En la actualidad, el ámbito empresarial competitivo y dinámico, exige a las empresas estar constantemente alertas para adaptarse a cualquier eventualidad o nueva tendencia que pueda aparecer.
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Asimismo, los avances tecnológicos en materia de información y comunicación dan la posibilidad a que clientes, consumidores o proveedores también estén al tanto, casi al mismo tiempo, de tales eventualidades o tendencias, y, por consiguiente, exijan a las empresas respuestas y soluciones rápidas o casi instantáneas.
Es dentro de este contexto, que adquiere relevancia y pisa cada vez más fuerte el concepto de agilidad empresarial.
¿Qué es la agilidad empresarial?
La agilidad empresarial se define como la capacidad y disposición de una empresa para adaptarse y dar respuestas rápidas y eficientes a los distintos cambios que puedan aparecer en su entorno, tanto respecto a cuestiones internas como externas.
Tal como lo anticipa la primera palabra que compone este término, el foco está puesto en la agilidad. Se trata de que las empresas sean capaces de tomar decisiones rápidas y, por tanto, entreguen respuestas y soluciones veloces, pero a la vez inteligentes y acertadas, según lo requiera la situación.
Para que la agilidad empresarial sea realmente efectiva, es necesario que todas las personas involucradas en los puestos de toma de decisiones estén en contacto continuo y trabajen codo a codo para lograr las metas empresariales. Los líderes de área deben conducir su equipo y asegurarse de que las estrategias que se implementen contribuyan a los objetivos comunes.
Una empresa que incorpore convenientemente la agilidad empresarial a su cultura de trabajo, podrá mejorar su rendimiento y sostenerse en el tiempo.
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¿Por qué es importante saber gestionarla correctamente?
Tal como ya se dejó en claro, es clave que una empresa actúe de manera rápida y precisa para anticiparse a sus competidores y satisfacer a sus consumidores. Sin embargo, para ello primero es necesario que haya sentado las bases de la agilidad empresarial en su equipo de trabajo y que la misma haya sido gestionada de manera eficiente, a fin de poder brindar respuestas óptimas para las diferentes eventualidades.
A modo de ejemplo, algunas cuestiones relevantes que se deben considerar para la correcta gestión de la agilidad empresarial son:
Orientación al cliente
Escuchar y atender las demandas de los clientes, indagar acerca de sus necesidades, expectativas y gustos, y orientar los productos o servicios hacia esas características. Intentar hacerlos sentir valorados y parte determinante de la empresa.
Innovación permanente
Mantenerse a la vanguardia sobre últimas tendencias y modas. Incorporar nuevos productos o tecnologías para mejorar los procesos o productos ya existentes. Fomentar la creatividad y proactividad en los equipos de trabajo para tener mayor capacidad de sortear desafíos que puedan aparecer.
Cultura flexible
Se puede pensar a la flexibilidad como una de las características principales de una empresa ágil. Que la cultura organizacional sea flexible es uno de los pilares de la agilidad empresarial, ya que ante cambios inesperados, rápidos o constantes, no aparecerá la resistencia como primera respuesta. Al contrario, los equipos de trabajo estarán preparados para manejar y adaptarse a esos nuevos cambios y transformaciones.
Revisión continua
Estar constantemente en estado de alerta para detectar nuevas oportunidades o posibles amenazas que puedan surgir. Estudiar acciones realizadas, evaluar resultados, reinventarse y anticiparse permanentemente.
¿Cuáles son los beneficios que aporta la agilidad empresarial a una empresa?
A lo largo de todo el texto aparecieron diferentes virtudes y ventajas que tiene la agilidad empresarial para cualquier compañía. Sin embargo, hay otros beneficios que también resultan importantes para destacar, a saber:
- Aumenta y mejora la colaboración y comunicación entre equipos y áreas.
- Ayuda a estrechar las relaciones entre líderes y colaboradores.
- Refuerza el vínculo cliente-empresa y contribuye a tener clientes más satisfechos.
- Contribuye a generar un ambiente laboral dinámico, proactivo y con mentalidad ágil.
- Mejora el rendimiento general y el funcionamiento de la empresa.
- Aumenta el sentido de la responsabilidad de los miembros en cada proceso de toma de decisiones.
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Conclusiones
La agilidad empresarial es una aliada imprescindible para aquellas empresas que quieren crecer y perdurar en el tiempo. Tener flexibilidad, capacidad de adaptación y habilidad para dar respuestas rápidas, serán pilares claves para sostenerse y distinguirse de la competencia.
Si tu objetivo está puesto en el posicionamiento y crecimiento de tu empresa, cuéntanos cuáles son los elementos de agilidad empresarial que estás implementando en tu compañía. ¡Esperamos tu comentario!
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