Proyecto de litio de Río Tinto en Salta avanza con aprobación ambiental

La transición energética global avanza a paso firme y América Latina tiene un rol cada vez más estratégico en este proceso. En este escenario, Argentina se posiciona como uno de los actores centrales de la cadena de suministro de minerales críticos, especialmente litio, recurso fundamental para la producción de baterías que alimentan desde celulares hasta autos eléctricos.

Un nuevo hito en este camino es el anuncio de la provincia de Salta: la aprobación ambiental del proyecto “Rincón”, desarrollado por la minera internacional Río Tinto. Con una inversión de escala millonaria y el objetivo de producir 50000 toneladas anuales de carbonato de litio grado batería, este avance marca un punto de inflexión para la industria local y consolida el potencial del país en el mapa mundial de la transición energética.

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Un paso clave para la minería argentina

El proyecto de litio en Salta no es uno más dentro del amplio portafolio de proyectos en Argentina. Se trata de una iniciativa que combina magnitud económica, relevancia estratégica y compromisos en sostenibilidad. Río Tinto, una de las compañías mineras más importantes del mundo, adquirió en 2021 el yacimiento Rincón en el Salar del mismo nombre, ubicado en el departamento de Los Andes, en plena Puna salteña.

La reciente aprobación ambiental por parte de las autoridades provinciales no solo habilita formalmente el desarrollo del proyecto, sino que también refleja un trabajo de evaluación técnica que contempló aspectos hídricos, sociales y de biodiversidad. En un contexto donde la minería se enfrenta a crecientes demandas de transparencia y responsabilidad, contar con este aval es un paso imprescindible.

La magnitud de la inversión y la producción proyectada

El plan de Río Tinto contempla una inversión millonaria destinada a infraestructura, tecnología de extracción y procesos de refinamiento del litio. El objetivo es alcanzar una capacidad de producción de 50000 toneladas anuales de carbonato de litio grado batería, un volumen que ubicaría al proyecto Rincón entre los más relevantes de Argentina.

El carbonato de litio es uno de los insumos más demandados en la cadena de valor de las baterías recargables. Su uso se proyecta al alza en los próximos años debido al crecimiento exponencial de la movilidad eléctrica y las soluciones de almacenamiento de energía renovable. Para Argentina, esto significa no solo generación de divisas, sino también la posibilidad de integrarse en segmentos de alto valor agregado.

Sostenibilidad como eje central

Uno de los principales interrogantes que rodea a los proyectos de litio es su impacto ambiental, especialmente en lo que respecta al uso del agua en ecosistemas frágiles como los salares de altura. Río Tinto ha destacado que el diseño del proyecto Rincón prioriza la eficiencia hídrica, incorporando tecnologías que optimizan el uso de este recurso y reducen la huella ambiental. Además, la compañía ha manifestado compromisos de desarrollo local, incluyendo programas de capacitación y empleo para comunidades cercanas, así como la contratación de proveedores locales para fomentar la economía regional. Estas medidas buscan generar un impacto positivo más allá de la extracción, integrando la minería con las necesidades de la sociedad salteña.

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Salta y el triángulo del litio

La aprobación del proyecto refuerza el rol de Salta como provincia clave dentro del “triángulo del litio”, que comparte con Jujuy y Catamarca en Argentina, y que se extiende hacia Chile y Bolivia. La región concentra más del 60% de los recursos mundiales de este mineral, lo que la convierte en epicentro de inversiones globales.

Argentina, en particular, se ubica ya como el cuarto productor mundial de litio, con una cartera de proyectos en distintas etapas que, de materializarse, podrían triplicar la producción actual hacia finales de la década. En este escenario, el proyecto Rincón se suma a otros desarrollos en Salta, como Centenario-Ratones y Sal de Vida, consolidando a la provincia como polo de atracción de capitales internacionales.

Impacto en la transición energética global

El litio es considerado un mineral crítico por su rol en la transición hacia una economía baja en carbono. Sin él, la electrificación del transporte y la integración de energías renovables a gran escala serían inviables. De allí que proyectos como el de Río Tinto no se midan únicamente por su relevancia económica local, sino también por su impacto en la agenda energética mundial.

La demanda global de litio se prevé que se triplique hacia 2030, impulsada por el aumento de ventas de autos eléctricos. Este escenario convierte a Argentina en un socio estratégico para países y empresas que buscan asegurar cadenas de suministro estables y sostenibles.

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Desafíos pendientes

A pesar del entusiasmo, los proyectos de litio en Argentina enfrentan desafíos que no deben subestimarse. Entre ellos:

• Regulatorios y fiscales: la necesidad de reglas claras y estables para atraer inversiones de largo plazo.
• Sociales: garantizar la consulta y el involucramiento de comunidades locales en todas las etapas.
• Tecnológicos: avanzar hacia procesos de extracción más eficientes y menos intensivos en agua.

Cómo se gestionen estos aspectos definirá no solo la aceptación social de los proyectos, sino también su viabilidad en un contexto global cada vez más exigente en materia ambiental.

Mirando hacia el futuro

Con la aprobación ambiental en mano, el proyecto Rincón ingresa en una fase avanzada de planificación que incluye la construcción de instalaciones y la puesta en marcha de los primeros módulos de producción. Se estima que, una vez operativo, generará cientos de empleos directos y miles de indirectos, además de aportes fiscales y exportaciones de gran relevancia para la economía argentina.

El proyecto de litio en Salta es, en definitiva, una pieza clave en la estrategia del país para consolidarse como proveedor confiable de minerales críticos en la transición energética global. Si logra equilibrar producción, sostenibilidad y desarrollo local, no solo generará beneficios económicos, sino que también se transformará en un modelo de minería responsable para la región.