La sigla de ERP corresponde a Enterprise Resource Planning, que en español se traduce como Sistema de planeación de recursos empresariales. Un ERP generalmente suele constituirse como el nervio central de una empresa, es el software en donde las compañías registran sus compras, sus ventas, su stock, para poder tener un control más exhaustivo de sus procesos troncales.
Es útil y necesario para empresas de bienes y servicios que buscan centralizar su operación en las áreas de finanzas, contabilidad, administración, compras, ventas, logística, manufactura, recursos humanos, entre otros.
La idea central de los ERP es de automatizar lo mayor posible generando informes, alertas por medio de indicadores. Para entrar más en detalle, existen diferentes tipos de ERP que podemos desglosar en primer lugar según su funcionamiento, y luego en base al tipo de fabricante (desarrollador):
Según funcionamiento:
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On premise: Son aquellos que se instalan en los dispositivos donde se utilizará.
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SaaS: Software como un servicio. Hace referencia a que se contrata una licencia según un determinado período por el uso del desarrollo.
Según el fabricante:
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World Class: Son las soluciones que crean las corporaciones como SAP, Oracle, entre otros. Existen de diversos precios, planes y posibilidades, ya que algunas de éstas soluciones están pensadas para los dos niveles empresariales: Grandes empresas, y pequeñas/medianas empresas. Cuentan con equipos enteros dispersos en todo el globo con personal calificado realizando mejoras constantemente en el producto, buscando que no existan fallas y tienes la seguridad de que persisten en el tiempo. Son definidos comúnmente como softwares triple A.
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PyMes de software: Son aquellos desarrolladores de software que se unen para formar emprendimientos basados en un ERP, buscando generar soluciones de valor para pequeñas empresas. La ventaja: Son más económicos y en algunos casos flexibles. La desventaja: No sabes sobre su continuidad y compromiso. Generalmente tienen como máximo unas 50 personas trabajando en el back office, que ante una caída del sistema ó de solicitud de alguna funcionalidad de varios clientes al mismo tiempo, éstos equipos se saturen rápido.
Para contratar un ERP debes pensar que probablemente lo utilices en tu empresa en los próximos 3 a 5 años mínimo, por lo que tomar una decisión de con quién contratar debe estar bien analizada. Las empresas PyMEs de software saben que esto existe y que prácticamente una vez que empiezas a trabajar en su solución, probablemente nunca los cambies; pero debes conocer esto antes de tomar una decisión de dónde confiar los datos más sensibles de la organización.
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