El proceso de generación de contenido es un activo de marketing sumamente importante para atraer más visitantes a tu sitio web y lograr un mayor posicionamiento de SEO en los motores de búsqueda. Un artículo o contenido bien escrito, coherente e interesante de leer puede agilizar mucho más el proceso de conversión, porque a la gente le agrada no solo leer algo bien redactado sino que le aporte verdadero valor, ya sea que tengan una necesidad o busquen alcanzar algún objetivo.
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Sin embargo, no es tan sencillo de llevar a cabo de una manera eficiente porque en el trayecto pueden ocurrir miles de variables que pueden volver el proceso de generación de contenido lento, improductivo y poco efectivo para las personas. A veces, una tarea puede tardar más que otra, y cuando algo se retrasa termina retrasando al resto de las tareas en cola. Pero, ¿qué instancias de este proceso podría generar indicadores de que las cosas no están marchando bien?
Por ejemplo, tener pocas personas para redactar y mucho contenido para lanzar es un indicador de que el proceso es ineficiente y debe mejorarse. Ni tener personas de menos ni de más, hay que establecer un equilibrio entre la carga de trabajo y los recursos de personal necesarios para ejecutarlo. En este artículo, desarrollamos los principales indicadores de que tu proceso de generación de contenido no está yendo por el camino adecuado.
Indicadores de un proceso de generación de contenido poco eficiente
Existen muchos y diferentes indicadores de que un proceso está fallando, pero la posibilidad de poder identificarlos a tiempo permite tomar medidas para corregir lo que no se está haciendo bien y gestionar una mejora que evite en el futuro que se vuelva a producir el error. A continuación, enumeramos los 5 indicadores principales.
1. Falta de fuentes confiables para investigar y aportar una base teórica a los contenidos.
A veces, para materializar las ideas es necesario darles un buen fundamento teórico, lo que no siempre sucede cuando la información de la que disponemos no provienen de fuentes verificadas. Tu empresa puede contar con excelentes profesionales que aportan no solo conocimientos sino experiencias en el día a día, que sin duda pueden enriquecer tus contenidos, pero además de esto es recomendable sumar otras voces y fuentes con autoridad de dominio para posicionar en los buscadores.
Cuando tienes una base de datos donde reúnes un catálogo de fuentes autorizadas es más fácil no solo crear los contenidos sino escribirlos, porque ante cualquier duda ya sabes a dónde puedes recurrir para buscar información y presentar una buena argumentación, basada en datos comprobables.
2. Retrasos en la toma de decisiones sobre los contenidos a producir.
Esto es un indicador muy frecuente durante el proceso de generación de contenido, ya que a menudo los gestores de contenidos se suelen quedar sin ideas y terminan repitiendo temas o dejando para último momento el calendario de activos a desarrollar por el equipo de redacción y diseño. Si los contenidos no salen con cierta antelación, la ejecución será sobre la marcha, lo que dificultará su entrega a tiempo, si llegara a requerir cambios o mejoras durante el proceso.
Puede ayudar al proceso renovar constantemente el catálogo de temas a producir para que siempre haya ideas sobre las cuales escribir. Además, como el mundo no se detiene, las novedades están a la orden día, por lo que también deberás prestar atención a la actualidad para escribir contenidos totalmente inéditos para tu audiencia que espera mantenerse informada.
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3. Retrasos en la ejecución de los contenidos.
Si hay retrasos en la toma de decisiones sobre los contenidos a desarrollar, posiblemente haya retrasos en la ejecución de dichos contenidos. Como dijimos anteriormente, si una tarea comienza retrasándose va a retrasar a todas las demás. Pero también es posible que la tarea de investigación o redacción se retrase por sí sola, independientemente del tiempo de entrega de la tarea anterior. En ese caso, hay que revisar qué está produciendo el retraso para poder tomar una acción correctiva que evite en lo sucesivo nuevas demoras en la ejecución.
4. Falta de planificación de los contenidos.
Al igual que no tomar decisiones a tiempo sobre los contenidos que se van a incluir en la planificación, el hecho mismo de la planificación debe existir siempre en todo proceso de generación de contenido. De lo contrario, siempre las tareas estarán retrasadas y no se podrá programar contenidos que están faltando. Además, debe haber un consenso sobre las temáticas a desarrollar de todo el equipo y la libertad de proponer ideas. De esta forma, se pondrá en evidencia que la planificación en realidad es un trabajo en conjunto y no la decisión arbitraria de uno solo.
5. Consignas poco claras que generan retrabajo.
Uno de los motivos por el cual la tarea de redacción podría retrasarse es debido a una consigna de trabajo poco clara o ambigua. Si la instrucción es poco precisa y se siente como si faltara información, es posible que ocurran estos escenarios:
- A) El redactor responsable dé una interpretación errónea de la consigna y genere un contenido que no se adapta al objetivo real de la publicación, por lo que deberá reescribir el contenido, perdiendo tiempo valioso que se podía haber evitado.
- B) El redactor no entiende la consigna y pregunta al dueño del proceso, pero si bien obtiene una respuesta aclaratoria, si esta situación se repite en el tiempo con otros artículos, es posible que la tarea se retrase de todas formas.
Puede haber más escenarios, pero generalmente ante la falta de información para realizar una tarea o se interpreta mal la consigna o se pregunta hasta obtener la respuesta clave o, en última instancia, la tarea se suspende, se pospone indefinidamente o se cancela y reemplaza por otra de consigna diferente. Por este motivo, es sumamente importante definir bien el objetivo de la redacción de un contenido para garantizar su correcta ejecución.
6. Falta de seguimiento de las tareas.
Por último, sin un seguimiento del avance de las tareas será difícil conocer cómo se desarrollaron, si se identificaron demoras o problemas en el proceso, lo que supondrá un obstáculo a la hora de implementar mejoras. El seguimiento es justamente para detectar errores y mejorar, y debe ser una actividad cíclica de mejora de procesos. Para lograrlo, es necesario tener métricas del tiempo utilizado para cada tarea y vistas previas a su finalización de su progreso.
De esta manera, si algo no está bien, se puede corregir mientras no está finalizado el contenido. Una herramienta digital de flujos de trabajo puede ayudar a ordenar el proceso de generación de contenido, desde la planificación hasta la redacción, edición, programación y publicación de los contenidos.
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En síntesis, el proceso de generación de contenido no se crea sin una planificación y toma de decisiones previa para que el resto de las actividades y tareas se puedan desprender de allí y progresen hacia su finalización. Los retrasos se pueden evitar si las consignas están claras y los responsables saben lo que tienen que hacer y cuándo entregarlo. La ausencia de información relevante también es un indicador de ineficiencia, pero si esta está presente en una base de datos toda la ejecución aumentará su productividad y los resultados revelarán una mayor calidad.
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