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Contenido por intención: atraer, nutrir y cerrar ventas

Escrito por Equipo de redacción de Drew | 25/09/25 12:00

En el universo del marketing digital, una de las claves más poderosas para lograr que el contenido realmente genere impacto está en comprender la intención de búsqueda del usuario. Ya no alcanza con crear piezas “atractivas” o publicar en múltiples canales: lo importante es diseñar mensajes que respondan al momento exacto en el que se encuentra la persona dentro de su recorrido de compra.

Cuando hablamos de contenido por intención de búsqueda, nos referimos a la capacidad de acompañar al lead desde la primera curiosidad hasta la acción final. Este enfoque no solo mejora el tráfico y la visibilidad, sino que construye un puente más sólido hacia la conversión.

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El mapa de la intención: del descubrimiento a la decisión

El journey de un cliente puede pensarse como un viaje en tres grandes etapas. Cada una tiene necesidades, expectativas y motivaciones diferentes, y el contenido debe adaptarse a esas variaciones.

En la fase de descubrimiento, el usuario apenas está reconociendo que tiene un problema o una necesidad. No está pensando todavía en marcas ni en proveedores: busca comprender mejor su situación. Aquí el contenido informativo es esencial. Un artículo que explique tendencias de retención de talento, una guía básica sobre cómo elegir una notebook o un video con consejos sobre carreras con alta salida laboral cumplen la función de atraer y orientar. Lo importante es que la persona sienta que encontró información valiosa, sin una presión comercial directa.

Cuando avanza a la etapa de consideración, el foco cambia. Ahora ya no basta con saber “qué es” un problema: el usuario quiere evaluar opciones para resolverlo. Es el momento de los comparativos, de las guías más profundas, de los webinars donde expertos discuten diferentes alternativas. En este nivel, un gerente de RRHH buscará una comparativa de software de gestión de personas, un consumidor de tecnología querrá saber cuál es la diferencia entre un equipo gamer y uno ultraliviano, y un estudiante se preguntará si le conviene una universidad presencial o una online. El contenido debe ayudar a sopesar, aclarar dudas y brindar criterios objetivos.

Finalmente, la etapa de decisión es el momento donde todo se define. El lead ya sabe lo que necesita y está dispuesto a dar el paso final, pero necesita confianza y un último empujón. Aquí es donde brillan los casos de éxito, las demos personalizadas, los testimonios de clientes, las landings con propuestas claras y las ofertas exclusivas. Un caso bien contado sobre cómo una empresa redujo costos gracias a una plataforma de RRHH puede ser mucho más persuasivo que cualquier descripción de funcionalidades. En retail, una promoción puntual acompañada de envío gratuito puede inclinar la balanza; en educación, la comunicación de becas o beneficios de inscripción anticipada puede marcar la diferencia.

<<<¿Cómo es la etapa de decisión en el proceso comercial?>>>

 

Tipos de contenido por intención

Los formatos se vuelven aliados estratégicos según la fase en la que queremos impactar. En la primera etapa, los artículos, infografías y videos tutoriales funcionan porque despiertan interés sin exigir compromiso. Más adelante, los webinars, ebooks o emails con comparativas nutren al lead y le muestran que la marca es una fuente confiable de información. Y cuando la persona está lista para decidir, nada resulta más convincente que un testimonio real, una demo guiada o un correo con una propuesta concreta que invite a la acción.

El desafío es no adelantarse. Intentar vender en la fase de descubrimiento es como proponer matrimonio en la primera cita: puede sonar desesperado y generar rechazo.

 

 

Cómo auditar y detectar brechas

Un paso muchas veces olvidado es revisar lo que ya tenemos publicado. La auditoría de contenido permite entender si existe coherencia entre la intención del usuario y las piezas disponibles. Se trata de preguntarnos: ¿estamos cubriendo todas las fases del journey o solo publicamos artículos informativos que nunca llevan a la acción? ¿Nuestros CTAs guían al usuario al siguiente paso o lo dejan varado en la misma etapa? ¿Tenemos duplicación de temas que confunden a Google y a nuestra audiencia?

Una buena herramienta para ordenar este análisis es la matriz de contenidos por etapa y rol decisor. Pensemos en un ejemplo B2B: el CEO suele buscar casos de éxito con resultados financieros; el gerente de RRHH quiere comparativas y demos; los colaboradores se sienten más atraídos por artículos sobre cultura organizacional. Un mismo producto puede abordarse de manera distinta según quién sea el destinatario. Lo mismo ocurre en retail, donde no es igual hablarle al comprador final que al familiar que influye en la decisión, o en educación, donde las dudas del estudiante son diferentes de las de sus padres.

Este tipo de mapeo revela con claridad las brechas: si detectamos que tenemos mucho material de descubrimiento, pero casi nada de decisión, será lógico que nuestros leads nunca terminen de avanzar hacia la compra.

 

 

Beneficios de pensar por intención

El enfoque de contenido por intención de búsqueda ofrece resultados concretos. En primer lugar, el tráfico que llega a nuestros canales es más calificado: no son visitas accidentales, sino personas con una necesidad real. Esto impacta directamente en el CTR de nuestras campañas, porque los mensajes coinciden con lo que la audiencia está buscando. Además, cuando se suman contenidos sólidos en la fase de decisión, aumentan las solicitudes de demos, las consultas de servicios o las inscripciones a programas educativos.

Otro beneficio, quizás menos evidente, es que este enfoque reduce la fricción en el proceso comercial. Un lead que ha leído, comparado y visto testimonios llega a la reunión con ventas mucho más informado y predispuesto. El trabajo del equipo se simplifica y se vuelve más eficiente.

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Desafíos frecuentes y cómo resolverlos

Por supuesto, no todo es lineal. Entre los obstáculos más comunes aparece la canibalización SEO, que ocurre cuando varias piezas compiten por la misma palabra clave. La solución es jerarquizar: crear un contenido pilar y derivar en subtemas enlazados. También surge la duplicación de temas, cuando distintos equipos abordan un tópico sin diferenciar la intención. En ese caso, el reto es ajustar el enfoque: que un artículo esté orientado a lo informativo, otro a lo comparativo y otro a la conversión. Finalmente, la falta de consistencia editorial puede debilitar la estrategia. Si cada contenido tiene un tono y un estilo diferente, la marca pierde identidad. Un manual de estilo editorial y la capacitación del equipo ayudan a resolverlo.

<<<¿Qué debo tener en cuenta en la etapa de consideración?>>>

 

Del buscador al corazón del cliente

El verdadero poder del marketing de contenidos no reside en producir más, sino en producir mejor. Cuando cada pieza se diseña pensando en la intención de búsqueda, el recorrido del usuario se vuelve más natural y efectivo. Lo que empieza como una consulta en Google puede terminar en una relación comercial sólida, siempre que el contenido sepa guiar el camino.

En un ecosistema saturado de información, lo que diferencia a las marcas no es la cantidad de artículos o videos publicados, sino la pertinencia. Apostar al contenido por intención de búsqueda es apostar a leads más nutridos, conversiones más altas y clientes más satisfechos.