La logística y la cadena de suministro son componentes cruciales para el éxito de todos los negocios. Las estrategias logísticas eficientes son vitales para reducir el volumen del inventario y garantizar que los clientes obtengan sus productos específicos en tiempo y forma. Sin embargo, no siempre es esto posible, ya que suelen cometerse errores en el proceso logístico que pueden poner en jaque la eficiencia de la empresa.
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Cuando esto ocurre, es fundamental identificar lo antes posible cada uno de estos errores, poder monitorearlos a fin de desarrollar medidas correctivas para resolverlos de la manera adecuada. Si esto no sucede, corremos el riesgo de que toda la cadena de suministro se vuelva errática y las quejas de los clientes no tarden en llegar. En estos casos, las excusas no sirven de nada si el cliente no recibe lo que espera del producto que decidió comprar.
El objetivo de este artículo es identificar los principales errores en el proceso logístico y las alternativas viables que puedes implementar para resolverlos de forma rápida y efectiva.
Errores típicos en el proceso logístico
Ya sea por resistencia al cambio o por falta de información, muchas empresas suelen cometer errores bastante comunes en la cadena logística que pueden retrasar las entregas de pedidos, reducir la calidad de la producción, dañar el producto durante su distribución, entre otras cosas. A continuación, enumeramos los 6 más importantes y sugerimos posibles alternativas de soluciones.
1. No separar las áreas de recogida y almacenamiento a granel.
La mayoría de los almacenes tienen como objetivo mejorar la productividad erradicando el desperdicio de movimiento. Un error común en los almacenes es no mantener las áreas de recolección rápida separadas del almacenamiento a granel. En estos casos, el stock ocupa el espacio destinado a almacenar productos de rápido movimiento.
Tener cantidades a granel y productos de movimiento rápido en un solo lugar crea un nivel de desorden que dificulta ubicar la mercancía que se necesita con urgencia. Para evitar esto, crea un lugar designado para colocar los productos de rápido movimiento lejos del almacenamiento de existencias principal. De esta manera, se vuelve más fácil mantener muchos productos diferentes dentro de un espacio restringido y cantidades a granel en otras partes del almacén.
2. Uso de tecnología obsoleta.
La digitalización se ha convertido en un impulso significativo para la logística y la gestión de suministros. La tecnología facilita la selección de productos en el almacén, así como el seguimiento de las mercancías en tránsito y en el inventario. El uso de tecnología obsoleta, por el contrario, implica que la empresa no puede comunicarse adecuadamente con los clientes y proporcionar información sobre el estado de los pedidos.
Las empresas que implementan y se adaptan a la tecnología en sus estrategias logísticas obtienen más ingresos y reportan un mayor retorno de la inversión. Asegúrate de que tu empresa esté integrada con las últimas tendencias tecnológicas e incorpora un software de gestión adecuado y adaptado para la cadena de suministro.
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3. Incapacidad para escalar.
Muchas empresas fracasan debido a la incapacidad de medir su potencial de crecimiento, que es vital para operaciones logísticas eficientes. Demasiadas existencias cuestan mucho para almacenar, dados los cargos que se acumulan por el arrendamiento de una unidad de almacenamiento. Menos existencias con amplio espacio de almacenamiento también genera costos innecesarios. En consecuencia, muy poco stock se traduce en pérdida de ventas.
Las empresas pueden mitigar las pérdidas realizando los cálculos adecuados al reabastecerse. Pueden emplear sistemas avanzados con una función de pedido máximo y mínimo. Esto permite reponer y terminar rápidamente el stock existente. Además, las pequeñas y medianas empresas pueden escalar operaciones con la ayuda de una herramienta de pronóstico, utilizando un algoritmo que calcula cuánto producto puede vender la empresa según las estadísticas logísticas actuales.
4. Confianza en la estimación de costos.
Los costos de logística se tienen en cuenta en el costo del producto. Las variables incluyen peso, velocidad, distancia y ubicación. Estimar los costos de envío puede alterar el valor del producto, haciendo que los precios sean demasiado altos o muy bajos.
Los costos altamente estimados reducen la demanda de productos, mientras que los bajos costos de envío hacen que el negocio sufra pérdidas. Evita pronosticar las cifras y realiza cálculos que conduzcan a precios precisos. En el proceso, las pequeñas y medianas empresas pueden adquirir cifras exactas e información correcta sobre los productos antes de calcular los costos de logística.
5. Falta de equipo de envío apropiado.
La gestión de la cadena de suministro requiere un conjunto específico de herramientas y equipos para las operaciones de almacén eficientes. El equipo especializado es vital para desplazar o enviar mercancías pesadas dentro del almacén. La falta del equipo adecuado, como lonas y montacargas, puede dañar los productos frágiles. También ralentiza las operaciones del almacén y afecta la eficiencia de carga y envío.
Las empresas que carecen de equipos de envío y carga efectivos tienen dificultades para rastrear los productos en tránsito y atender a los clientes que están impacientes por que lleguen sus pedidos.
6. Falta de herramientas de seguimiento.
Las herramientas de seguimiento permiten a los clientes conocer el progreso de sus envíos y cuándo esperarlos. También permiten el seguimiento y notificación al cliente cuando llega la entrega. En el lado comercial, puedes conocer cuándo el envío llega al destino establecido y evitar pérdidas causadas por reclamos falsos sobre problemas de envío.
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En pocas palabras, las empresas cometen errores en el proceso logístico independientemente de si son pymes o empresas de mayor tamaño. Estos varían desde utilizar tecnologías obsoletas, no contar con los equipos necesarios para las operaciones de almacén hasta calcular mal los costos. Obviamente, no existe una logística que tenga un proceso libre de fallas o detalles a mejorar, ya que el aprendizaje humano radica en su capacidad sin límite de hacer cada vez mejor lo que le apasiona.
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