Antes de comenzar, es importante aclarar que el consumidor y las empresas son parte de un medio que es susceptible a modificaciones por sus actividades. Este entorno económico puede construirse por la capacidad de configurar oportunidades y presentar amenazas para las empresas, y en ocasiones los consumidores. Estos indicadores son de carácter demográfico, económico, natural, tecnológico, político y cultural.
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La demografía analiza las poblaciones humanas en términos relacionados con su tamaño, densidad, ubicación, edad, género, raza y otro tipo de estadísticas que se convierten en aspectos vitales para las empresas, no solo por su potencial para brindar información necesaria para evaluar tendencias y fabricar estrategias de venta, sino por el hecho fundamental que consiste en que los elementos que conforman a un mercado son las poblaciones humanas.
Cuando hablamos de DEMOGRAFÍA aplicada a la empresa hablamos de analizar los diferentes características demográficas para una región determinada (cantidad de personas por faja etaria, PBI per cápita, hábitos de consumo, tasa de natalidad/mortalidad), de modo tal de identificar oportunidades o amenazas para para nuestros productos/servicios, o para la inserción de uno nuevo.
Autores como Porter destacan las características demográficas de una población como causas objetivas y capaces de propiciar la presencia de disminuciones o incrementos en la compra de un producto específico, sin diferenciar el tipo de industria que se encuentre en discusión y considerando que los cambios demográficos son susceptibles a la incertidumbre, hecho que afecta de forma desestabilizante a cualquier participante del mercado.
Otro punto importante para tener en cuenta, y que está muy ligado a los aspectos demográficos, es el cambio de necesidades de la población. La demanda de un producto puede disminuir debido a motivos como grupos representativos por edad, ocupación, sexo, aspectos sociológicos, etcétera; siempre recuerda que cada elemento considerado tiene la capacidad de modificar las tendencias de consumo previstas o establecidas para un mercado.
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Al ser parte de una población los integrantes de esta se convierten en consumidores de los mismos productos y servicios que su grupo genera, esto da paso a una agrupación que forma segmentos y/o nichos considerando necesidades específicas para cada una de estas cualidades demográficas precisas.
En conclusión, sea para analizar el futuro de nuestros productos/servicios actuales o para evaluar el desarrollo de nuevos, es fundamental proyectar la demanda de consumo en los mercados objetivos y, para ello, es extremamente necesario tener conocimientos de las características demográficas de los mismo.
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