El concepto de silos organizacionales en las empresas puede definirse como la incapacidad para trabajar eficientemente entre las distintas áreas de negocios que las integran, y representan elementos aislados donde no hay transferencia de información entre sí mismos. En otras palabras, los silos son pequeñas empresas dentro de una misma empresa, tendiendo a aislarse de los demás departamentos estableciendo su propia metodología de trabajo. Estos silos a su vez dificultan la explotación y tránsito de la información.
En la actualidad, los silos entorpecen los flujos de información, debido a que las empresas se ralentizan, impidiendo que una organización tome decisiones basadas en datos fiables. Por causa de la gran cantidad de aplicaciones de gestión documental, con las que cuentan las empresas, puede ocurrir que estas den origen a los silos de información.
Hay opiniones encontradas con respecto a los silos, ya que para algunas empresas constituyen un recurso conveniente al cual pueden extraerle el máximo provecho posible si lo que se busca es segregar el flujo de información para fines particulares .
Pero lo cierto es que son cada vez más las opiniones que se resisten a considerarlos unidades organizativas útiles para las empresas, porque lo que se busca en los últimos años es agilizar el tránsito de información y los silos, más que un puente entre la información y las personas, es una postergación de la misma al crear un entorno de sistemas individuales y dispares.
Las empresas necesitan soluciones de negocio que faciliten la vinculación de las áreas, que permitan optimizar los procesos convirtiendo a las organizaciones en más ágiles ante los cambios. De lo contrario, la comunicación integral se ve interrumpida porque se aísla la información dentro de estos silos, en una suerte de “pequeñas cofradías”.
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La transformación digital es integral en la organización. Se necesita una intuición de principio a fin de los procesos, un ciclo de información que conecte todas las piezas de innovación, calidad y eficiencia, a fin de que las empresas logren ser más dinámicas, productivas y rentables en el tiempo.
Su objetivo es obtener una verdadera inteligencia y entregarla al punto de acción, donde se puedan tomar decisiones de peso que verdaderamente hagan avanzar el valor añadido. Eso significa que los datos deben recopilarse de forma tal que sean accesibles y significativos, desde la ingeniería al proceso de fabricación.
Un servicio de implementación único e integrado favorece la eliminación de los silos de información en las empresas, puesto que contar con los datos bien estructurados es extremadamente importante para cualquier empresa que busque optimizar la comunicación entre las áreas.
De esta forma, la organización será capaz de interpretarlos y utilizarlos de la mejor manera posible. Al compartir los datos obtenidos por cada departamento, surgirán nuevos usos para los mismos que, a su vez, aportarán un valor, imposible de conseguir si la información se quedase restringida al conocimiento de un solo departamento.
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Cabe destacar que con la permanencia de estos departamentos autónomos las diferentes áreas de las empresas desconocen, en definitiva, la mayoría de las novedades que ocurren en las mismas.
En consecuencia, se pierde cooperación entre los departamentos, se baja el rendimiento de los colaboradores al no haber un objetivo que los una como equipo, no se comunican las inquietudes colectivas, promoviendo una creciente desconfianza, que favorecerá con el tiempo la escisión entre las áreas y, probablemente, el gradual declive de la empresa.
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Para conclusión, la persistencia de los silos organizacionales abre una grieta comunicativa dentro de las empresas que las conduce a la decadencia, porque cada departamento con su equipo correspondiente utiliza la información de manera interna, marginando al resto. Sin embargo, hay solución optando por un sistema de gestión único e integrado que permita la efectiva vinculación entre las áreas.