Seguramente el nombre de Starlink te resultará familiar, no solamente porque es un nuevo proyecto de SpaceX, la multinacional aeroespacial fundada por Elon Musk, sino por la tecnología de última generación que la sostiene y el objetivo ambicioso que se propone en el mundo. Starlink desarrolla nada menos que una constelación de satélites para promover una conectividad de banda ancha a un nivel superior. Uno de los aspectos clave en el servicio de internet de Starlink es la baja latencia y cobertura global a bajo costo.
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En septiembre de 2022, Starlink ya había ubicado más de 3000 satélites fabricados en serie de órbita terrestre baja (LEO). Estos satélites operan en conjunto para transmitir señales de internet a la población mundial, permitiendo la conectividad en zonas remotas o donde la infraestructura terrestre de internet es limitada o directamente inexistente. El objetivo de la compañía es proporcionar un servicio de conectividad eficiente y confiable en todo el mundo, capaz de rivalizar con las redes terrestres de internet tradicionales.
Este proyecto busca básicamente revolucionar el mercado de las telecomunicaciones por internet conectando áreas o regiones marginales del planeta donde las alternativas de conexión a internet son generalmente escasas y costosas. En este nuevo caso de estudio, te contamos cómo nace el proyecto Starlink, el modelo de negocio que propone y lo que planea hacer para el futuro. Descubre el caso Starlink.
La historia de Starlink surge en 2015 cuando SpaceX anuncia públicamente su red de satélites para satisfacer la demanda de las áreas del planeta con una conectividad limitada o de baja calidad. El plan inicial contemplaba el lanzamiento de hasta 12.000 satélites para ofrecer cobertura global de internet.
En febrero de 2018, SpaceX lanzó dos satélites de prueba, denominados Tintín A y Tintín B, como parte de los primeros pasos hacia la implementación de Starlink. Estos lanzamientos espaciales demostraron la viabilidad de la tecnología y sirvieron como prototipos para el desarrollo futuro de la constelación.
El 23 de mayo de 2019, SpaceX puso en órbita los primeros 60 satélites de la constelación Starlink a bordo de un cohete Falcon 9. Este fue el comienzo oficial del despliegue de Starlink y marcó el punto de inicio de una serie de lanzamientos regulares para introducir cada vez más satélites a la constelación.
Con el correr de los años, SpaceX continuó lanzando lotes de satélites Starlink en misiones regulares, con el propósito de construir una constelación robusta y proporcionar cobertura de internet a nivel global. Al estar diseñados para operar en órbita baja, los satélites Starlink permiten una menor latencia y una mejor calidad de servicio en comparación con los satélites en órbitas más altas.
De forma paralela al despliegue de satélites, SpaceX también desarrolló terminales de usuario llamadas "Dishy McFlatface" o simplemente "Dish", que son antenas de tecnología avanzada diseñadas para conectarse a la red Starlink y proporcionar acceso a internet de alta velocidad a los usuarios. A medida que la constelación Starlink fue creciendo, la compañía comenzó a ofrecer servicios beta en regiones selectas, permitiendo a los usuarios probar la conectividad de Starlink en situaciones reales.
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El modelo de negocio de Starlink se ocupa de proporcionar servicios de internet de alta velocidad y baja latencia a nivel global a través de su constelación de satélites en órbita terrestre baja (LEO). Entre los aspectos más importantes del negocio de Starlink, podemos distinguir los siguientes servicio:
Starlink ofrece acceso a internet de alta velocidad a los consumidores finales a través de sus terminales de usuario. Los usuarios pagan una tarifa de suscripción mensual por acceder al servicio de internet de Starlink, cuyo precio puede variar según la región y las condiciones del mercado.
Además de los servicios de internet, la compañía comercializa hardware necesario para el acceso a su red, como la antena terminal de usuario (Dish). Esta antena es fundamental para conectarse a la constelación de satélites Starlink y obtener una conectividad de internet segura y eficiente. Para poder utilizar el servicio, los usuarios deben adquirir esta antena.
Starlink también puede acordar contratos comerciales con empresas, gobiernos u otras organizaciones que requieran conectividad de internet confiable en regiones remotas o de infraestructura terrestre limitada para el acceso a internet. Estos contratos pueden variar en alcance y pueden incluir servicios personalizados y adaptados a las necesidades particulares del cliente.
Además de la conectividad básica a internet, Starlink podría ofrecer servicios complementarios en el futuro, como conectividad a internet de alta velocidad en movimiento, ya sea en vehículos o aviones, servicios de comunicación segura para empresas o aplicaciones específicas de IoT (Internet de las Cosas) y portabilidad de la antena, lo que permite que los usuarios lleven su conexión donde quiera que vayan.
Como parte de las medidas del gobierno argentino para dar vía libre a la importación, Starlink finalmente también ha desembarcado en Argentina el 26 de marzo para competir directamente con las empresas nacionales que brindan servicios de internet de fibra óptica y 5G desde hace 3 décadas.
Para conectarse a Starlink, los usuarios deben comprar el kit, que incluye la antena parabólica, un enrutador WI-FI, un cable de alimentación de 6 metros y un cable de red de 23 metros. La antena, que deberá instalarse al aire libre, se orienta de manera automática hacia los satélites y se ocupa de recibir y enviar señales. A diferencia de otras empresas que ofrecen servicios de internet, Starlink no incluye contrato de permanencia ni cargo por cancelación, lo que agiliza el proceso de baja, en caso de no estar conforme con el servicio.
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En palabras finales, el caso Starlink refleja el espíritu visionario de su creador, un apasionado por los viajes espaciales que busca acortar distancias entre las personas permitiendo con su servicio de internet satelital que puedan estar permanentemente conectadas desde cualquier parte del mundo y a un costo bajo, en comparación con otros servicios de internet, lo que lo vuelve un producto disruptivo que busca llevar la industria de las telecomunicaciones al siguiente nivel.