La industria automotriz en México ha tenido numerosas mesetas financieras a lo largo de la historia, llegando a obtener un elevado crecimiento en la primera década de 2000, pero luego sufriendo un descenso durante los primeros años de la década siguiente. Sin embargo, pese a las caídas, ha logrado levantarse y su economía recuperarse, hasta que un nuevo cimbronazo sacudió su repunte: el surgimiento de la pandemia en 2020, que instó a empezar de nuevo reinventando el modelo de negocio.
<<<[Automotriz] ¿Depender de vendedores para crecer?>>>
Como es sabido, la pandemia del COVID puso en jaque a la economía mundial en 2020, y sus repercusiones en todas las industrias las seguimos padeciendo en el presente. Y aunque lentamente desde 2022 se registró un incipiente crecimiento en la industria automotriz mexicana, el conflicto armado entre Rusia y Ucrania volvió a poner en el ojo del huracán los esfuerzos por devolverle a la industria el apogeo de otras épocas.
La propuesta para este artículo es realizar un relevamiento del estado de la industria automotriz mexicana en la actualidad, analizar sus principales desafíos para el resto de 2022 y las tendencias que se avecinan para 2023, así como la importancia que tiene esta industria para el país.
En 2021, la industria automotriz en México sufrió una caída del 2% en la fabricación de vehículos con respecto al año anterior. Aunque las proyecciones indican que en lo que va del año 2022 podría generarse una recuperación que le permitirá a la industria sostener el millón de empleos que produce y mantener el 4% del PIB mexicano. Para lograr este objetivo, el sector automotriz dependerá de sus negociaciones con Estados Unidos.
Según las palabras de Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y Guillermo Rosales Zárate, director general adjunto, las cifras que dejó el 2021 son preocupantes para la zona terminal y las ventas. Ya para diciembre de 2021, se había registrado una caída del 7,8% en las ventas de vehículos ligeros nuevos, en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Los números favorables solo se habrían evidenciado en la venta de vehículos deportivos, que experimentaron un crecimiento por encima del 15% y un 21% en los vehículos de usos múltiples. Si bien en 2021 se registró la venta de 1.014.680 unidades, que ayudó a la recuperación del 6,8% con respecto al 2020 con la comercialización de apenas 950.000 unidades, esta cifra es similar a los volúmenes de venta registrados entre 2012 y 2013.
Por consiguiente, los expertos concluyen en que hubo un retroceso en la venta de vehículos nuevos en México. Pero, ¿a qué se debe semejante caída de ventas? ¿Es el efecto directo de la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania, o es el resultado de un proceso de deterioro de la economía local?
Aparentemente, uno de los factores más influyentes para que los consumidores dejaran de adquirir vehículos es el alto nivel inflacionario de México, calculado entre el 7,36% y el 8,67%, en relación con la venta de automóviles. Asimismo, el desabastecimiento de unidades nuevas, así como la escasez de semiconductores también han influido en la caída de las ventas.
A esto hay que agregar el hecho de que la escasez es una consecuencia inevitable de la pandemia, pero que se vio potenciada por la invasión de Rusia a Ucrania, ya que Rusia es uno de los mayores exportadores del mundo de materias primas, utilizadas en la industria automotriz.
En este contexto, Rusia produce el 10% del petróleo mundial, el 40% del gas que abastece a Europa y es el primer productor de metales, como el paladio y el níquel, siendo el tercer productor de acero en el mundo. Por este motivo, la crisis bélica que enfrenta a Rusia con Ucrania dificulta aún más la problemática del estado de la industria automotriz en México.
Por otro lado, el tratado comercial que entró en vigencia a partir de 2020 establece que el 75% de los vehículos debían proceder de Estados Unidos y Canadá. Además, dependiendo del modelo de fabricación, entre un 40 y 45% del valor del automóvil debía ser producido por trabajadores con salarios de USD 16 por hora, aunque el 70% de las compras corporativas de aluminio y acero debían realizarse en la región.
Bajo este estricto plan, la industria automotriz en México está dependiendo de Estados Unidos para poner en funcionamiento sus principales plantas de fabricación, por lo que la actividad exportadora del país en esta industria se ve reducida por este acuerdo con Norteamérica.
<<<Los principales errores logísticos de transporte en México>>>
La importancia de la industria automotriz mexicana reside en que representa el 3.8% del PIB nacional y el 20.5% del PIB manufacturero en México. Al respecto, se ubica en la séptima posición en la producción de vehículos y automóviles, por debajo de países como China, Estados Unidos, India, Corea del Sur y Alemania.
Según la Organización Internacional de Fabricantes de Automóviles, en el país se produjeron un total de 3 millones 145 mil 653 vehículos en 2021, por lo que se sitúa como el mayor productor en América Latina. A pesar de la inflación, la escasez de recursos mineros y metalúrgicos, y el acuerdo comercial poco beneficioso con Estados Unidos, se espera que el estado de la industria automotriz en México mejore en el próximo año.
Así lo confirmó un estudio realizado por el banco BBVA, el cual señala que estos altos índices de inflación irán desplomándose gradualmente a partir del segundo semestre de 2022 y mostrará un crecimiento significativo recién para 2023, incrementándose las ventas de nuevos vehículos.
Sin embargo, para que estas proyecciones realmente se cumplan, los líderes de las grandes empresas automotrices deberán acordar también con el gobierno mexicano una apertura en las exportaciones,a fin de que el mercado local automotriz pueda expandirse a otros países.
<<<Ley de outsourcing en México: ¿Sí o no?>>>
En líneas generales, el estado de industria automotriz en México, si bien parece incierto debido a la inflación, la escasez de materias primas y el freno en las exportaciones, el pronóstico económico para 2023 es más alentador, según el estudio del banco BBVA, ya que la industria logrará un gradual crecimiento, una vez superada la crisis de la pandemia y el cese de los conflictos bélicos entre Rusia y Ucrania. No será un camino fácil ni rápido, pero todas las empresas del sector deberán trabajar en conjunto para hacerlo posible.