Cloud computing o computación en la nube es el acceso bajo demanda, a través de internet, aplicaciones, recursos informáticos, servidores físicos y virtuales, almacenamiento de datos, herramientas de desarrollo, entre otras, almacenados en un centro de datos remoto administrado por un servicio en la nube. Esta tecnología evita que las empresas tengan que ocuparse de proveer, configurar o gestionar los recursos, y también permite pagar sólo por su uso.
Los modelos cloud computing están basados en el concepto de compartir recursos informáticos, software e información bajo demanda a través de internet, mientras se paga por acceder a ese servicio en la red de recursos compartidos, alojados en servidores remotos, propiedad de proveedores de servicios. De ahí que esta herramienta permita una mayor escalabilidad a las empresas, ya que compran solo la utilidad y no tienen necesidad de mantener sus propios datos físicos y servidores.
Cloud computing busca conectar a los usuarios a una plataforma en la nube donde pueden acceder a diversos servicios informáticos alquilados. El intercambio de datos funciona a partir de un servidor central para gestionar toda la comunicación entre los dispositivos y los servidores del cliente.
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El concepto de cloud computing se originó en 1960 cuando John McCarthy anticipó un uso público de los servicios informáticos a nivel nacional. No obstante, en la década de los 50, la aparición de los mainframes permitió el acceso de múltiples usuarios a un ordenador central. Décadas después, allá por 1990, las empresas de telecomunicaciones comenzaron a ofrecer conectividad de red privada virtual VPN.
Salesforce se convirtió en la primera empresa en proporcionar soluciones empresariales a través de internet en 1999. A esta primera iniciativa le siguieron las de compañías modernas y prestigiosas como Google, Amazon, Netflix, Apple, IBM y Microsoft. El ejemplo más representativo es el servicio de Google Docs, que permite operar con documentos ofimáticos a partir de un navegador.
Las clouds computing modernas surgieron en 2006, cuando la otrora librería online Amazon.com presentó Amazon Web Services, marcando tendencia en las soluciones en la nube. En 2008, HP, Intel y Altaba anunciaron la creación de un laboratorio de pruebas de computación en la nube de código abierto y global para avanzar en la investigación y desarrollo de la tecnología cloud computing. Su objetivo era mejorar la gestión de los centros de datos y resolver los problemas de hardware relacionados con la informática de internet a una mayor escala.
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A continuación, describimos los 3 tipos de cloud computing.
La nube pública es un tipo de cloud computing en el que el proveedor de servicios pone a disposición de los usuarios los recursos informáticos, desde aplicaciones Saas hasta máquinas virtuales individuales, hardware de computación sin sistema operativo, infraestructuras de nivel empresarial y plataformas de desarrollo mediante el internet público. Se puede acceder de manera gratuita o vender el acceso según modelos de precios basados en suscripción o de pago por uso.
El proveedor de la nube pública posee, administra y asume toda la responsabilidad de los centros de datos, el hardware y la infraestructura en los que se ejecutan las cargas de trabajo de los clientes y, normalmente, proporciona conectividad de red de banda ancha para garantizar un alto rendimiento y un acceso rápido a las aplicaciones y los datos.
Muchas empresas están trasladando partes de su infraestructura informática a la nube pública porque sus servicios son dinámicos y fácilmente escalables, y se ajustan de manera flexible para satisfacer las demandas variables de carga de trabajo.
La nube privada es un entorno de nube en el que toda la infraestructura y los recursos informáticos están personalizados y son accesibles para un solo cliente. Combina muchas de las ventajas de la computación en la nube, incluida la elasticidad, la escalabilidad y la facilidad de prestación de servicios, con el control de acceso, la seguridad y la personalización de recursos de la infraestructura local.
Generalmente, una nube privada se almacena en las instalaciones del centro de datos del cliente. Pero también se puede alojar en la infraestructura de un proveedor de nube independiente o construirse sobre una infraestructura alquilada ubicada en un centro de datos externo.
Hay empresas que eligen la nube privada en lugar de la nube pública porque es una forma más fácil de cumplir con los requisitos de cumplimiento normativo. Otros eligen la nube privada porque sus cargas de trabajo se ocupan de documentos confidenciales, propiedad intelectual, información de autentificación personal, registros médicos, datos financieros, entre otros datos confidenciales.
La nube híbrida es una combinación de entornos de nube pública y privada. Específicamente, una nube híbrida conecta los servicios de nube privada y las nubes públicas de una organización en una infraestructura única y flexible para ejecutar las aplicaciones y cargas de trabajo de cada día.
El objetivo de la nube híbrida es establecer una combinación de recursos de nube pública y privada, y con un nivel de orquestación entre ellos, que brinde a la empresa la flexibilidad de elegir la nube ideal para cada aplicación o carga de trabajo, y desplazar las cargas de trabajo libremente entre las dos nubes a medida que cambian las necesidades. Esto permite a la organización cumplir con sus objetivos técnicos y comerciales de manera más efectiva y rentable de lo que podría hacerse sólo con la nube pública o privada de manera independiente.
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Estos son los principales beneficios que ofrece cloud computing, tanto para las empresas como para los usuarios independientes.
1. Flexibilidad.
La arquitectura de cloud computing permite a las empresas y sus usuarios acceder a los servicios en la nube desde cualquier lugar con conexión a internet, así como escalar en el negocio.
2. Eficacia.
Ayuda a las empresas a desarrollar nuevas aplicaciones que se incorporan rápidamente a la fase de producción, sin tener que preocuparse por la infraestructura adyacente.
3. Valor estratégico.
Al tratarse cloud computing de un servicio que constantemente se actualiza, representa una ventaja competitiva y un mayor retorno de la inversión, ya que no corre el riesgo de quedar obsoleta como otras herramientas tradicionales fuera de la nube.
4. Mayor seguridad.
Aunque muchas veces se pone en tela de juicio la seguridad de cloud computing para las empresas, los riesgos son relativamente bajos y la seguridad es más sólida que la de los centros de datos de las empresas, porque posee mecanismos de seguridad diseñados por proveedores de servicios en la nube.
5. Rentabilidad.
Sea cual sea el servicio de cloud computing que adopten las empresas, solo pagarán por los recursos de computación que utilicen. Esto garantiza un ahorro de la capacidad de los centros de datos para gestionar más adecuadamente la demanda que reciban y poder dedicarse a crear iniciativas más estratégicas que aumenten su rentabilidad.
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Cloud computing es una solución en la nube de acceso bajo demanda que permite gestionar información compartida a través de la red de internet, aplicaciones, servidores físicos y virtuales. Esta herramienta permite pagar solo por el uso que se le da y evita que las empresas tengan que contratar, configurar y administrar sus recursos. Por este motivo, también es escalable, rentable, flexible y aporta valor al trabajo del día a día, conectando a los usuarios a través de una plataforma en la nube, que además es bastante segura y fácil de manejar.