Hoy en día, la inteligencia se ha convertido en la piedra angular de los nuevos modelos de negocios, y por supuesto, sus principales aplicaciones han permitido gran parte de las actividades que caracterizan a los modelos remotos. Son muchos los beneficios que brinda la IA a las empresas que implementan el trabajo remoto. La automatización de procesos, la asistencia en línea y la comunicación entre equipos son algunas de las principales aplicaciones que más éxito han alcanzado entre las personas.
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No obstante, si por un lado la inteligencia artificial ofrece enormes ventajas y bondades para facilitar las tareas de los colaboradores, por el otro puede llegar a significar una amenaza para algunos puestos de trabajo cuyas tareas principales hasta la IA las puede replicar como si un humano las estuviera realizando. El ejemplo más claro es el chat GPT, que en la actualidad es la aplicación creada por IA más consultada tanto por empresas como por personas.
Frente a este panorama actual de incertidumbre respecto a los alcances de la inteligencia artificial, las empresas se están enfrentando a nuevos desafíos para introducir la inteligencia artificial en modelos remotos con éxito sin que por ello se ponga en peligro el trabajo humano ni la posibilidad de trabajar a distancia. En este artículo, te contamos si realmente la inteligencia artificial puede suponer un colador para muchos puestos de trabajo en el futuro, como vaticinan los rumores, o seguirá siendo una herramienta para mejorar la calidad y eficiencia del trabajo.
Aunque ya sabemos que la inteligencia artificial se puede aplicar a un montón de tareas empresariales, especialmente si involucra ciertas actividades relacionadas con el manejo de la información, las respuestas inteligentes, la creación de contenidos, diseños y algunos atajos automatizados, todavía tiene muchas limitaciones que la hacen ser inexacta pero perfectible.
El trabajo remoto es el mejor escenario donde la tecnología, de la mano de la inteligencia artificial, pudo expandirse a niveles inimaginables. Si ya no es necesario estar todos los miembros de una empresa juntos en una oficina para lograr que se produzca y se gane dinero, la transformación digital se ha encargado de aprovechar al máximo la oportunidad de seguir generando tecnologías para mejorar la experiencia del teletrabajo.
Sin embargo, existen ciertas limitaciones que probablemente ni la inteligencia artificial ni el internet de las cosas podrán, de momento, revertir.
1. Pérdida del trabajo humano.
Cada vez que surge alguna nueva tecnología con inteligencia artificial es inevitable que las discusiones recaigan siempre sobre lo mismo: ¿será esto el fin del trabajo humano? Cuando se lanzaron al mercado las primeras soluciones tecnológicas para automatizar tareas en las empresas como los ERP, ya se decía que varios puestos de trabajo con carga mayormente manual se iban a ver perjudicados con esta nueva incorporación.
Si bien hubo cambios y algunos puestos muy operativos dejaron de existir con estas herramientas, nuevos puestos se fueron creando para manejar tecnología. El problema es que parte de la población laboral no pudo adaptarse tan bien a estos cambios, es decir, la gente en edades cercanas a jubilarse, y muchas de ellas terminaron perdiendo sus empleos. Las generaciones más digitalizadas son las que mejor se adaptan a estos cambios y las que mejor capacitadas están para generarlos.
En la actualidad, con chat GPT, vuelve otra vez a cobrar forma el antiguo temor hacia una posible rebelión de las máquinas, la supresión definitiva del trabajo humano y el dominio absoluto de la inteligencia artificial. Incluso, ya hay listas publicadas de los trabajos que desaparecerán con la tecnología GPT. Aun así, salvo raras excepciones, el chat se utiliza más como un complemento para facilitar algunas tareas de investigación, redacción y análisis de datos.
2. Regulación.
La automatización a través de la inteligencia artificial está limitada en torno a la regulación y la aplicación. Con los avances tecnológicos actuales, la tecnología supera los sistemas regulatorios tradicionales, lo que implica que los legisladores luchan por mantenerse al día con los sectores técnicos en permanente cambio. En consecuencia, será difícil que las leyes aborden todos los problemas relacionados con las tecnologías emergentes, dejándolas abiertas a la explotación.
En otras palabras, la tecnología avanza tan rápido que no llega a haber suficiente regulación para definir el límite de sus usos. Así, por ejemplo, en algunos casos de aplicaciones de la inteligencia artificial en contenidos o diseños, incluso será difícil identificar si se trata de IA o creación genuinamente humana.
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Teniendo en cuenta el gran avance de la inteligencia artificial en el entorno empresarial, las empresas que adoptan los modelos remotos se enfrentan a una serie de desafíos a superar para tener éxito.
1. Mantener la productividad.
Al principio, es posible que la transición de la modalidad presencial al trabajo remoto no genere los mismos resultados en todos los colaboradores, ya que algunos pueden adaptarse mejor al entorno remoto que otros, acostumbrados al ambiente oficinesco. En estos últimos, podría darse una sensible caída de la productividad los primeros días o semanas. Pero con el correr de los meses, estas personas se pondrán al mismo nivel que los primeros en adaptarse.
Para garantizar una adecuada adaptación de todos los miembros del equipo, las empresas deben crear sistemas de comunicación efectivos y definir expectativas claras en torno a las tareas y responsabilidades que deberán desempeñar los colaboradores. Si los roles y consignas de trabajo están bien definidos, la productividad y motivación de los colaboradores irá en aumento, beneficiando el alcance de los objetivos.
2. Proporcionar sistemas de apoyo adecuados para el personal.
Obtener seguimiento de los procesos de los colaboradores y el avance de las tareas en la modalidad remota no es tan sencillo como estar en la oficina interactuando con cada uno de los responsables, por lo que puede ser todo un desafío brindar retroalimentación y orientación consistentes sobre las tareas y monitorear de manera efectiva el desempeño y el progreso.
De lo contrario, los líderes de equipos podrían perder el seguimiento de la carga de trabajo de los colaboradores y estos sentirse desmotivados ante la incertidumbre de no saber si están haciendo bien su trabajo. Es fundamental que los gerentes y líderes ofrezcan en la modalidad remota una comunicación efectiva, con consignas claras, los medios necesarios para obtener información relevante y métricas para medir el desempeño, a fin de identificar puntos de mejora cuando la ocasión lo requiera.
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La inteligencia artificial en modelos remotos sin duda ha generado importantes beneficios que potenciaron la calidad de los resultados, razón por la cual la tecnología sigue avanzando para desarrollar más y mejores herramientas para que la experiencia del trabajo remoto sea cada vez más exitosa. No obstante, hay que tener presente que la tecnología no es más que eso, una herramienta para facilitar el trabajo, no el trabajo en sí mismo. Si entendemos eso, será difícil que la inteligencia artificial gobierne a la humanidad.