La digitalización y las redes están ganando terreno rápidamente en la industria del metal, y la misma tendencia también está teniendo lugar en las tecnologías de almacenamiento y producción. Los procesos manuales y aislados están dando paso cada vez más a un flujo de material inteligente controlado continuamente, en el que todos los componentes involucrados se comunican de manera autónoma entre sí. Este tema ha dejado de ser simplemente un sueño del futuro, porque ya hay numerosas soluciones que hacen que el trabajo del metal sea más eficiente, más flexible y más rentable en la era actual de la Industria 4.0.
En el comercio del acero, la industria automotriz y de proveedores y en la ingeniería mecánica y de plantas, las empresas metalúrgicas de todas las industrias han enfrentado demandas crecientes durante años. Los clientes desean cada vez más flexibilidad de fabricación, desde tamaños de lotes de un artículo hasta producción de gran volumen, mientras que la variedad de materiales y tamaños aumenta constantemente. Al mismo tiempo, los estándares de calidad están aumentando y existe una presión continua para reducir costos. Para defenderse de los competidores internacionales, las empresas necesitan soluciones versátiles y eficientes para una amplia variedad de tareas de producción.
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Una solución aquí es la digitalización y la creación de redes de procesos de producción y logística, también conocida como Industria 4.0. En la metalurgia moderna, las máquinas, plantas, bienes y portadores de carga están conectados a través del Internet de las Cosas y pueden comunicarse entre sí. Los sistemas de sensores inteligentes proporcionan información actualizada del estado en tiempo real aumentando la productividad.
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Todos los datos relevantes para el proceso se registran y analizan, lo que permite a los usuarios optimizar toda su cadena de valor de manera descentralizada, autónoma y orientada a la demanda. La ruta desde la materia prima hasta el producto terminado se hace más corta, más flexible, ahorra recursos y es rentable. Las empresas metalúrgicas actuales confían cada vez más en sistemas totalmente automatizados para procesos largos. Estos sistemas automatizados controlados por un software han convencido completamente a los usuarios con su capacidad de almacenamiento significativamente mayor, tiempos de acceso rápidos y máxima transparencia de stock. Además, la tecnología, a menudo la primera estación de procesamiento después de que las mercancías se hayan retirado del almacenamiento, se está llevando a cabo cada vez más sin necesidad de que un colaborador intervenga. Las máquinas pueden conectarse sin problemas al almacén de materias primas y suministrarse con los materiales necesarios mediante manipuladores y tecnología de transporte.
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Muchas veces el proceso de producción también se ejecuta de manera autónoma si la máquina está equipada en consecuencia, lo que da como resultado sistemas altamente eficientes que se integran perfectamente en un flujo continuo de material: la fábrica inteligente
Considera el impacto de la Industria 4.0 y la fabricación digital en los procesos comerciales y de fabricación tradicionales. El mundo de la Industria 4.0 es uno de tiempos de entrega ultra cortos, producción a pedido, personalización masiva y una oportunidad para que los fabricantes, independientemente del tamaño, compitan en un escenario global.
Por lo tanto, la cadena de valor tradicional (de fábrica a mayorista, de mayorista a minorista y de minorista a consumidor, con cada etapa amortiguada por grandes existencias de inventario) es desviada hábilmente por la conectividad digital. Los clientes pueden ordenar productos directamente, interactuando con herramientas de configuración de productos en línea y sistemas de toma de pedidos ERP basados en la web. Y una vez que se ha recibido el pedido, la fabricación y el cumplimiento pueden seguir automáticamente.
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Algunos fabricantes se verán tentados a descartar esto como exageración o ciencia ficción. Pero lo hacen bajo su propio riesgo: en un negocio tras otro, la Industria 4.0 está comenzando a suceder, a medida que los fabricantes combinan técnicas de fabricación digital con conectividad web para transformar drásticamente su cadena de producción.
Obviamente, estas capacidades representan un paradigma muy diferente de los modelos comerciales convencionales y la cadena de valor tradicional. Requieren inversión en integración, por ejemplo. Los sistemas de back office necesitan actualización y se desarrollan aplicaciones web orientadas al cliente. La analítica importa más. Y las empresas generalmente encuentran que su perfil de habilidades de la fuerza laboral debe cambiar: las habilidades de fabricación tradicionales se vuelven menos importantes, mientras que los conjuntos de habilidades en fabricación digital, robótica y automatización se vuelven más importantes.
Para algunos, la Industria 4.0 se parece mucho a la fábrica de 'luces apagadas' de la década de 1980, donde se suponía que la automatización reemplazaría por completo a las personas. Eso nunca sucedió, por supuesto. No porque la tecnología no estuviera a la altura, sino porque el modelo de negocio subyacente no había cambiado. No es así con Industry 4.0, donde el enfoque no está tanto en la tecnología, sino en los beneficios comerciales que la tecnología puede ofrecer. Aprovechar los beneficios comerciales de los avances tecnológicos durante la Industria 4.0 es nuestro consejo. En su forma más simple, la fabricación digital es una serie de conexiones que unen a los clientes con los procesos comerciales y las tecnologías de producción. Entonces comienza a hacer esas conexiones, viendo cada nueva conexión como un paso más en el viaje de fabricación digital que termina con la Industria 4.0.