La planificación de la producción en la industria agropecuaria obedece a la necesidad de optimizar los recursos del campo y poder generar los productos que los clientes consumen normalmente, así como el equipamiento agrícola. Esto permite organizar lo producido y reducir el riesgo de pérdidas de cosechas en épocas de inestabilidad climática o baja comercialización en épocas de crisis.
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Sea cual sea la variable que afecta a tu negocio del agro, planificar te permitirá estar mejor preparado/a para enfrentar el riesgo y tomar acciones que produzcan el menor impacto posible en tu producción. La incertidumbre siempre está presente en la agroindustria pero la planificación reduce significativamente sus efectos, a medida que se traza un norte a seguir.
Así, en un primer momento, al comienzo de la planificación la incertidumbre será alta pero se irá reduciendo conforme se va transitando ese camino. No es lo mismo presentir el camino que recorrerlo y conocer sus baches y bifurcaciones. Con el objetivo de que encuentres una guía para trazar esa ruta sin riesgos, en este artículo, analizamos la importancia de la planificación de la producción en el agro y las consecuencias de dejarla librada al azar.
A la hora de planificar la producción, vamos a poner el foco, no en el agro sino en la industria. El agro va a depender mucho de cuestiones climatológicas. Es importante entender que cada día que pasa tendremos más certidumbre. Al inicio de la cosecha, el nivel de incertidumbre es altísimo. A la mitad del proceso, el nivel de incertidumbre ya es más bajo. Cuando estamos llegando al final del proceso, el nivel de certidumbre es mucho mayor.
Planificar te permitirá entender qué tan cerca estamos de la cosecha para medir el nivel de certidumbre. Con respecto a la producción de equipamiento, hay que entender que no siempre vas a tener una situación buena o mala en toda la región, por eso, debes ampliar el mercado lo máximo posible. Por ejemplo, si eres un productor que solamente abastece a una sola provincia, y esta tiene problemas de clima, deberías poder expandir tu mercado a un país completo. Dependiendo de la longitud geográfica del país, es posible que el país completo sea igual que una provincia más grande.
Hay que buscar lugares con condiciones climatológicas distintas. Cuando les va bien a todos, hay mucha demanda de productos y se sube el precio, por lo que el negocio se vuelve más rentable. Si le va mal solo a uno, el resto compensa y de esa forma se va achicando el riesgo. Se trata de una evaluación constante de riesgo, no de qué tan eficiente seas para producir. No obstante, mientras más eficiente seas para producir, más disminuyes el riesgo. Pero en esta industria tienes que medir permanentemente la posibilidad de ocurrencia de algo malo.
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Las consecuencias de no planificar en la agroindustria son diversas y todos recaen en la dificultad de alcanzar la producción demandada por los consumidores, ya sea de materias primas para la elaboración de nuevos productos procesados o la fabricación de maquinarias para el agro.
1. Alto impacto de las condiciones climáticas y meteorológicas sobre las cosechas.
Como apuntamos anteriormente, la actividad agrícola está fuertemente influida por las condiciones climáticas, por lo que, al margen de qué tan eficientes parezcan los procesos de producción, si no se construye un esquema de riesgo que defina medidas paliativas ante cualquier eventualidad meteorológica, teniendo en cuenta el historial de fenómenos meteorológicos durante un periodo determinado, será muy difícil evitar las pérdidas de cosechas tras un temporal o que estas sobrevivan después de una época de sequía.
Es importante realizar en todo momento una evaluación del riesgo para mantener a raya la incertidumbre sobre las fluctuaciones del clima y poder responder con acciones preventivas que sacrifiquen al mínimo los recursos naturales provenientes del cultivo de la tierra. De esta manera, nunca habrá una pérdida significativa de cosechas que no se pueda recuperar en un breve periodo de tiempo sin encarecer demasiado los costos.
2. Incidencia elevada de la incertidumbre con respecto a la producción ganadera.
La incertidumbre que genera el clima al principio del proceso de producción ganadera irá disminuyendo mientras las actividades vinculadas se atengan a una planificación, desde el cuidado diario de los animales, la recolección de la materia prima necesaria para la posterior elaboración, la producción propiamente dicha y finalmente la distribución y comercialización a los clientes.
Aun cuando todos los animales necesariamente deban proveer la carne para el consumo, este inevitable final del proceso de producción no implica que no se los cuide y alimente lo suficiente, asegurando su bienestar. Por este motivo, parte de la planificación es también el control de plagas y pestes, asegurando que los bovinos, ovinos, equinos, porcinos, etc. accedan a atención veterinaria regular y tengan los cuidados necesarios si contraen alguna enfermedad.
3. Producción de equipamiento no acorde a la demanda.
Tanto la agricultura como la ganadería requieren maquinaria específica para cumplir los objetivos de producción. Por este motivo, si no se planifica en función de la demanda de equipamiento necesaria para estas dos actividades económicas es posible que algunos productores no cuenten con los equipos y máquinas necesarios para terminar el proceso productivo de alimentos y esto frene su producción ocasionando retrasos en la comercialización que va a repercutir en el retorno de la inversión.
Los productores de equipamiento no cumplen con la demanda y los negocios que dependen de estos no cumplen sus objetivos comerciales. En consecuencia, los 3 sectores se perjudican debido a la falta de planificación generando desconfianza en los clientes y perdiendo rentabilidad.
Asimismo, apuntar a un mercado mucho más amplio te permitirá obtener un mayor control del clima porque si una misma región sufre un fenómeno meteorológico adverso, el resto del país o zona geográfica probablemente no tenga este contratiempo y tanto el negocio agrícola como el ganadero podrán contar con mayor demanda de productos y posibilidades de acceder a equipamiento moderno para eficientizar los procesos de producción.
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En síntesis, la planificación de la producción en el agro es fundamental para que todas las actividades vinculadas a la industria cumplan sus objetivos comerciales de cara a la satisfacción de las necesidades de los clientes. Además, al incluir una evaluación de riesgos dentro de la planificación ayudará a los productores agrícolas y ganaderos a controlar las variables climáticas para mantener la producción en las mejores condiciones posibles.