Caso Tesla: El éxito en estrategias de financiación

Al mencionar el nombre de Tesla, la mayoría de las personas lo relaciona con la multinacional que fabrica y vende vehículos eléctricos propiedad de Elon Musk, aunque el origen del nombre de la compañía hace referencia naturalmente al inventor e ingeniero eléctrico croata Nikola Tesla, como un homenaje por sus notables contribuciones a la energía eléctrica que revolucionaron la forma en que la gente se vincula con la electricidad. Ahora es Tesla Motors la que busca revolucionar el mercado de los automóviles eléctricos.

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Uno de los principales objetivos de fundación para Tesla es acelerar la transición hacia el transporte sostenible basado en el uso de energía renovable. La iniciativa en un principio era fabricar unas pocas unidades de vehículos y cobrarlos a un precio muy alto. Así nació el Tesla Roadster, un deportivo eléctrico de alta gama que fue el primer modelo desarrollado por la compañía. El éxito de este lanzamiento impulsó la fabricación de un vehículo con más volumen de unidades y a un costo más bajo.

A medida que las ventas acompañaron a la compañía, se fabricaron nuevos modelos de vehículos eléctricos que superaron en tecnología y eficiencia a los primeros, así como en la relación precio calidad. Hoy en día, Tesla es una de las empresas automotrices con más rápido crecimiento y que además no para de hacer nuevas alianzas estratégicas con otros pesos pesados del mercado. En este nuevo caso de estudio, te contamos algunos datos interesantes sobre la historia de Tesla y el éxito de sus estrategias de financiación. Descubre el caso Tesla. 

Orígenes de Tesla: Vehículos sustentables de alta gama

La historia de Tesla se remonta a 2003, cuando surge la idea de fundar una empresa que comercializara vehículos eléctricos tras el anuncio de General Motors de retirar los ejemplares EV1 y llevarlos a desguace. Martin Eberhard, Marc Tarpenning e Ian Wright integraban uno de los equipos que debía desarrollar un prototipo eléctrico para la empresa AC Propulsion. En el otro equipo estaban Elon Musk y JB Straubel.

Sin embargo, al principio crear vehículos con energía renovable parecía inviable por diversos motivos, que iban desde el precio de las baterías y el tiempo de recarga, hasta la escasa autonomía que tendrían los automóviles. Fue a partir de ese momento que Tom Gage, el presidente de AC Propulsion, propuso juntar los dos equipos. Entonces, los primeros atisbos de negocio que luego se convertirían en Tesla unieron esfuerzos para iniciar un proyecto con la fabricación de vehículos eléctricos. 

Elon Musk ya había fundado varias empresas, era millonario y había tenido la idea de desarrollar baterías para el almacenamiento de energía renovable desde que cursaba en Stanford, por lo que tenían claro el objetivo. Entonces, Musk aportaría el dinero necesario para llevar a cabo el proyecto. Eberhard fue nombrado director ejecutivo y JB Straubel quedó como CTO. 

La creación del primer deportivo eléctrico de gama alta

Tras varias rondas de inversiones millonarias, Tesla pudo demostrar que el vehículo eléctrico podía competir con las mejores marcas de deportivos, por lo que con los fondos obtenidos con las ventas del primer automóvil eléctrico (Tesla Roadster) podrían desarrollar vehículos más accesibles al público. Sin embargo, en 2007 la empresa comenzó a evidenciar severos problemas económicos por sobrecostos en la producción unitaria del Tesla Roadster.

Luego de una reunión directiva para discutir las medidas de acción, Eberhard y varios ejecutivos más fueron removidos de sus puestos. En 2008, la agencia dependiente del gobierno estadounidense NHTSA logra salvar a Tesla luego de estar casi al borde de la quiebra. No obstante, Musk también contribuyó con una generosa financiación de 74 millones de dólares. Ese mismo año, la empresa no es capaz de recaudar los 100 millones que necesitaba para sobrevivir, por lo que Musk terminó financiando ese dinero, asumiendo, de paso, la dirección ejecutiva.

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Estrategias de financiación de Tesla 

Si hay algo en lo que se destacó Tesla desde el primer momento es en que no se rige por el sentido común, sino por un ávido olfato para los negocios. Mientras que el común de las empresas suelen crear un prototipo con pocas prestaciones pero con un precio bajo para incentivar las ventas masivas, Tesla decidió hacer exactamente lo contrario: desarrollar el prototipo eléctrico más sofisticado y caro que llamara la atención de un mercado de consumidores adinerados.

Si bien eran poco más de 2 mil unidades, el alto precio del Tesla Roadster compensaba esa escasa producción y venía a solucionar un problema de base en la startup con la eficiencia y costo de las baterías. De ahí que Musk comenzara a invertir en fábricas de baterías para incorporar a sus propios modelos, sino que les permitiera venderlas a otras empresas para obtener ingresos extras. Gracias a las repetidas rondas de inversión y financiamiento, la empresa pudo subsistir las crisis y convertirse en una empresa de importantes ganancias.

Además, la Unión Europea también se sumó en 2023 para financiar con más de 352 millones de euros el desarrollo de la infraestructura del transporte verde. De este dinero, Tesla recibió un 44% de todos los recursos disponibles para expandir su red de supercargadores. El objetivo principal de esta acción es garantizar la libertad de desplazamientos a todos los usuarios de vehículos eléctricos, reduciendo considerablemente sus costos porque podrán cargar sus automóviles a estas redes de supercargadores de forma rápida y dinámica.

Esta financiación de la Unión Europea a Tesla parte de la decisión del organismo de abandonar las emisiones de carbono para 2050, por lo que no está haciendo otra cosa que impulsar el mercado de los vehículos eléctricos asegurando una amplia red de puntos donde los usuarios puedan cargar las baterías de estos automóviles.

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En palabras finales, el caso Tesla es un ejemplo para muchas empresas de cómo convertir una debilidad en una de sus mayores fortalezas, como la fabricación de sus propias baterías y la posibilidad de crear estrategias de financiación. Además, con el segmento bien claro hacia el cual apuntaba, desde el primer momento, creó toda una filosofía de sostenibilidad alrededor de los vehículos eléctricos para que fueran necesariamente más sofisticados, atractivos, sostenibles y caros que cualquier automóvil tradicional.