Es una preocupación constante para las empresas poder ahorrar tiempo y costos, generar más ingresos, lograr mayor productividad y rentabilidad en los equipos de trabajo, y también mejorar la satisfacción del cliente, además de incorporar nuevas tecnologías para facilitar los procesos y hacer su negocio más competitivo. Estas necesidades o expectativas se convertirán en algún momento en objetivos estratégicos a lograr.
Para la mejora continua, la mayoría de las empresas están implementando diferentes herramientas que les permite gestionar sus procesos de negocio de una manera eficaz, eficiente y segura.
<<< Mejora continua: ¿Tus procesos mejoraron en los últimos 5 años? >>>
A través de las BPM (Business Process Management), las empresas pueden organizar y diseñar los procesos transversales a fin de poder gestionar una correcta monitorización de los indicadores claves relacionados con los objetivos a conseguir, y de ser posible, realizar las optimizaciones requeridas que favorezcan alcanzar esos objetivos estratégicos.
Si buscas implementar un cambio significativo en la mejora de tus procesos y recursos, así como de lograr una verdadera agilidad empresarial, debes aplicar metodologías de mejora continua que permitan la optimización de los procesos operativos de forma que se pueda conseguir una mayor efectividad, eficacia y rendimiento en la ejecución de los procesos, orientada a obtener los resultados esperados
<<< Certificación en ISO 9001: Su implicancia en la mejora continua >>>
Dentro de la gestión de procesos, podemos destacar tres metodologías de mejora continua: Lean, SixSigma y TOC, que además son complementarias, permitiendo focalizarse en diferentes puntos de mejora de un proceso, e incrementar la satisfacción de los clientes al ofrecer en el tiempo correcto la calidad requerida de los productos y servicios.
Este nombre fue denominado por James Womack a la filosofía de gestión utilizada por Toyota en los años 50. Constituye una metodología de mejora continua que propone una alternativa para mejorar la eficiencia (capacidad para conseguir un efecto determinado haciendo lo correcto desde el principio) en los procesos de fabricación o prestación del servicio.
<<< ¿Qué es y por qué aplicar la metodología Lean Management? >>>
Para tal fin, dentro del proceso productivo, su objetivo se basa en la supresión de todo lo que no aporta valor, permitiendo trabajar de una forma más eficiente y con un menor consumo de recursos. De este modo, se alcanzan resultados inmediatos en torno a la productividad, competitividad y rentabilidad del negocio.
Una dato importante para comprender la metodología Lean para trabajar en la mejora de los procesos es el cálculo del “Takt Time”(el tiempo medio entre el inicio de la producción de una unidad y el inicio de la producción de la siguiente unidad): el ratio al que necesitamos producir para alcanzar las demandas de los clientes, para luego, balancear los recursos a este ratio.
Cualquier capacidad en las operaciones que sea mayor que la cantidad necesaria para satisfacer la demanda de clientes, será considerado un desperdicio que no producirá valor, por lo que todas las iniciativas de mejora en Lean se centrarán en eliminar estos desperdicios y en equilibrar la capacidad con la demanda.
Fue desarrollada en 1985 por Bill Smith de Motorola. Es una metodología de mejora continua que desarrolla un modelo a seguir para mejorar la calidad del producto o servicio, buscando ahorro de costos, aumentar la satisfacción del cliente, obtener el 99,9999% de eficacia (capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera) y eliminar la variabilidad y el desperdicio.
<<< Mejora de procesos: Six Sigma >>>
Para lograrlo, busca reducir (hasta casi cero) los defectos (cualquier cosa que no cumple los requisitos del cliente) y variaciones en los procesos, los costos de calidad, los tiempos de ciclo y aumentar la productividad y la satisfacción de los clientes mediante la reducción de variaciones en los productos y los procesos para proporcionar a las organizaciones una ventaja competitiva sostenible en el tiempo.
La metodología Six Sigma apoya la mejora continua en dos grandes indicadores: la velocidad con que se realiza un proceso (tiempo de ciclo) y el número de errores que llegan al cliente (interno/externo).
Fue creada en 1970 por el físico Eliyahu M. Goldratt en su famosa novela empresarial “La Meta”. Es una metodología de mejora continua que ofrece otra alternativa para mejorar la capacidad de producción. Tiene como finalidad intervenir sobre las restricciones o cuellos de botella (que marcan el ritmo de los procesos) que limitan la capacidad de los procesos productivos.
Esta teoría presenta como objetivo que las empresas obtengan ganancias a través de tres indicadores de procesos: las empresas deben maximizar sus ventas (throughput: la salida del proceso menos las entradas del mismo) asegurando su presencia en el mercado, reducir los inventarios (el costo de los materiales almacenados) y minimizar los gastos operacionales (los gastos asociados a transformar los inventarios en throughput - valor generado-), que incluye los costos directos, indirectos y de los activos de la empresa.
Resumiendo, las tres herramientas de gestión de procesos Lean, Six Sigma y TOC se complementan para proporcionar distintos niveles de mejora continua a los procesos; en el caso de la metodología Lean, mejora la eficiencia de los procesos desechando lo que no aporta valor; Six Sigma, la calidad de los productos o servicios; y TOC, la productividad. Tres alternativas de optimización en la búsqueda de potenciar los resultados de tu empresa a la altura de las mejores.