Caso Google: Cómo liderar con inteligencia emocional

En la actualidad, se habla mucho de inteligencia emocional, como mecanismo de adaptación en cualquier entorno de la vida cotidiana. Sin embargo, ha cobrado especial relevancia en el ámbito empresarial y laboral, porque es trabajando donde las personas pasan la mayor parte de sus horas, lo que exige adquirir habilidades blandas para interactuar con los demás y desarrollar un liderazgo que motive e inspire a los miembros de un equipo. 

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El CEO de Google es justamente un ejemplo destacado de liderazgo basado en inteligencia emocional, porque ha sabido transformar la cultura de la empresa en un espacio para que las personas se sintieran empoderadas con su trabajo y tuvieran la posibilidad de crecer profesionalmente, especializándose en diversas áreas. 

De esta manera, Sundar Pichai, director ejecutivo del gigante tecnológico, en su experiencia al frente de la empresa, ha comprobado que las personas trabajan mejor cuando se sienten seguras de no ser castigadas por asumir riesgos con otros integrantes del equipo. En este nuevo caso de estudio, hablaremos de Google, en términos de liderazgo a lo largo de su historia, y los aspectos más importantes de su cultura empresarial, erigida sobre la base de la inteligencia emocional. Descubre el caso Google.

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Historia de Google: Un liderazgo que marca la diferencia

Larry Page y Sergei Brin iniciaron Google como un proyecto universitario en 1996, cuando eran estudiantes de posgrado en ciencias de la computación en la Universidad de Stanford. Antiguamente, el nombre que le habían puesto al buscador era BackRub, pero en 1997 los fundadores decidieron cambiarlo a Google, en homenaje al término matemático “gúgol” (10 elevado a 100), en referencia a la capacidad del buscador de organizar un gran volumen de información en la web.

Bajo el liderazgo de Larry Page, Google se consolidó como un motor de búsqueda revolucionario, y se mantuvo en el cargo de CEO hasta 2001, año en que asumió Eric Schmidt hasta 2011. Durante su mandato, Google se expandió significativamente y entró a la bolsa en 2004. Pero en 2011 regresó Page a la compañía retomando la dirección para incursionar en nuevos proyectos, como Google Glass y la división de vehículos autónomos.

Sin embargo, el retorno de Page no sería definitivo, porque en 2015 cedería el mando a Sundar Pichai, quien se convirtió en el CEO de Google después de la reestructuración de la compañía, que derivó en la creación de Alphabet Inc. como la empresa matriz. Desde ese entonces, Pichai ha continuado liderando a través de sus servicios y productos, como Google Assistant y Google Cloud.

La era Pichai sin duda significó un punto de inflexión en la manera de liderar de la compañía, ya que este nuevo ejecutivo hindú, que ya trabajaba en Google desde 2004, como líder de innovación y gestión de productos de software, logró rápidamente convertirse en supervisor en el desarrollo de otras aplicaciones, como Google Maps y Gmail. 

Gradualmente, su trabajo y dedicación a la creación de productos que mejoraran la experiencia de búsquedas de los usuarios lo situó entre las personas más influyentes entre 2016 y 2020, rompiendo con la vieja estructura de empresa con ideales rígidos y empleados obedientes, para promover el bienestar y autorrealización de las personas que forman parte del equipo.

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El liderazgo de Sundar Pichai que motiva a sus colaboradores

Sundar Pichai comienza su gestión en Google al mismo tiempo que esta se convierte en la principal subsidiaria de Alphabet, empresa que se dedica básicamente a la administración de todos los productos y servicios de Google, que influyen en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías. Al asumir el máximo cargo, Pichai inició una nueva era en la dirección de Google, demostrando que más que una empresa tecnológica es una cultura de trabajo colaborativa y que apuesta al crecimiento tanto organizacional como individual.

Para Pichai, uno de los mejores espacios para construir un entorno psicológicamente seguro son las reuniones de equipo, especialmente las reuniones virtuales, que en su experiencia son más difíciles porque todas las personas están a la expectativa de lo que diga la persona que dirige la reunión. Sin contar el hecho de que mientras algunos participan naturalmente, otros se cohíben demasiado. Esta circunstancia hace que el CEO inste a participar a todos.

Es en este sentido que Pichai busca crear entornos colaborativos y diversos, donde todas las personas sean escuchadas, sin importar qué tan cautivantes sean para expresar su opinión o qué tan contrarias a la visión oficial. De esta forma, la empresa busca generar una retroalimentación de todas las distintas miradas, a fin de que todas las voces contribuyan a moldear el camino hacia el cual se dirige la compañía.

Además, Pichai reconoce que no se ve a sí mismo solo como un gerente, sino como un entrenador tratando de sacar lo mejor de los demás, empoderando a las personas para que tengan éxito. “Para liderar de manera efectiva, debes comprender a la personas con la que estás trabajando, no solo el papel que desempeña”, concluye.

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En palabras finales, el caso Google nos invita a reflexionar sobre la importancia de la inteligencia emocional en una figura de liderazgo, en este caso en el actual CEO de la compañía, que promueve un mensaje de apertura a todas las voces que quieran aportar su granito de arena para seguir haciendo grande a la empresa. Destaca la necesidad de empoderar a las personas para que puedan trabajar más a gusto y dar lo mejor de sí en el área en la que son expertos para convertirse en protagonistas y no testigos de este éxito.