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Estrategias para potenciar tus fortalezas en el trabajo

Escrito por Equipo de redacción de Drew | 1/03/24 14:00

El día a día empresarial puede ser una experiencia muy enriquecedora o muy estresante, si no encuentras el espacio para potenciar tus fortalezas en el trabajo. Alcanzar niveles óptimos de productividad es uno de los principales desafíos de las empresas actuales, que obedecen a las demandas y exigencias de un mercado en constante cambio y crecimiento. Aunque muchas veces pueda vencer el desaliento por lo que falta por hacer en lugar de concentrarse en lo que está hecho, existen distintas estrategias para que surjan estas fortalezas.

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Tener metas y objetivos claros cada día es apenas la punta del iceberg del trabajo interno que significa resaltar las fortalezas de cada persona y convertirlas en un mejor versión de ellas mismas, no solo a nivel empresarial sino también a nivel personal, entendiendo que al trabajar sobre las fortalezas de cada colaborador se busca activar el aprendizaje de nuevos conocimientos y habilidades. Al no haber límites para aprender, las personas pueden adquirir una nueva habilidad, a partir de la identificación de aquello que los hace buenos y fuertes en algún aspecto de su rol profesional.

Potenciar tus fortalezas en el trabajo te permite desempeñarte mejor en tus tareas diarias, trazar metas para avanzar en tu formación profesional, aumentar tu liderazgo y aplicar estas mejoras también en el ámbito personal, por lo que impulsar este tipo de cambios en nuestra vida siempre resulta beneficioso para apoyar un crecimiento integral. En este artículo, desarrollamos las principales estrategias para potenciar las fortalezas en el trabajo y mejorar tu productividad al cien por ciento. 

 

Estrategias para potenciar las fortalezas en el trabajo

Existen diversas estrategias que puedes implementar para destacar las fortalezas que ya tienes, pero que aún parecen ocultas. Todas las personas tenemos fortalezas y debilidades en diferentes proporciones. Y lógicamente buscamos recalcar las primeras y disminuir las segundas. Hoy nos vamos a ocupar de incrementar las fortalezas con una serie de prácticas al alcance de la mano.

1. Establece objetivos y metas profesionales.

Es importante trabajar tus fortalezas independientemente del rol que ocupes en la empresa. Si son tus colaboradores, agenda mantener con ellos feedbacks periódicos para discutir esas fortalezas que seguramente habrás notado en su desempeño cotidiano y busca la forma de potenciar eso que ya tienen de forma natural. Por ejemplo, si un colaborador tiene muy buena oratoria o es elocuente para hablar, puedes estimularlo a hablar en público y a hacer presentaciones de negocios frente a otras personas del mundo empresarial.

Si otra persona es analítica atenta al detalle, proponle realizar auditorías, diagnósticos y observaciones críticas. Ahora bien, si lo suyo es la redacción, puedes pedirle que redacte gacetillas, email marketing o anuncios para distintas plataformas. Definir objetivos o metas es una excelente manera de probar de lo que eres capaz, en función de los esfuerzos que requiere alcanzar esos objetivos.

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2. Define tus puntos fuertes.

Antes de potenciar tus fortalezas en el trabajo, debes tener conocimiento de tus habilidades únicas. Existen diversas maneras de determinar cuáles son tus fortalezas. Una de ellas es realizar una evaluación online destinadas a profesionales que tendrán la posibilidad de enumerar sus principales fortalezas con explicaciones detalladas de cada término para ayudar a la persona a definir mejor sus habilidades más desarrolladas.

Asimismo, puedes preguntar a tu entorno sobre las fortalezas o habilidades que identifican en tu persona. Como líder, necesitas que otros profesionales y figuras de liderazgo te apoyen y te impulsen a relucir todo tu potencial. En esta línea, puedes pedirle incluso a un mentor que enumere las fortalezas que haya notado mientras te formaba como líder. El mismo procedimiento aplícalo para definir los puntos fuertes de tus colaboradores y, además, identifica sus pasatiempos, lo que mejor saben hacer sin esfuerzo y con entusiasmo, a fin de que cada nuevo desafío y aprendizaje para ellos se relacione con las actividades que más disfrutan.

3. Potencia tus fortalezas.

Trabaja para mejorar aquello en lo que ya eres bueno identificando oportunidades de crecimiento. Participa tú y tu equipo de un entrenamiento avanzado para mejorar las habilidades duras y blandas. También puedes ofrecerte para asesorar o formar a otras personas en otras áreas en las que sepas que tienes facilidad para desenvolverte. No olvides que cuando enseñas a otra persona sus fortalezas, tu propio conocimiento y fortaleza aumentarán significativamente.

4. Rodéate de personas que desarrollen tus fortalezas.

Rodearnos de las personas correctas también puede favorecer que se desarrollen más nuestras fortalezas, ya que al ser el ser humano un ser social es normal que en presencia de otros con habilidades destacadas tienda a querer imitarlos o se sienta lo suficientemente inspirado como para adoptar naturalmente esas fortalezas o habilidades. Cuando se construyen equipos de trabajo sólidos con perfiles de profesionales diversos, es posible que te enseñen una nueva visión del mundo, lo que evita caer en los sesgos culturales y sociales de quienes no interactúan con el mundo.

5. Nunca te compares con los demás.

Finalmente, evita compararte con los demás, aunque a menudo sientas que ellos están en una mejor situación que tú o que adviertas que tienen fortalezas mejor desarrolladas que tu persona. Sin embargo, es probable que esas personas tengan la misma sensación frente a ti y te admiren por lo que ven en ti de diferente. Antes que establecer comparaciones inútiles, busca aumentar esas fortalezas propias a través del vínculo con otras personas

Esto permite aprender nuevas habilidades y ampliar tus perspectivas sobre algún tema o problema en particular, lo que eventualmente potenciará tus fortalezas, así como a las personas que se relacionen contigo y tu manera de trabajar.

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Si bien no hay una manera única de potenciar tus fortalezas en el trabajo, puedes considerar estas sencillas prácticas como definir objetivos, identificar tus puntos fuertes, potenciar esos puntos fuertes, rodearse de personas que te ayuden a mejorar y evitar las comparaciones, ya que todos tenemos nuestras propias fortalezas pero desarrolladas de manera distintas e igualmente válidas. El objetivo, tanto profesional como personal, debe buscar ser mejores de lo que somos, no mejores que los demás.