera global, la inversión privada en América Latina y las posibilidades de negociación en la región principalmente con Argentina, de forma absolutamente radical.
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Impacto en Argentina.
Todo es especulativo, pero las opciones definitivamente afectarían la cadena productiva de la República Argentina, que podría atraer más inversores o podría perder terreno en la carrera por el aumento del valor dentro en la región vecina.
Sin embargo, la rama minera en Chile está en estado de alerta por el fortalecimiento de la producción de litio en Argentina, dado que calculan que podría superarlos en poco tiempo.
Para lograr esto, el gobierno argentino tiene como objetivo aumentar su producción actual de 33,000 toneladas en un 135% en dos años y en un 54% en cuatro años, como parte del Plan Argentina Productiva 2030.
El plan del presidente Boric incluye formar una sociedad con Argentina, Bolivia y México para convertirse en el mayor productor de litio del mundo.
En consecuencia, Argentina debe ser estratégica y no perderse la oportunidad de agregar valor al mineral y aprovechar su potencial. Necesitan acelerar su labor para obtener una ley adecuada que dicte que el procesamiento y extracción del litio se realice en la Argentina y no dejar que lo colectado se procese en Chile. Esto beneficiaría a este último por la movilización que genera en la sociedad económica, al crear empleos y sumar el desarrollo tecnológico que derivan de la producción de dichos productos.
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Los efectos de la transformación drástica.
La producción e innovación en el sector despertó inquietudes en el negocio minero lucrativo. Ya que la demanda es y será, en las próximas décadas, alta. La industria y sus recursos son la llave para abrir la puerta de transición hacia la energía verde, una producción limpia y renovable que cada vez más es un auge.
La corriente parece estar fluyendo, ya que México también planteó la nacionalización de sus riquezas el año pasado e Indonesia prohibió las exportaciones de mineral de níquel en 2020.
La propuesta de Chile tiene en mente avanzar con la creación de una empresa estatal independiente que produzca el metal alcalino, componente que se usa en las baterías de vehículos eléctricos. Para sus fabricantes que intentan asegurar los materiales que necesitan, la tendencia de estatalización de activos naturales significa un obstáculo.
Es probable que la medida impulse un cambio en la inversión futura de uno de los commodities más demandados del extranjero.
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