FOBO: El miedo a volverse obsoleto en la era de la IA

Con el acelerado avance de la tecnología y sobre todo de la inteligencia artificial no es extraño que las personas desconfíen de sus alcances, al punto de temer que un día la IA reemplace el trabajo intelectual humano. Ya no se trata de las máquinas que ejecutan muchas de las labores operativas más agotadoras y riesgosas, sino de la capacidad de la IA para razonar como el cerebro humano, aprender y tomar decisiones que tengan un gran impacto en la sociedad.

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Las máquinas en las fábricas y más adelante la automatización de tareas manuales administrativas representaron una amenaza para los trabajadores que empleaban especialmente su fuerza física. Hoy en día, el rápido crecimiento de la IA parece plantear un nuevo escenario de riesgo para los puestos de trabajo que utilizan el proceso creativo y el razonamiento para desempeñar sus actividades y responsabilidades. El miedo a volverse obsoleto que genera en las personas el creciente protagonismo de la IA se conoce como FOBO.

Este término surgió recientemente para describir el temor que causa la irrupción de la inteligencia artificial en la vida y el trabajo de las personas, debido a una posible sustitución de la fuerza laboral humana. Si bien aún no está muy generalizado este temor, el futuro del trabajo humano está entre las principales preocupaciones para el futuro. En este artículo, te contamos de qué se trata FOBO y cómo este concepto podría afectar a las empresas.

¿Qué es FOBO? 

Según una encuesta realizada por Gallup, FOBO puede definirse como el “miedo a volverse obsoleto”. En otras palabras, es el miedo de los trabajadores a que sus trabajos queden obsoletos. En la encuesta, los trabajadores indicaron que temían que el avance de la tecnología pudiera amenazar su trabajo. Antes de 2017, el número era poco significativo, pero a partir de allí esta tendencia cambió experimentando un notable crecimiento en los últimos dos años.

Probablemente, una de las principales causas de este miedo a volverse obsoleto obedece al lanzamiento de Chat GPT y otras tecnologías basadas en IA que también han acaparado la atención y prometen convertirse en la solución de todos los problemas empresariales. Sin embargo, los trabajadores sin educación universitaria que se habían preocupado antes cuando las máquinas amenazaban con reemplazar su fuerza de trabajo no manifestaron temor en esta encuesta.

Por el contrario, los trabajadores con educación universitaria expresaron sus temores a perder beneficios y que sus salarios se vieran perjudicados con la injerencia de la inteligencia artificial en el mundo empresarial. Si hoy en día los trabajadores universitarios, tanto hombres como mujeres, están preocupados ante el avance tecnológico es porque tales avances podrían poner en jaque la demanda de profesionales y creativos. 

En términos de Lydia Saad, para Gallup, la capacidad de las computadoras para imitar el lenguaje humano, puesta de manifiesto en el lanzamiento de Chat GPT, podría cambiar el estereotipo de lo que pueden hacer las computadoras en el lugar de trabajo. El FOBO generado por el miedo al avance de la tecnología ha aumentado entre todos los grupos demográficos encuestados, independientemente de la educación, la edad, el género y el poder adquisitivo. 

Los mayores incrementos se han producido entre los trabajadores entre 18 y 34 años, los que tienen títulos universitarios y los trabajadores con ingresos inferiores a 100.000 dólares anuales. Esto pone en evidencia un nuevo temor frente a la presencia de la IA, como una amenaza tecnológica a la altura de las personas universitarias en la era actual, mientras que el temor por las máquinas y robots de carga de los trabajadores no universitarios al parecer se fue disipando o no se renovó con esta problemática.

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¿Cómo podría afectar FOBO a las empresas?

Sin duda, la preocupación más grande que pueden llegar a tener las empresas con respecto a la manifestación de FOBO es en un sector de la población, específicamente entre las personas jóvenes y universitarias que desempeñan funciones creativas y de toma de decisiones. Debido a este miedo, las empresas tendrán como desafío otorgar la importancia y valor necesarios, tanto a los colaboradores con los que ya trabajan como a los nuevos talentos reclutados, a fin de que no sientan que están compitiendo contra la inteligencia artificial.

En esta era digital, es crucial que las organizaciones le asignen el valor que les corresponde a las soluciones de IA y que nunca dejen de considerarlas como herramientas para eficientizar el trabajo humano, no para reemplazarlo. Lo que puede confundirse muchas veces con la supremacía de la IA sobre la inteligencia humana es su capacidad de aprendizaje automático, aprendizaje profundo y lenguaje natural a gran velocidad y sin descanso, lo que supone una delgada línea entre el objetivo a alcanzar por una empresa y el método para lograrlo.

En el afán de ahorrar costos en pagar salarios a trabajadores profesionales, algunas empresas podrían destinar sus esperanzas a la IA para que haga el trabajo de los colaboradores formados y más rápido, pero los resultados generados por inteligencia artificial se sienten fríos y carentes de alma en comparación con lo que puede crear la mente humana. Además, aunque la tecnología sea precisa y opere a gran velocidad, es limitada. 

La prueba de esto es la programación que tienen las IA como Chat GPT, cuyos conocimientos no están actualizados con la información más reciente. Valorar el capital humano permitirá a las empresas aprovechar mejor la fuerza de trabajo y promover capacitaciones en tecnologías para que estas complementen su labor desde la cooperación y no como rivales potenciales.

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Pese a los resultados de la encuesta de Gallup, el FOBO no se ha extendido demasiado, por lo que, si bien existe un miedo latente a que ciertos puestos de trabajo profesionales queden obsoletos, también es cierto que la IA está generando oportunidades nunca antes vistas para llevar la eficiencia y la mejora de productos o servicios al extremo. Con las regulaciones necesarias sobre el avance de la IA, las organizaciones podrán garantizar a las personas que la fuerza de trabajo humana solo se está reinventando con la tecnología.