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Los mitos más comunes en torno a la comunicación empresarial

Escrito por Equipo de redacción de Drew | 19/07/21 14:15

Las empresas no son perfectas, al igual que los humanos que las crean. Por eso no es de extrañar que continuamente surjan ideas de toda índole, y en lugar de confrontarse con argumentos contundentes que justifiquen o rebatan dichas ideas, muchas de ellas pasan a formar parte del imaginario colectivo como si se tratara de un lugar común que nadie cuestiona. Pero lo cierto es que hay ideas equivocadas sobre la comunicación empresarial y que con el tiempo se convirtieron en los mitos más comunes. 

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¿Qué entendemos por mitos? Los mitos son narraciones fabulosas que expresan las ideas ancestrales de un pueblo acerca del mundo en el cual vive. Si trasladamos esta definición al mundo de las empresas, podemos señalar que los mitos de la comunicación empresarial son ideas preconcebidas sobre acciones de las que no se tiene conocimiento real y empírico para considerarlas como verdaderas, pero que el tiempo consiguió naturalizarlas. 

La gran diferencia con otros mitos es que, por ejemplo, los mitos griegos o romanos se consideran como tales porque se sabe que no son reales aunque se aceptan esas historias como parte de la cultura, en cambio, a los mitos en torno a la comunicación empresarial no se los considera falsos en muchos casos y un gran número de empresas cree ciegamente en ellos aunque no apliquen.

Con el fin de desterrar estos mitos sobre la comunicación empresarial del imaginario colectivo, hemos seleccionado los más populares con sus respectivas verdades, para que rompas de una vez esta cadena de errores y evites propagar estas ideas parásitas en tu empresa.  

  1. El trabajo remoto precariza la comunicación entre los equipos de trabajo.

Falso. Desde la implementación del trabajo remoto como modalidad empresarial mucho antes de la pandemia, muchos empresarios creyeron, no solo que los colaboradores serían menos productivos fuera de la oficina sino también que ni siquiera mantendrían una buena comunicación de equipo y esto podría generar una caída en el rendimiento laboral.

Sin embargo, la realidad de la pandemia demostró que, lejos de disminuir la productividad y la comunicación entre los colaboradores, el trabajo remoto motivó más a los trabajadores, aumentando su productividad desde sus casas gracias a horarios más flexibles y evitar el tráfico en las calles para desplazarse de un lugar a otro.

Además, con el uso de las herramientas digitales para ejecutar la mayoría de las tareas y una conexión WiFi segura y estable desde la casa, ni es necesario compartir el espacio físico en una oficina, al menos, no todos los días.

  1. Unidad de mando: El colaborador solo debe recibir órdenes de un superior.

Falso. Uno de los 14 principios de la administración impuestos por Henry Fayol determina que un trabajador no puede recibir órdenes de más de un superior. El objetivo de este principio es evitar situaciones confusas y desórdenes que afecten la productividad. 

Sin embargo, es frecuente que esta regla sea muy poco aplicable y práctica en las empresas modernas, sobre todo ahora que las estructuras organizacionales tienden a flexibilizarse y es común que un colaborador reciba órdenes de superiores de diferentes áreas.

Y no es algo negativo para la empresa, sino que permite una mejor comunicación y trabajo colaborativo entre equipos cuando a un punto de vista se añade otro, lo cual promueve la apertura de debates interesantes y sumamente pedagógicos. 

  1. No se pueden eliminar responsabilidades grises. 

Falso. Sí se pueden eliminar. El hecho de que en algunas empresas no existan cargos bien definidos no significa que sea imposible cambiar esto. A veces, la ambigüedad o responsabilidades grises de algunos puestos puede derivar a defender razonamientos como el anterior, es decir, a sostener que la unidad de mando es la solución para la división de funciones. 

La realidad nos revela que una empresa que opera con responsabilidades grises es muy factible que no tenga sus procesos formalizados y que, en consecuencia, surjan en cualquier momento cuellos de botella. Por lo tanto, si están bien definidos los responsables de área, de gestión de proyectos, etc., cuando las áreas alineen sus flujos de trabajo, no habrá confusiones ni dudas sobre las tareas que se asignan o delegan.

  1. Las herramientas corporativas de comunicación no son necesarias cuando existe WhatsApp. 

Falso. Si bien WhatsApp es una herramienta masiva de comunicación, no es la única ni la mejor para utilizar en un entorno empresarial. De hecho, reducir la comunicación corporativa a una sola herramienta como WhatsApp, que ciertamente es una aplicación informal que no aporta valor agregado y puede producir una falta de fluidez en la comunicación en lugar de lo contrario, no es la mejor elección. 

Existen otras herramientas que tienen las mismas funcionalidades que WhatsApp, como por ejemplo Slack, y que además están orientadas a los negocios. Permiten establecer la comunicación interna a través de perfiles propiamente laborales. 

  1. La opinión de los colaboradores que no pertenecen al área directiva no cuenta como estratégica.

Falso. Esta creencia se da sobre todo en empresas de estructuras verticalistas que esperan de sus “empleados” una actitud más pasiva enfocada en recibir órdenes, no en generar ideas de mejora. No los conciben como colaboradores sino como subordinados que ejecutan tareas funcionales a la empresa.

Para los superiores, sus empleados deben acatar las decisiones que se toman desde arriba sin cuestionarlas, esforzándose en cumplir con las tareas que se les asignan con un bajo nivel de incentivo o compensación. 

Por el contrario, está demostrado que el personal contratado puede generar propuestas de valor, aun cuando parte del mismo solo se dedique a tareas operativas y manuales. Pensar en términos de colaboradores en lugar de empleados no solo los motiva para realizar mejor su trabajo, sino que también los líderes se motivarán con la ayuda invaluable que reciben en pos del crecimiento de su empresa. 

  1. Importan más los resultados que los procesos.

Falso. No es una novedad que para muchas empresas sea más importante evaluar los resultados de una actividad que el proceso de la misma. Del mismo modo, si se invisibilizan los procesos, se invisibiliza el flujo de información y comunicación empresarial que permitió ejecutarlo porque adquiere más valor el producto en sí, lo cual es un grave error porque la importancia de los procesos reside en conocer cómo se están haciendo las cosas, es decir, qué se hizo para llegar al resultado final. 

  1. La comunicación horizontal promueve la sublevación de los colaboradores.

Falso. La comunicación horizontal está cambiando el paradigma empresarial hacia una estructura organizacional más inclusiva, flexible y colaborativa. Está comprobado que los trabajadores solo se sublevan cuando son tratados como empleados o subordinados que trabajan bajo condiciones laborales inadecuadas. 

Cuando se les otorga el valor que merecen por el compromiso que asumieron con la empresa que los contrata, estos producen más y mejor, impulsando su rentabilidad. Además, una empresa no se lleva adelante solo con el personal jerárquico, sino con todo el conjunto de equipos por área que contribuyen a su permanencia. Sin colaboradores que aporten su trabajo e incluso sus opiniones e ideas las empresas no sobrevivirían. 

Para finalizar, diremos que estos fueron los principales mitos en torno a la comunicación empresarial. Desterrar estas costumbres tan arraigadas no será fácil y llevará tiempo, pero en tanto que la sociedad avanza, también lo hace el ser humano y su sistema de creencias. La consigna es no dejar de aprender.