TikTok es una de las plataformas de contenidos más populares en el mundo. Según los datos registrados por Byte Dance Ltd., la compañía china responsable del desarrollo de la aplicación, en enero de 2023 TikTok tiene un alcance a nivel global de 1051 millones de usuarios activos al mes, y la cifra crece y crece cada día. Sin embargo, su masiva popularidad también trajo consigo algunos contratiempos con los que la plataforma no esperaba encontrarse: la amenaza de veto por parte del gobierno de Estados Unidos si esta no pasa a manos estadounidenses.
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En un reciente informe de Bloomberg, se reveló que el gobierno estadounidense fue tajante con la advertencia a Byte Dance: o vende la totalidad de las acciones de TikTok a inversores estadounidenses o la aplicación será vetada en poco tiempo del país. Al respecto, el CEO de TikTok, Shou Zi Chew, se pronunció en contra de la medida, tildándola de injusta y asegura que “TikTok nunca ha compartido o recibido una solicitud para compartir datos de usuarios estadounidenses con el gobierno chino”.
La permanencia de TikTok en Estados Unidos podría complicarse si no hay acuerdo con Byte Dance en breve. En este artículo, te contamos sobre el futuro de TikTok, por qué el gobierno estadounidense ha tomado esta acción contra la plataforma de origen chino y qué alternativas tiene la empresa para evitar el veto sin verse obligada a venderla a otros accionistas.
En una época en que se presume de libertad de expresión, paradójicamente parece haber más censura que décadas atrás. Estados Unidos y China, nuevamente en medio de un conflicto, se disputan la pertenencia de TikTok. El país norteamericano, temeroso de que China a través de su plataforma se apodere de los datos de usuarios estadounidenses, prefiere no correr riesgos y vetarla de todo dispositivo gubernamental. Y no solo EE.UU., sino otros países habrían tomado la misma decisión.
Pero, ¿de dónde surge esta desconfianza contra TikTok? En 2019 algunos políticos estadounidenses iniciaron una investigación con datos filtrados de TikTok, que sugerían que la aplicación había recibido órdenes directas del partido comunista para censurar videos sobre temas sensibles para el partido, dando a entender que TikTok se estaba utilizando como arma política.
La desconfianza ante la aplicación fue creciendo y la empresa dueña de TikTok negó la participación en el caso, aludiendo que nunca eliminó contenido sensible para el partido comunista chino y se apresuró a aclarar que los datos de los usuarios estadounidenses se alojaban en suelo norteamericano, es decir, que sus datos les pertenecían y la aplicación no haría ninguna maniobra con ellos.
Además, la empresa aseguró que no hay manera de que los datos de los usuarios estadounidenses sean filtrados y entregados al gobierno chino. Pero el conflicto no quedó ahí, ya que el, por aquel entonces, presidente de los EE.UU. Donald Trump firmó una orden ejecutiva para que TikTok fuera vendido a estadounidenses, y Microsoft era el principal interesado en la compra.
A pesar de que la CIA no había encontrado pruebas contra el accionar del partido comunista chino a través de TikTok, Trump hizo caso omiso al reporte del servicio de inteligencia y continuó con la cruzada contra la plataforma buscando las empresas que la quisieran adquirir. Así, finalmente, Oracle y Walmart se postularon, y a TikTok no le quedó más remedio que aliarse con empresas estadounidenses para operar en el país. Luego de varias apelaciones, logró que la compra y venta se postergue.
TikTok consiguió ganar bastante tiempo con el ascenso a la presidencia de EE.UU. de Joseph Biden en 2021, por lo que la causa abierta de los “expedientes secretos” de TikTok quedaron momentáneamente archivados.
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Con el inicio del gobierno de Biden en EE.UU., el presidente electo dejó sin efecto la apelación que permitía la venta de la aplicación, así como la posibilidad de que fuera borrada de las tiendas de Google y Apple. Esta situación le dio a TikTok un tiempo prudencial de respiro. Sin embargo, los temores ante una posible reapertura de la causa, sembraron la semilla de la desconfianza en Byte Dance, por lo que decidió crear Proyecto Texas, con la idea de clonar sistemas internos de TikTok y trasladarlos a suelo estadounidense para operar en centros de datos desde Oracle.
La maniobra buscaba quedar a resguardo en el país estadounidense de las acciones e intentos del gobierno chino de infiltrarse a través de la aplicación, en el caso hipotético de que tuviera esa intención y lo consiguiera. A veces, las mismas herramientas que se utilizan para evitar un desastre terminan acelerando el proceso para provocarlo.
En junio de 2021 una reportera de Buzzfed News tuvo acceso a los audios filtrados por TikTok, en donde se confirmaba el acceso de China a los datos de usuarios estadounidenses. El reporte llegó a comprometer la efectividad del Proyecto Texas. Ese incidente por supuesto que no pasó desapercibido para el gobierno estadounidense, que recibió la presión de los congresistas para retomar las acciones que había dejado inconclusas el ex presidente Trump.
Como el presidente Biden se mostró vacilante y poco estricto para tomar decisiones rápidas, el Congreso asumió la iniciativa y decidió vetar a TikTok de EE.UU. para evitar que China se entrometa en los asuntos del país. Estas medidas son las que se dieron a conocer en las últimas semanas y el ultimátum está claro: o TikTok se vende o queda vetada de EE. UU.
Frente a esta realidad adversa, Byte Dance quedó acorralada. A medida que pasa el tiempo, crece más la desconfianza en torno a TikTok, no solo en EE.UU. sino en otros países cuya seguridad de sus datos también se vio involucrada. Microsoft vuelve a la carga para probar suerte con la compra de TikTok, pero incluso cuando esto pudiera realizarse, el gobierno chino no está dispuesto a permitir la venta de la aplicación a manos extranjeras.
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Bajo estas condiciones, el futuro de TikTok en EE.UU. no solo es incierto sino que todo apunta a que tarde o temprano el veto es inevitable, por lo que, una vez fuera de suelo estadounidense, la permanencia de la aplicación en el hemisferio occidental podría ser indefinida.