A la hora de gestionar un trabajo en la industria de la construcción, debemos atender a que los malos procesos generados podrían afectar de un modo significativo la concreción exitosa de una obra.
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En la industria de la construcción, existen diferentes procesos para llevar a cabo una obra, los cuales, a su vez, responden a un proyecto común desde donde se ha planificado una serie de tareas a ejecutar por los responsables de cada área.
Ocurre, muchas veces, que estos procesos no responden de forma adecuada a las pautas del proyecto y entonces, a largo plazo termina fracasando el proyecto en general porque uno o varios procesos entorpecieron el desarrollo sustancial de la obra.
Un proceso puede ser mal concebido desde su diseño, al no contemplar ciertas cuestiones que son pertinentes a los requerimientos del proyecto en cuestión, pero que no fueron documentados. En toda obra de construcción, por ejemplo, existe un proceso de reclutamiento en recursos humanos para poner en funcionamiento la realización del proyecto y no estar resuelto de manera efectiva.
Los procesos constituyen el proyecto en ejecución; por consiguiente,si los procesos no fueron bien planificados, de nada sirve que el proyecto sea potencialmente bien definido, puesto que es muy probable que no haya sido debidamente interpretado, y en ese punto, los objetivos deben estar lo suficientemente claros para que los procesos tengan el menor margen de error posible.
Hay distintas maneras de identificar un mal proceso. Depende en gran medida de cómo se opera, quién o quiénes lo reciben, quién o quiénes lo autorizan, quiénes lo ejecutan, etc. En este sentido, un proceso mal hecho puede ser:
El problema de los malos proyectos no se limita únicamente al fracaso de una obra, que supondrá un rediseño de los mismos o del proyecto original, de ser necesario, sino que afecta a la empresa constructora en su conjunto, y por añadidura, a toda la industria de la construcción si estos patrones de inoperancia se perpetúan en el tiempo.
Asimismo, los malos procesos al generar malos resultados afectan negativamente la incorporación de nuevos negocios porque proyecta un halo de desconfianza en el cliente que tiene intenciones de contratar a la empresa constructora.
Finalmente, esta desconfianza generada a partir de los malos procesos terminará afectando a la empresa en su conjunto desde la logística, pasando por el área administrativa hasta la parte visible de la obra.
Utilizando los recursos adecuados, afortunadamente en la industria de la construcción, como en la mayoría de las empresas, es posible revertir los malos procesos y evitar que las mismas peligren de quedar mal posicionadas. A continuación te compartimos siete simples fórmulas para revertir los resultados de un mal proceso que te serán muy útiles y con las que obtendrás muy buenos resultados.
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Comprendemos que la industria de la construcción no es un negocio sencillo y requiere de un manejo eficiente, productivo y colaborativo, porque de lo contrario ningún proyecto podría realizarse de manera eficaz, generando como resultado los malos procesos que derivan en negocios fallidos.
En respuesta a esta problemática y como primera medida, te facilitamos esta síntesis práctica para identificar los malos procesos, que afectan de algún modo a la industria de la construcción. Finalmente y como segunda medida, hemos adjuntado una serie de pasos o items para mejorarlos, demostrando con esto la manifiesta reversibilidad positiva en los procesos de toda empresa.