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El impacto de la familia en la oficina

Escrito por Equipo de redacción de Drew | 25/12/21 14:00

Conciliar la familia con el trabajo no debería ser muy complicado. Sin embargo, muchos empresarios y trabajadores no logran hacer una buena experiencia del trabajo cuando está de por medio la familia. 

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Con esto no estamos diciendo que tener una familia a cargo represente un obstáculo para desarrollar las funciones y actividades laborales, pero en ocasiones se pone en evidencia el impacto de la familia en la oficina y viceversa cuando no se definen límites para que ambos coexistan armónicamente.

Parte de este problema se reduce a un aumento de la carga laboral en muchas empresas durante la pandemia, que se vieron obligadas a migrar al trabajo remoto para no abandonar la actividad. 

Pero lo que parecía más sencillo y cómodo, resultó contraproducente por otro lado, puesto que si algo tiene de bueno la oficina es que está hecha para trabajar observando resultados en tiempo real de parte de otros colegas, algo que no en todos los hogares donde se realiza el trabajo remoto se puede lograr por la ausencia de presencialidad.

El objetivo de este artículo es analizar el impacto de la familia en la oficina desde el punto de vista de las relaciones humanas y, a partir de allí, detectar estas situaciones conflictivas de modo adecuado, para que en el futuro genere satisfacción y mayor productividad en cualquier entorno de trabajo y no la sensación de que se vive la carga laboral y la vida familiar con estrés.

 

Cómo impacta la familia en el trabajo de oficina sea remoto o presencial

Antes que nada, vale aclarar que la forma en sí ha cambiado bastante en los últimos años, y lo que antes era considerado como normal ya no lo es. En primer lugar, el trabajo por funciones se manifiesta cada vez más obsoleto y progresivamente es reemplazado por el trabajo por objetivos. 

Esto significa que los horarios tienden a ser más flexibles en las empresas en su mayoría digitales, mientras se realicen en tiempo y forma todas las actividades contenidas en el plazo establecido. El trabajador puede elegir el horario y el tiempo que emplea para completar sus tareas

Claro que esa precisión puede variar de una empresa a otra, pero en lo esencial, la posibilidad del trabajo remoto permite gestionar el trabajo fuera de la oficina siempre y cuando se cuenten con herramientas tecnológicas adecuadas para garantizar el cumplimiento de los objetivos planteados.

Llegar a este nivel tuvo sus ventajas y desventajas. Entre las ventajas, sin dudas, la posibilidad de la conexión remota abrió una frontera hacia una manera de trabajar más global sin las barreras geográficas que supone el trabajo en la oficina es una de ellas. En el trabajo remoto puedes contratar personas que no vivan en tu misma ciudad sin que eso sea un problema.

Pero entre las desventajas más notorias, el impacto de la familia en la oficina es una de las más evidentes por el costo emocional y laboral que representa. A veces, la carga laboral de la semana puede superar las posibilidades de los trabajadores que trabajan en remoto, creando una suerte de tensión entre las obligaciones del hogar y la familia. Pero en la modalidad presencial sucede otra cosa: la ausencia de largas horas fuera del hogar.

Hay que tener en cuenta que los hijos demandan mucho tiempo entre la tarea de la escuela, si necesitan ayuda, enseñarles pequeñas obligaciones de la casa para colaborar con los padres, etc. Teniendo ese panorama, la concentración para realizar las actividades puede verse reducida y alterada. No obstante el trabajo remoto puede alterar el equilibrio con la vida familiar, también el trabajo presencial lo hace por el mero hecho de estar la persona ausente la mayor parte del tiempo.

Ni hablar si a la carga familiar le sumamos el cuidado de alguna persona con problemas de salud y de movilidad. El trabajo de oficina y el que le suma la familia puede hacer que la rutina de una persona se convierta en un infierno. Si este es tu caso, no querrás vivir esto mucho tiempo. Por eso, en nuestra experiencia, proponemos algunas alternativas para reducir el impacto de la familia en el trabajo.

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1. Priorizar una selección de las tareas de la casa y del trabajo.

Muchas veces, las mujeres son las que más deben fragmentarse entre el trabajo, la familia y los quehaceres domésticos porque los hijos suelen demandar más dedicación de parte de la madre que del padre. Pero si se priorizan las tareas elementales, es más factible que, tanto si eres hombre como mujer, dispongas de más horas para pasar en compañía de tus seres queridos.

2. Pedir ayuda a los colegas y supervisores cuando los tiempos no alcancen. 

Todos en alguna medida nos hemos atrasado con alguna actividad o tarea o intuimos que no llegaríamos a cumplirla. Durante esos momentos, lo mejor que podemos hacer es pedir ayuda a nuestros colegas más cercanos

De esta forma, podremos realizar el trabajo más rápido si el peso de la carga está repartido. De ninguna manera debemos de pensar que se trata de un signo de debilidad, sino de sentido práctico en pos de un objetivo. 

3. Proporcionar alternativas flexibles para trabajar que permitan el máximo rendimiento de los trabajadores.

El horario de trabajo fijo está pasando de moda con las nuevas tecnologías y alternativas del teletrabajo, puesto que ya no es necesario trabajar en la oficina y cumplir un horario estricto cuando el trabajo es por objetivos. Esta flexibilidad les da la oportunidad a las personas de elegir el tiempo y espacio que dedican a su actividad laboral.

En algunos países del mundo ya se está implementando una modalidad de jornada laboral de 7 días, que no significa trabajar los siete días de la semana sino distribuir las tareas en esos siete días como mejor le resulte a una persona. Así se evita mucho estrés en las personas que tienen otros compromisos aparte del trabajo.

4. Brindar derecho a estar desconectado digitalmente y a no contestar llamadas después de que se dio por finalizada la jornada.  

En las empresas que deciden implementar el teletrabajo más allá de la pandemia, deben ser capaces de brindarle a sus trabajadores el derecho a la desconexión digital a fin de que puedan dedicarle tiempo a la familia, amistades y proyectos personales.

5. Procurar un entorno adecuado para trabajar que no afecte la salud emocional tanto del trabajador como de las personas que lo rodean.

Si no es posible obtener la atmósfera adecuada para trabajar home office, trasladar el trabajo a otro lugar que garantice esa tranquilidad: un bar, un hotel, un coworking, etc. Trabajar home office puede ser una alternativa eficaz para muchas personas que son más productivas dentro de las reglas de su entorno personal, pero hay otras que simplemente se sienten más a gusto “no llevando el trabajo a casa”.

Siempre desde la experiencia, las personas deben descubrir qué cosas las hace felices y luchar por ellas.

6. Hacer partícipe a la familia de los pormenores del trabajo. 

Por último, ya sea si vas a la oficina o trabajas desde tu casa, comunica a tu familia lo que haces en detalle, de modo tal que puedan comprenderte mejor y apoyarte más. Así también estarás liberando una excesiva carga de estrés y permitiendo a tus familiares directos compartir otra parte de tu mundo. 

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En definitiva, el impacto de la familia en la oficina se puede reducir a fin de lograr una conciliación entre la vida familiar y personal y la rutina laboral. Solo es cuestión de definir objetivos, priorizar las actividades de valor y distribuir la agenda de modo tal que sea viable no sacrificar las relaciones con las personas, porque son tan importantes o más que la vida empresarial, porque si las personas no están conectadas y establecen vínculos duraderos, las empresas no pueden crecer.