Consultoría empresarial: ¿Qué es y cómo puede ayudar a mi empresa?

Orientación, ayuda, asesoramiento, opiniones, consejos. Todas estas palabras se vienen a la mente cuando uno piensa en una consultoría y, lo cierto, es que todas ellas pueden converger perfectamente en una instancia de asesoría. 

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Es posible definir a la consultoría empresarial como un servicio profesional de asesoramiento externo, que una empresa contrata cuando necesita resolver, mejorar u optimizar algo en el interior de su compañía. Algo importante a subrayar es que el asesor externo debe ser un profesional idóneo en el área o temática particular por la cual se esté consultando. 

Esta persona experta que se contrate, funcionará como un facilitador que ayudará a la empresa a potenciarse, crecer y cumplir sus objetivos de la manera más eficaz que esté a su alcance. 

¿Cómo puede ayudar una consultoría a mi empresa?

Uno de los puntos más interesantes de la consultoría empresarial es la imparcialidad con la que el consultor externo mira y analiza la situación de la empresa y, posteriormente, propone alternativas de cambio. 

Esta condición suele ser muy positiva para los líderes de la compañía, ya que es muy frecuente que, debido al contacto cotidiano con toda la estructura empresarial, muchas veces se naturalizan prácticas o procesos que no se están realizando de manera eficiente o que quedaron obsoletos con los avances tecnológicos, entre otras razones. 

La consultoría empresarial, por tanto, es un proceso que puede brindarle a la empresa información y herramientas muy valiosas. Con este servicio se puede ayudar a una empresa a abrir los ojos y considerar nuevas posibilidades y escenarios para hacer despegar la compañía.   

¿Cómo se aplica la consultoría empresarial?

El proceso de consultoría es complejo y requiere de tiempo y dedicación, por lo cual, lo más habitual es que se divida en etapas. De modo general, ya que cada proceso es único y personalizado, podemos decir que en un primer momento el experto indaga respecto a la razón y los objetivos por los cuales la empresa contrata el servicio, es decir, qué necesitan resolver. 

Luego, ya se puede trabajar en campo, lo cual implica un relevamiento de la situación actual de la empresa en el área particular de consulta y en todos aquellos sectores sobre los cuales también se precise indagar. Se estudian en detalle todos los datos e información que sean necesarios y se cotejan con los objetivos que la empresa argumentó cuando realizó la contratación del servicio.

Una vez realizado tal análisis, el responsable de la consultoría empresarial estará en condiciones de realizar propuestas y alternativas de solución, que se ajusten a las posibilidades reales que tiene la empresa en materia de recursos, ya sea, económicos, humanos, de producción, etc. 

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La etapa que sigue, es implementar la alternativa de solución acordada entre empresa y consultor. Aquí el consultor debe acompañar y hacer seguimiento para asegurarse de que la implementación se haga de manera adecuada, a la vez que recolecta información sobre cuestiones relevantes que puedan ir surgiendo en el proceso. 

Al finalizar se realiza una evaluación de resultados, se examina si la solución resultó favorable y fue funcional para resolver el problema. En este momento también se pueden proponer mejoras, optimizar la propuesta inicial para ajustar y modificar todo aquello que sea necesario para pulir la solución y que todo quede funcionando adecuadamente.

Sin dudas, todo este proceso detallado en solo unos párrafos, implica meses de trabajo y esfuerzo, hasta tanto el experto pueda asegurar que su consultoría empresarial fue realmente exitosa para la empresa.

¿Por qué realizar una consultoría empresarial?

Tal como ya se anticipó en párrafos anteriores, existen diversas razones por las cuales una empresa puede decidir recurrir a una consultoría empresarial. Lo que sí es posible asegurar, es que esta instancia, aplicada correctamente, será muy beneficiosa para cualquier tipo de empresa. 

Aquí detallamos algunas ventajas y beneficios que posee realizar una consultoría empresarial:

• Al ser un servicio externo, otorga a la empresa una visión objetiva respecto a su situación actual y a posibles opciones de mejoras y soluciones para la misma.
• Contribuye a potenciar el crecimiento y expansión del negocio, al proponer soluciones a la medida de sus posibilidades y necesidades.
• Ayuda a diseñar planes de acción y estrategias para lograr los objetivos establecidos.
• Ayuda a que los altos mandos tengan información de calidad disponible para que el proceso de toma de decisiones se realice con mayor seguridad.
• Favorece el aumento de la productividad y la rentabilidad de la compañía, luego de poner en práctica los planes de acción y estrategias planeadas.
• Potencia el posicionamiento de la empresa dentro del mercado, gracias a la conjunción de óptimas decisiones y acciones. 

Hay muchísimas otras ventajas que puede aportar la consultoría a una empresa, estas son solo algunas. Lo clave es que el consultor realmente indague sobre las necesidades particulares de la empresa en cuestión y, en función de ellas, elabore y sugiera soluciones personalizadas. Si esto se hace así, las ventajas y beneficios de haber recurrido a una consultoría estarán a la vista de toda la empresa. 

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¿Qué tipos de consultoría empresarial existen?

Se pueden distinguir diferentes tipos de consultoría empresarial. Según sea la necesidad o problema particular de una empresa, el proceso se orientará hacia algún tipo particular de consultoría o se combinarán varias. La clave es primero auditar y estudiar la situación inicial y, a partir de allí, entender cuál es la mejor hoja de ruta a seguir según las necesidades particulares de cada compañía. 

A continuación, mencionamos los tipos de consultoría empresarial más frecuentes y conocidos en el ámbito:

Consultoría de gestión.

Es el tipo de consultoría más común. Se realiza una evaluación integral de la compañía para mejorar su funcionamiento general, para trazar estrategias de optimización y crecimiento y mejorar los procesos de decisiones, entre otras cosas.  

Consultoría financiera.

Ayuda a las empresas a planificar sus finanzas y a tomar decisiones financieras con información determinante, considerando tanto su situación particular como del entorno externo. Se evalúan inversiones y posibles riesgos.  

Consultoría de recursos humanos.

Se recurre a expertos en RRHH con el fin de reclutar, desarrollar o capacitar talentos, o también para instancias de resolución de conflictos o de evaluación de clima organizacional. 

Consultoría de ventas.

Esta consultoría sirve para mejorar el rendimiento del equipo de ventas, a través de capacitaciones, cursos de formación o instancias motivacionales para incentivar a los colaboradores. 

Consultoría de tecnologías de información.

Se recurre a un experto en TICs cuando la empresa precisa actualizarse para la gestión e implementación de nuevos sistemas o softwares, o para desarrollar su estrategia digital. 

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Conclusiones

Para finalizar, podemos afirmar que la consultoría empresarial es una herramienta realmente valiosa para una empresa que busca elevar su desempeño, superar obstáculos y alcanzar sus objetivos estratégicos para crecer y expandirse.

Si sientes que tu empresa necesita del asesoramiento de un consultor especializado que pueda impulsar su desarrollo y crecimiento, en Drew estaremos encantados de conocerte para lograr en conjunto todos los objetivos empresariales. Contamos con personal altamente calificado para acompañar a las empresas en sus procesos de expansión.

Cuéntanos qué sensación la idea de una consultoría empresarial y si estás listo para comenzar a trabajar en el futuro de tu compañía.