La metodología Scrum es una de las llamadas metodologías ágiles, la cual se basa en la colaboración constante y consistente del equipo. Se trata de una metodología que en sus orígenes se centró en el desarrollo de software, aunque su aplicación está presente en cada vez más tipos de industrias.
Scrum cuenta con enfoque flexible, siendo pensada especialmente para trabajar con proyectos en entornos donde se necesita obtener resultados rápidos. Trabaja con el ciclo de vida iterativo e incremental, donde se va liberando el producto de forma periódica aplicando las prácticas del trabajo colaborativo.
Es reconocida por ser la metodología ágil más prestigiosa internacionalmente en el sector empresarial y ha tenido una gran aceptación desde su creación, en el año 1992, cuando el teórico norteamericano Jeff Sutherland sentó las bases para su posterior desarrollo.
Scrum se caracteriza por cuatro aspectos centrales: innovación, productividad, flexibilidad y competitividad. Sin embargo, podemos mencionar algunos pro y contra de trabajar con su propuesta. A continuación, mencionaremos las ventajas y desventajas de la metodología Scrum:
Ventajas
Scrum es una propuesta de gestión basada en la división del trabajo en iteraciones, es decir, fases con objetivos y tareas específicas. Esto hace que necesariamente aporte beneficios en aspectos como los siguientes:
- Gestión de las expectativas del usuario: Cada usuario puede participar en cada una de las etapas del proceso y proponer soluciones. El proceso en su conjunto está pensado para un tipo de evaluación conjunta, ya que en todas las etapas del proyecto los usuarios pueden aportar ideas de mejora.
- Resultados anticipados: Una de las ventajas de trabajar con Scrum es que cada etapa del proceso arroja resultados parciales, por lo que no es necesario esperar al final para obtener resultados del proyecto. Al cierre de cada Sprint o fase de trabajo, ya pueden visualizarse ciertos logros. Esto permite disminuir el tiempo de los períodos de prueba y concluir el trabajo más rápido.
- Flexibilidad y adaptación a los contextos: Scrum puede adaptarse a cualquier área o sector de la gestión, es decir, no es una técnica exclusiva de ninguna disciplina.
- Gestión sistemática de riesgos: Trabajar con Scrum permite que los problemas que pueden contrarrestar los progresos un proyectos, pueden ser gestionados en el mismo momento de su aparición. Es decir, la intervención de los equipos de trabajo puede ser inmediata cuando surjan conflictos o dificultades en el transcurso del proyecto.
- Sistema jerárquico de actividades: Plantear este sistema de actividades a ejecutar durante el ciclo de vida del proyecto, permite que los colaboradores puedan darle prioridad a aquello que se requiera con mayor urgencia frente a aquellas tareas que no son las más demandantes.
- Fechas realistas de entregas del proyecto: En Scrum, al trabajar con iteraciones, se segmenta el objetivo a entregar lo que hace que los márgenes de error sean menores como así también, que las entregas finales se ajusten a lo que fue planificado. Así, los Sprint o iteraciones hacen más fácil de gestionar las tareas y un mejor manejo de los tiempos.
- Feedbacks en el equipo: El trabajo de Scrum permite que el equipo establezca reuniones diarias donde pueden fijar qué se hizo, qué se hará y qué impedimentos que hay para realizarlo, pudiendo intercambiar opiniones e ideas acerca del proyecto.
- Visión global: En Scrum, contar con una visión holística e integral del proyecto mientras está en curso es posible, además de que esto fortalece el equipo de trabajo y sus involucrados.
Desventajas
Como se mencionó anteriormente, trabajar con la metodología Scrum tiene grandes ventajas. Sin embargo, para ciertos proyectos no será lo más aplicable. Algunas desventajas de trabajar con Scrum son:
- Se aplica a equipos reducidos: Scrum es exitosa cuando se trabaja con grupos de pocos colaboradores. En una empresa grande, por ejemplo, se debe sectorizar o dividir en grupos que cuenten con objetivos concretos. De lo contrario, el efecto de la técnica no será el mismo.
- Requiere una exhaustiva definición de las tareas y sus plazos: Scrum funciona correctamente cuando tanto las tareas como el tiempo en que se ejecutará cada una se encuentran definidos. La esencia de esta metodología reside en la división del trabajo de cada etapa y de sus tareas específicas.
- Requiere de perfiles senior en su aplicación: Quienes aplican Scrum cuentan con una alta cualificación, por lo que no es una modalidad de gestión propia de grupos junior o que estén en formación. Podemos decir que el éxito de Scrum radica en la experiencia profesional de equipos que cuentan con años de experiencia y se encuentran capacitados para estas exigencias. El éxito de un proyecto que trabaje con metodología Scrum dependerá en gran parte del liderazgo del Scrum Master.
- Difícil escalabilidad: Aplicar un enfoque Scrum para grandes proyectos se establece un reto ya que puede fallar la coordinación precisa, por lo que no garantiza que sea escalable a largo plazo.
- Puede necesitar de transformaciones dentro de la organización: En ocasiones, para trabajar con Scrum la empresa debe pasar por ciertas transformaciones organizativas en sus departamentos y áreas. Es la empresa quien debe gestionar y organizarse para que las colaboraciones sean exitosas.
- No se integra fácilmente con enfoque clásico de gestión de proyectos: El enfoque de Scrum no suele ser el adecuado para proyectos que requieren previsibilidad y un plan bien definido.
En conclusión, la metodología Scrum es una metodología ágil que hace énfasis en el trabajo en equipo donde la claridad de los objetivos es crucial para avanzar hacia una versión cada vez mejor. El éxito de su aplicación dependerá, en gran medida, de contemplar estas ventajas y desventajas según lo requiera el proyecto.
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