Las habilidades duras son habilidades objetivas y cuantificables que se obtienen a través de la capacitación, la escuela o la experiencia laboral. Toda habilidad dura necesariamente se puede enseñar o aprender. Por esta razón, generalmente, las habilidades duras permiten probar fácilmente que un profesional es competente en una rama determinada del conocimiento.
Muchas habilidades duras son técnicas y muy requeridas por los empleadores, que esperan reclutar a talentos que reúnan habilidades destacadas y cuantificables, como tener una buena redacción, manejar más de un idioma o tener habilidades para la programación.
La mayoría de las habilidades técnicas implican saber cómo usar un software o equipo específico. Las habilidades técnicas a menudo se necesitan para trabajos relacionados con la tecnología de la información, la ingeniería y la ciencia, pero las habilidades técnicas duras pueden ser útiles en una variedad de puestos.
Ejemplos de habilidades técnicas incluyen:
La recopilación y el análisis de datos es la función central de muchas habilidades analíticas. Ser capaz de comprender con precisión y sacar conclusiones de los datos es una habilidad importante para muchos lugares de trabajo.
Ejemplos de habilidades analíticas incluyen:
Saber cómo usar una computadora de manera eficiente es una parte vital de muchos lugares de trabajo modernos. Sin embargo, las habilidades informáticas son un término general que puede incluir todo, desde conocimientos básicos de informática hasta poder codificar o programar computadoras.
Ejemplos de habilidades informáticas son:
Las habilidades duras para el marketing pueden incluir programas y plataformas específicos necesarios para rastrear o crear diversos materiales de marketing. Sin embargo, las habilidades de marketing también pueden implicar poder comunicarse de manera efectiva por escrito.
Ejemplos de habilidades de marketing incluyen:
Las habilidades comerciales y de gestión son específicas y necesarias y requeridas para regular un entorno comercial. Las habilidades duras para los negocios y la administración pueden incluir el uso de ciertos programas para garantizar que el negocio funcione correctamente.
Ejemplos de habilidades comerciales y de gestión incluyen:
Las habilidades duras son básicamente el conjunto de competencias técnicas que adquiere una persona a lo largo de su carrera profesional para alcanzar un desempeño eficiente y orientado a obtener resultados exitosos. En este sentido, los líderes que desarrollan habilidades duras serán más competitivos y fácilmente comprobables y cuantificables. No obstante, aunque estas habilidades sean muy importantes y vitales para el desempeño y logro de los objetivos de una empresa, si no se complementan con las habilidades blandas, el profesional no tendrá un crecimiento limitado en su área de trabajo.