Uno de los pilares fundamentales del trabajo en equipo eficaz es la orientación a objetivos. Cuando las personas, equipos y empresas trabajan con objetivos bien definidos, la productividad mejora exponencialmente. ¿Cuál es el problema entonces? Que para muchas empresas definir objetivos y hacer un seguimiento de ellos no es sencillo; por este motivo muchas los acaban olvidando. Para que los objetivos sean eficaces, estos deben estar bien formulados y cumplir con ciertas características. En este artículo te vamos a contar qué son los objetivos SMART (Tener en cuenta el plan comercial), qué importancia tienen para tu equipo o proyecto; y es que la metodología SMART para definir objetivos es una de las más efectivas y sencillas de aplicar.
Tip: Implementa un plan de marketing.
Cuando termines de leer este artículo tendrás todas las herramientas que te permitirán mejorar la productividad de tu empresa y conseguir todos los objetivos de negocio mucho más rápido. Las empresas más innovadoras y efectivas del mundo trabajan con una clara orientación a objetivos. ¿Por qué no podrías hacerlo vos?
¿Qué son los objetivos SMART?
Los objetivos SMART son aquellos que cumplen con los siguientes requisitos: son específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo determinado para completarlos. Esta forma de definir objetivos ha demostrado ser la más eficaz en el entorno laboral ya que evita incertidumbres y ofrece toda la información necesaria para que puedan ser cumplidos con celeridad.
La metodología SMART para definir objetivos fue ideada por George T. Doran, utilizando la palabra SMART (inteligente) como regla mnemotécnica de las siguientes palabras:
- S: Specific / Específico
- M: Measurable / Medible
- A: Attainable / Alcanzable
- R: Relevant / Relevantes
- T: Time-Related / Con un tiempo determinado
A continuación vamos a ver con más profundidad cada una de estas características y por qué son importantes para definir objetivos empresariales.
Objetivos específicos
Cuando definimos un objetivo SMART, es necesario que este sea específico; es decir, que exprese claramente qué es exactamente lo que se quiere conseguir. Cuanto más específico sea un objetivo más fácil será de comprender para tu equipo y más sencillo será encontrar las estrategias que permitan alcanzarlo.
No es lo mismo un objetivo genérico como “que nuestra empresa triunfe” que uno específico como “que nuestra empresa facture USD350.000 en el último trimestre del año con el lanzamiento de un nuevo producto”.
Para definir correctamente objetivos específicos es necesario hacerse algunas preguntas. ¿Qué queremos conseguir?, ¿Cómo queremos conseguirlo? o ¿Qué necesitamos para conseguirlo? etc.
Objetivos medibles
Los objetivos son medibles cuando podes establecer variables que determinen su éxito, fracaso o incluso la evolución de los mismos a lo largo del tiempo. Un problema muy habitual en las empresas es precisamente establecer objetivos no medibles como “mejorar la motivación en la empresa” o “lanzar un producto que guste a la gente”; ¿Cómo vas a determinar si has cumplido estos objetivos si no has establecido unas variables que se puedan medir?
Los objetivos puestos como ejemplo quedarían completos si los reformuláramos de la siguiente manera:
- Mejorar la motivación de la empresa en un 25% según los datos obtenidos en la encuesta semanal.
- Lanzar un producto que mejore en un 15% la percepción que tienen nuestros usuarios según la encuesta de satisfacción.
Formular objetivos medibles es de vital importancia; pero para que de verdad sean útiles, tendremos que establecer un sistema de seguimiento que nos permitan comprobar su estado. En el último punto de este artículo trataremos este tema.
Objetivo alcanzables
Los objetivos SMART deben ser alcanzables. Esto significa que a la hora de establecerlos debemos tener en cuenta el esfuerzo, el tiempo y otros costes derivados para determinar si son viables, es decir, si los vamos a poder conseguir. Si creamos objetivos extremadamente complicados con el único objetivo de presionar a nuestro equipo, solo conseguiremos el efecto contrario: nadie se los tomará en serio y quién lo haga se desmotivará al no alcanzarlos.
Esto no significa que los objetivos tengan que ser fáciles de conseguir. Lo ideal es encontrar el equilibrio en la dificultad para que supongan un reto; pero un reto viable.
Objetivos relevantes
¿Son los objetivos establecidos relevantes para tu empresa? Es importante que los objetivos sean medibles, alcanzables y que estén delimitados en el tiempo, pero sobre todas las cosas es importante que sean relevantes. Si estableces objetivos irrelevantes podes estar guiando a tu empresa en la dirección incorrecta; por este motivo, para establecer objetivos SMART es necesario dedicar el tiempo suficiente a descubrir cuáles son realmente nuestras necesidades.
Vamos a poner un ejemplo: Una tienda de moda online con un blog para captar tráfico decide establecer el siguiente objetivo “conseguir 10.000 visitantes al blog mensuales en menos de 3 meses”. El objetivo está bien planteado, pero si su objetivo real es vender productos en su tienda online, quizás no sea del todo un objetivo relevante. Esta tienda podría dedicar todos sus esfuerzos de marketing a conseguir miles de visitantes y encontrarse con que luego ninguno compra sus productos. Podríamos replantear este objetivo para hacerlo relevante o añadir otro que le diera esa relevancia, por ejemplo: “Conseguir un volumen de ventas de 10.000 euros al mes de los visitantes que vienen del blog en menos de 3 meses”.
Objetivos con un tiempo determinado
Finalmente, aunque ya lo hemos ido comentando a lo largo del artículo, es necesario que los objetivos SMART tengan una fecha delimitada. Si marcamos un objetivo pero no le damos contexto temporal, ese objetivo dejará de tener sentido. No es lo mismo conseguir USD100.000 en ventas en 1 mes que en 1 año. Para que nuestro equipo pueda contextualizar los objetivos, siempre tendremos que acompañarlos del plazo deseado para su cumplimiento.
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