Cinco internos han comenzado una idea de cooperación entre la artesanía y la tecnología por medio de una página web que busca dar a conocer al mundo los trabajos de los compañeros artesanos.
Desde que la isla se avista por la ventana del avión, los visitantes ya añoran la brisa cálida, la arena blanca y el mar de siete colores que siempre los recibe con los brazos abiertos. Para muchos, la isla de San Andrés es un paraíso sinónimo de playa y descanso, pero para los protagonistas de nuestra historia, San Andrés alude al centro de reclusión que habitan ya por algún tiempo.
Manos que crean y mentes que sanan
Pero contrario a la típica imagen lúgubre de una cárcel, aquí en San Andrés -y en otros muchos establecimientos de Colombia- estos lugares se iluminan cuando los internos entran a los talleres y utilizan los patios para pintar, labrar y moldear artesanías únicas en su clase. San Andrés está privilegiado debido a su tamaño y la afluencia de turistas que hace que el voz a voz sobre estos productos corra rápidamente hasta llegar a los diferentes hoteles de la isla. Bolsos, mesas, prendas y objetos decorativos comienzan a ocupar las celdas de los internos que trabajan día y noche para crear productos que se venderán por toda la isla, por medio de sus familiares y los custodios del centro. Pero los internos decidieron ir un paso más allá y, aprovechando sus conocimientos y una previa capacitación en Teletrabajo, decidieron realizar un canal de comunicación complementario al voz a voz de sus familiares, una página web que fuera la vitrina de sus productos, surgiendo así ARTE+SANO.
ARTE+SANO: Artesanía y teletrabajo cooperando.
Este espacio ha sido creado por un grupo de 5 internos quienes al tiempo que recibieron un curso rápido sobre marketing digital, teletrabajaron durante 1 mes para producir una página web que desplegara los productos elaborados por sus compañeros, a la vez que ofreciera un servicio adicional: la personalización de estos productos para ocasiones especiales al gusto del cliente. Si bien los productos artesanales de internos son conocidos en varios países de Latinoamérica, ARTE+SANO quiere ofrecer un servicio completo que se ajuste a los deseos del cliente. El despliegue de este servicio involucra no sólo la participación de los internos, sino además de otros actores claves en su entorno como son los custodios que ayudan a la supervisión y distribución de los productos, y los familiares quienes gestionan la comunicación con los clientes y el despacho de los pedidos.
ARTE+SANOS DIGITALES descubriendo el valor del trabajo en equipo
Al comenzar el diseño de la página web, los cinco internos eran islas aparentemente autónomas quienes sólo esperaban tener una tarea precisa y hacer su trabajo sin ver a los otros. Pero a medida que transcurría el tiempo estos ‘ARTE+SANOS digitales’ descubrieron el valor del trabajo en equipo para un proyecto como este al necesitar comunicarse entre ellos para socializar sus avances, pedir consejos sobre un diseño u otro, y pensar en alternativas diferentes para redactar textos y seleccionar imágenes que comunicaran mejor sus ideas. Al final del ejercicio, era claro que todos eran parte de ARTE+SANO, aportando desde su saber y destreza, un granito de arena a un proyecto que arrancó con mucha motivación que ha sido plasmada en la página web.
Lo que queda por hilar
Los centros de reclusión son vistos como lugares que encierran a los malos, cuando deberían reconocerse por su capacidad de resocializar personas que han cometido errores para que se conviertan en ciudadanos activos para la sociedad.
ARTE+SANO es una idea de cooperación. Es una posibilidad de unir los recursos y dinámicas existentes dentro del centro, para potenciar aún más su productividad y sobretodo, su proceso de resocialización. Es un espacio virtual que sirve como ventana entre el mundo exterior-quien no se convence sobre la capacidad de superarse de estas personas-, y el mundo de la cárcel-internos que buscan hacer productivas sus jornadas, formándose y practicando sus habilidades-. Pero aunque este proyecto ha dado un gran paso al tener una página web, este es tan sólo el primero para convertirse en una realidad transformadora para internos, familias y ciudadanos que aún están por ver todo el potencial que manos y mentes albergan en un centro de reclusión.
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