Fortalecer el vínculo empresa-clientes te permitirá desarrollar tu negocio a otro nivel. Aquí te presentamos algunas ideas que te ayudarán en el proceso.
En toda empresa uno de los requisitos más importantes para obtener ganancias redituables es hacerse de una cartilla considerable de clientes fieles. Por supuesto que atraerlos no es asunto que se resuelva solo con exhibir tus productos u ofrecer tus servicios desde un mostrador o vidriera, se debe atender a un proceso previo que consiste en fidelizar clientes desde la primera venta.
Uno de los errores comunes que cometen las empresas demasiado enfocadas en vender su mercadería es intimidar a los futuros clientes, imponerles la compra con mensajes o llamadas sumamente insistentes, aunque no estén interesados.
Este método, pese a que eventualmente obtendrán nuevos clientes que sí necesiten lo que las empresas ofrecen, no puede fortalecer el vínculo empresa-cliente, porque este no siente que necesite el producto, sino que se ve obligado a consumir. Es la empresa quien necesita del cliente para sobrevivir en el mercado.
Las estrategias más funcionales para el crecimiento de todo negocio se orientan a implantar la necesidad en las personas y no al revés, a fin de que sean los clientes los que busquen el producto o servicio que desean y, en consecuencia, se comuniquen con las empresas que los proveen.
Una vez que el cliente se contacta con la empresa, motivado por el interés en adquirir el producto, debemos brindar una atención personalizada con toda la información que necesita para obtener una mejor experiencia con el producto. Esto garantizará que se convenza de sus virtudes y que refuerce la relación con su vendedor.
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A continuación te presentamos una serie de ideas que te permitirán fortalecer el vínculo empresa-clientes.
Fidelizar a un cliente es lograr que te compre una primera vez y regrese porque consiguió algo en tu negocio que le favoreció. No sabes específicamente si fue la calidad del producto o la atención personalizada que le brindaste, pero ahí lo tienes una vez más dispuesto a repetir la experiencia.
Si tu negocio está en vías de desarrollo, este método simple te ayudará a recolectar más clientes y no requiere mayor esfuerzo de tu parte que empatizar con el cliente
y acertar justo en aquello que necesita. En otras palabras, haz que tus clientes queden fascinados con lo que propones y estos volverán por más.
Si quieres profundizar la fidelidad de tus clientes y que estos te elijan, es fundamental conocer sus gustos, necesidades y aspiraciones. Es menester priorizarlos en todo momento, responder sus preguntas y dar solución a sus inquietudes, de modo que vayan adquiriendo confianza en tu propuesta.
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Entablar diálogo con ellos mientras se efectúa la compra puede convertirse en la clave del éxito para que regresen por nuevos productos, ya que dialogar permite alivianar tensiones y crear en el cliente no solo la necesidad del producto sino también cierta identificación con los valores de la empresa.
A menudo tus clientes pueden sentirse defraudados con algún producto o no poder explotar al máximo su uso por alguna razón. En estos casos, lo mejor que puedes hacer es atender a sus cuestiones sin demoras y ofrecerles una solución concreta, orientándolos a mejorar su experiencia con el producto.
Solicita vías de contacto con tus clientes: número de teléfono, email, redes sociales, etc., y a través de ellos enviarles las últimas actualizaciones en productos, promociones y ofertas que los mantengan en permanente expectativa de compra.
La mejor forma de mantener a un cliente satisfecho y que este te otorgue su fidelidad es que no lo contradigas o lo hagas disimuladamente, explicándole con argumentos sencillos qué debería hacer para lograr mejores resultados con un producto que no lo satisface al 100%, pero que sí o sí necesita.
Demuestra a tus clientes que te importan sus necesidades y, mediante el conocimiento de sus gustos, estimula su deseo de compra mostrando las novedades, ofreciéndoles descuentos importantes por compras grandes.
¿Cuántas felicitaciones de tus clientes has recibido últimamente? ¿Una, muchas, algunas, ninguna? Es cierto que todo suma, pero si la suma es un número elevado, mucho mejor. Creemos que no existe mayor satisfacción para un emprendedor o comerciante que sus clientes lo feliciten por su trabajo, que en realidad significa que supo vender muy bien su producto, el cliente se convenció y la experiencia con el producto fue positiva, tal como lo promocionó el vendedor.
También implica una gran capacidad de honestidad por parte del vendedor para saber vender las cualidades de un producto sin exagerar sus atributos, aspecto en el que fallan muchos.
Estas fueron algunas ideas prácticas, destinadas a fortalecer el vínculo empresa-cliente, que no requieren mayor esfuerzo que un discurso empático y persuasivo. Implementarlas dependerá de tus expectativas de crecimiento.
En definitiva, saber lo que el cliente quiere, más que una ciencia es un arte, que bien moldeado puede convertirte en un demiurgo de los negocios.