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¿Cómo motivar cuando estoy desmotivado? El desafío de todo manager

Escrito por Equipo de redacción de Drew | 23/08/23 15:08

Todo buen líder debe mantener en alto la moral de sus colaboradores para que sea más probable alcanzar los objetivos y metas organizacionales. Un equipo motivado y comprometido crea un espacio de trabajo más ameno y dinámico. Sin embargo, muchas veces esto no ocurre porque es muy difícil entender cómo motivar a alguien que está desmotivado. Entonces, mantener la motivación del personal se vuelve un desafío a enfrentar para toda dirección de empresa.

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Generalmente, las personas se motivan por razones diferentes, por lo que una acción motivacional que funciona en un determinado colaborador podría no funcionar en el resto del mismo modo. Hay colaboradores que son más propensos a motivarse por las recompensas económicas y aumentos de salario, mientras que otros prefieren el reconocimiento de su trabajo, tareas más desafiantes, ascensos y distinciones. Incluso están quienes se motivan con más días de vacaciones y horarios flexibles. 

Sea cual sea la razón que inspira a tus colaboradores para sentirse motivados con el trabajo que realizan, como líder debes saber cómo motivar a las personas cuando no están motivadas, intentando promover un genuino interés en lograr los objetivos de tu empresa y también los propios objetivos, necesarios para alcanzar un desarrollo profesional más robusto.

 

¿Cómo motivar a tus colaboradores desmotivados?

Todos tenemos nuestros días malos, donde simplemente no estamos al 100% de nuestras capacidades o carecemos del entusiasmo para hacer que nuestro trabajo destaque y refleje el compromiso con el éxito. Durante esos días, que pueden ser unos pocos o extenderse en el tiempo, la jornada se hace pesada, eterna y las interacciones pueden llegar a ser difíciles o con fricciones. El más mínimo error o problema ya nos predispone para contestar mal o ponernos susceptibles. 

En consecuencia, nuestro estado mental y emocional tiende a exagerar las situaciones y nuestra imaginación a crear problemas laberínticos. Para evitar esto, es fundamental desarrollar habilidades blandas de liderazgo para gestionar los vaivenes de ánimo de las personas. Aquí proponemos algunas prácticas clave que puedes aplicar cuando la motivación decae y corre riesgo la productividad de tu empresa.

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1. Brindar a los colaboradores un sentido de propósito.

Una de las mejores maneras de motivar a los colaboradores es dándole un sentido de propósito. Cuando un colaborador sabe el porqué de lo que hace, es más fácil asegurar su compromiso con la empresa y mantener la motivación por más tiempo. Explícale a tu equipo qué tan importante es el trabajo que realizan para el éxito de tu organización y enumera los logros de cada uno para agregar visibilidad a su progreso profesional. Esto siempre confiere valor a su esfuerzo diario y motiva a mejorar los resultados que ya son buenos.

2. Demostrar interés en la vida personal de los colaboradores.

En los tiempos que corren, es cada vez más normal que la vida personal se involucre en la vida laboral. Aunque esto no es deseable y buscamos constantemente separar el trabajo de lo personal, está comprobado que un problema personal puede afectar nuestra vida laboral y viceversa, por lo que se hace necesario hablar de lo que nos pasa con las personas con las que compartimos más de 8 horas diarias de nuestras vidas. 

Si hablas con tus colaboradores sobre cuestiones mundanas de vez en cuando y no solo de trabajo y de los objetivos que deben alcanzar, ellos sentirán menos presión y aumentará automáticamente la motivación por lo que hacen. La imagen de jefe ha estado bastante demonizada por décadas, pero en la actualidad el paradigma de liderazgo está cambiando desde que se aprecian más las habilidades blandas y comunicativas para relacionarse a partir de una perspectiva humana y empática con las personas. Demuestra interés por tus colaboradores y notarás la diferencia.

3. Ofrecer horarios flexibles. 

La pandemia significó un punto de inflexión en la manera de trabajar de las personas porque expandió las posibilidades de poner a prueba las herramientas digitales para conectarse en remoto y demostrar que se pueden alcanzar los objetivos organizacionales sin la necesidad de reunirse en la oficina. Por supuesto que esto no aplica a todas las industrias, pero sin duda fue un avance para las empresas principalmente digitales.

El trabajo remoto, utilizado de la manera adecuada, puede transformarse en una ventaja competitiva para una empresa, ya que permite a las personas elegir qué días trabajar en la oficina y qué días trabajar desde sus casas. Esta flexibilidad es lo que más aprecian los trabajadores hoy en día a la hora de elegir una empresa para ocupar un puesto. Lamentablemente, muchas empresas están volviendo a la presencialidad absoluta bajo amenaza de despido a los colaboradores si se resisten. 

Este comportamiento es justamente todo lo que está mal, porque quita el libre albedrío a las personas. Tampoco el trabajo remoto permanente es la solución cuando la modalidad presencial existe para una empresa porque se pierde interacción y comunicación. La solución más acertada para una flexibilidad deseable es la búsqueda de equilibrio entre la presencialidad y el trabajo remoto.

4. Animar en lugar de desanimar.

No importa lo que suceda, siempre mantén en alto el ánimo de tus colaboradores. Los errores están hechos para cometerse, y sería antinatural hacer todo perfecto porque no es esa la naturaleza humana. De los errores aprendemos a ser cada vez mejores en lo que hacemos. Por este motivo, tu equipo necesita ver tu visión y comprenderla. Una visión que convence a los colaboradores incrementa las posibilidades de mantener su motivación y trabajar más duro para alcanzar los objetivos.

Corregir está bien, criticar es innecesario porque ahonda en la debilidad de la persona que cometió el error. En su lugar es recomendable incentivar la superación personal creando un plan de mejora que le sirva no solo para beneficiar a la empresa sino también para darle equilibrio a su vida en el ámbito personal.

5. Fomentar la creatividad.

En lugar de que los colaboradores sigan una rutina rígida y estructurada, promueve la creatividad en su enfoque de trabajo. Verás que se sentirán más cómodos y motivados a asumir desafíos que les permitan destacarse y estar más satisfechos con su trabajo. Solo déjalos tomar la iniciativa y ser autónomos para que puedan desarrollar su capacidad inventiva de transformar la realidad de su rutina diaria en algo que aporte más valor y les permita crecer profesional y personalmente. 

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Estas fueron las mejores prácticas sobre cómo motivar a los colaboradores cuando no están motivados. Existen muchas más acciones, pero serán parte de otro artículo. Debes tener en cuenta que no hay una fórmula mágica para estar bien cuando estamos mal y simplemente no se puede engañar a la mente ni a las emociones. Lo que sí podemos hacer es evitar que los problemas se apoderen de nuestra vida y nos terminen controlando. Esto no significa pretender que no existen sino pedir y brindar ayuda para hacerles frente de la mejor manera posible. Apoyarse en los buenos y malos momentos es lo que hacen las personas en la vida cotidiana y el ámbito laboral no tiene por qué ser la excepción.